miércoles, 6 de febrero de 2008

Me invade la calma


Y ya tiene mérito la cosa en semajente momento. El curro es un no parar. Cada día es distinto y nunca tienes nada ganado. Además, el palo con Consejería, el convenio, el recorte de sueldos. Nada más empezar. Lo cierto es que somos unos jabatos. Con todo y con eso, ahí estamos. Dejándonos el cuero y con la ilusión intacta pese a la incertidumbre. Bravo por nosotros, qué demonios.

Para más inri, el culebrón. Parece que las cosas se calman, y doy gracias a los Valar. Pero ay, señores, una chiquillada tras otra. No decimos todos que a los rumores no hay que prestarles oídos? Que no llevan a ninguna parte? No sabemos todos que, al final, nadie ha visto nada, nadie ha dicho nada y la culpa se quedó para vestir santos? Entonces, a qué seguir? Me tapo los oídos y canto La Internacional. Pero siguen llegando. No quiero saberlo. Me da igual. Me tiene sin cuidado qué dicen, qué piensan, qué inventan. Me resbala a quién me tiro, cómo retuerzo, qué dije, con quién conspiré y qué aviesas intenciones les demuestro en sus pequeñas mentes. Me la suda, incluso, quién me criticó, quién me señaló, quién fue el malvado que dijo qué. Dejadlo ya, criaturas. Son otras cosas las que hay que arreglar. Trabajemos en eso. El resto es humo, es nada, son chiquilladas. Por qué tomarlo a pecho? Por qué, suponiendo que sea cierto que dicen, que cuentan, que inventan, hay que darle importancia? No lo merece. Ni ellos tampoco. Por qué demostrar que molestan? Es tan fácil ignorarles... yo, de hecho, les ignoro tanto que no sé quiénes son. No sé si quiera si son! Ni me importa. Por qué, encima, les damos el gusto de hacer un drama de todo esto? No es un drama, es una telenovela barata y cutre. Me considero demasiado inteligente como para perder el tiempo siguiéndola. Pero cuando se empeñan en contarme el último capítulo, qué hago? Me desternillo. Y aconsejo a quienes ven semejante esperpento que cambien de canal. Tan fácil como eso. (Por cierto, Hereje, te dije o no te dije que ciertos buitres aparecerían al olor de los cadáveres? No suelo equivocarme con la gente. Sobre todo con cierto tipo de gente. Es un hecho. Las mates se me dan de pena. Reconocer la mala baba, se me da de lujo. Tengo poderes. A que cada vez lo dudas menos?? Primorosa, menuda ayuda la tuya. Para echar más fango al fango... qué guapa que estabas callada. Pero se ve que tenías demasiadas ganas, esperando quietecita en tu cueva, a tener ocasión de saltar. Lo dicho, toda una contribución por tu parte. Enhorabuena!)

Malas fechas. Eso también hay que tenerlo en cuenta. Recuerdos. Heridas viejas que sangran un poquito y heridas nuevas que aún queman. Y las dudas sobre los resultados. Sobre si sonará el teléfono y me dirán: "ya no hay duda. Es algo malo". Y, con todo y con eso, nada. Cero. La calma total. Estoy bien. Es como si lo viera desde fuera. No me afecta. Podría sumar todo eso y agarrarme un berrinche. Qué racha, por favor. No es justo! Me enfado con el mundo! No me apetece. La verdad. Ni siquiera lo veo como un mérito mío. Oh, qué ejemplo de entereza. Venga ya. Me da hasta pereza estar triste. Me da pereza indignarme, tener miedo, desconfiar, sufrir, ponerme nostálgica. Hasta echarte de menos (sí, a ti, idiota) me da pereza. Me acuerdo de ti cada vez menos. Y, cuando lo hago, cuando te me cuelas dentro sin avisar, sonrío. De nuevo la calma.

Pasó lo peor y es una gozada sentirse así. Ya sé, no estoy curada. Si te viera, aún temblaría. Seguro. No se ha acabado, pero empieza a terminar. Y eso me tranquiliza. Sigo andando, pero ya queda menos. Quizá aun tropiece. Cuento con ello, por las dudas. Tampoco eso me inquieta. Pero ahora mismo, silencio, paz, casi indiferencia. Es sano, es bueno. Toca disfrutarlo. Si me paro a pensarlo, sé que aún me encantas. Por eso no me paro. Y, en esta bendita fase, puedo hacerlo. Ya puedo decidir no pensar. Adoro esta fase de "nada". Todo resulta mucho más fácil. Ya no me enciendes, Bichito. No como antes. Y eso es bueno. Así podré estar como los dos queremos estar. Al final era cierto. No se trata de mantener la puerta cerrada tirando con todas tus fuerzas. Se trata de convercerte de que no hay puerta. Y se está borrando. Cada vez más. No es genial? Brindemos.

6 comentarios:

Guaja dijo...

Chin chin!!!
¡¡¡a tu salud, Le!!!

Lenka dijo...

Oivá! Si yo no puedo beber, que me estoy medicando!!!

:(

Da igual, brindo hasta con el mate si hace falta!

Anónimo dijo...

A tu salud corazón!!!! A las chiquilladas ni caso, que no merecen la pena.

Besitos mil.

Marechek

Celadus dijo...

Jarabe de malta, gemela, como decía Cebri.;)

Rogorn dijo...

Pues cuando alguien tiene la razón, se le da. Me postro. Y si quiticran, que quiticren.

Guaja, esas fotoos. Quiero ver mi rosa negra.

Y la flor también.

Mwahaha.

Lenka dijo...

Oyoyoyoyoy, qué dománticoooooo...

;-)

Jarabe de malta, Gemelo, jarabe de malta!!