domingo, 17 de junio de 2012

Romani ite Domum

"El jefe del cuerpo antidisturbios de la policía nacional ha presentado una denuncia ante el Juzgado de guardia de Oviedo por los extraordinarios bíceps que poseen la mayoría de los mineros que están participando en las huelgas y las revueltas de las últimas semanas en Asturias. “Hay mineros”, afirma el jefe de policía, “que pueden arrancarte el casco de una hostia”.
A pesar de los sofisticados equipos de protección personal de las unidades antidisturbios, los agentes aseguran que están notando una tremenda diferencia con las cargas que realizaban contra los estudiantes y los chavales del 15-M. “En lo del 15-M eran nenes con gafas y tías buenas, y solo con desenfundar la porra ya les sangraba la nariz”, asegura uno de los agentes afectados por el empujón de un minero. “Parecía que me había atropellado un camión cargado de vigas de hormigón, con remolque y todo”, añade.
Otro de los portavoces de la policía se queja de que no es sólo la fuerza que desarrollan esos hombres sino la rabia que contienen y su facilidad para levantar barricadas en llamas en un santiamén y cortar carreteras con troncos de árbol que necesitarían más de mil estudiantes para ser levantados, y que ellos transportan entre seis mientras reniegan de Dios y su puta madre.
El jefe superior de policía se reunirá esta misma semana con el ministro del Interior para transmitirle su inquietud y pedirle la adopción de algunas medidas urgentes que garanticen un mínimo equilibrio de fuerzas entre los manifestantes y los agentes. Al parecer, una de las peticiones que podría ser atendida inmediatamente, a pesar de su complejidad, consistiría en la realización de un casting previo a las revueltas, en el cual la delegación del Gobierno seleccionaría a los mineros aptos para enfrentarse a los policías, y cuya “potencia de hostia” no debería de sobrepasar los setecientos julios. También los mineros más rápidos y que vayan armados con barras de hierro tendrían un cupo limitado, de manera que por cada cien mineros de bíceps normales habrían sólo dos de piernas poderosas y provistos de una barra de metal que no excedería de ochenta centímetros de largo. La posibilidad de que los mineros sean desbravados por picadores profesionales de toros ha sido absolutamente descartada por el ministro del Interior, pues solo la construcción de corrales y burladeros supondría un coste imposible de asumir en estos momentos".

Una genialidad de Rokambol.com.
Somos o no somos la aldea de Astérix?
Tirando de humor, con permiso de los mineros.

miércoles, 13 de junio de 2012

Un búho pequeñito...

... pero no por eso menos importante. Harta estaba ya de no contribuir a la economía familiar. De ver cómo la cuenta se iba quedando a cero. No estoy acostumbrada a que me financien, y no comprendo el estado de "ama de casa" más que como eso, un estado. Provisional. Vaya por delante mi respeto a las y los que eligen esa ocupación, que conste. Es sólo que yo no valgo. No quiero, no me gusta. Me frustra y me desquicia. Supongo que las vivencias pesan. He visto a otras mujeres renunciar al trabajo remunerado en favor de la familia, los hijos, la casa. Muchas han sido felices, sin duda. Pero otras han asistido a la ruptura de ese entorno, a la despedida del, digamos, cabeza de familia. Del proveedor. Y entonces las he visto sufrir mucho. En casa me lo grabaron a fuego: "no dependas económicamente de nadie si puedes evitarlo". Y, en fin... para bien o para mal es uno de mis lemas.

Como no soy gastiza no preciso de grandes cantidades. Abrazo la filosofía de no enviciarme en nada que no pueda pagar. Cubrir los gastos básicos y tener para algún trapo de mercadillo que reponga los que se van rompiendo, algún libro largamente deseado, algún detalle para un ser querido, tabaco, cafés ocasionales y algún menú duera de casa cuando hay algo que celebrar me parece más que suficiente. Supongo que por mera costumbre. No necesito más. Así es que la llegada de este pequeño búho ha sido toda una alegría. Me siento útil. Puedo financiar mis cosas. Puedo respirar un poco más tranquila. Y hasta puedo quedarme en casa con los enanos, porque el trabajo lo permite (o más bien lo exige!)

Así pues, bienvenidas sean las palabras indescifrables, los ruidos de fondo, las divagaciones, los acentos imposibles y San Google, que me encuentra hasta el término más jeroglífico. Gracias. Me estaba haciendo mucha falta. Y no sólo por el dinero.

(Sí, lo sé, he quedado un poco Rottenmeier en la foto...)