viernes, 4 de enero de 2008

Frío

A lo mejor es sólo porque estoy agotada, porque llevo varias noches sin dormir, porque no consigo comer y por el lío del trabajo, montando una casa para 12 inquilinos, pero el caso es que me siento un poco más triste, más apagada que ayer. Ayer estaba sorprendida. Hablaba del tema sonriendo, pensaba en el tema sonriendo, el sarcasmo me salía sólo, no suponía un esfuerzo ponerme en su piel para entenderle, para que le entendieran otros. Estaba animada y convencida de haber cerrado la puerta, incluso aunque seguía manteniendo ciertas dudas. Pero de repente me sentía tan harta del misterio, de las preguntas sin respuesta, que me daba igual. Caso cerrado.
Hoy lo veo igual de cerrado, pero me parece más triste. No tanto como el primer día, eso no. Triste y gris, en cualquier caso. No me asusta porque conozco el proceso. Sé que habrá días tranquilos, días de euforia, días de melancolía. Sé que aún quedan lágrimas por salir y que, finalmente, un día no saldrán más. Ya cuento con todo eso. Pero en días como el que toca, no sirve demasiado el saberlo. Sigo sin ganas de llorar, y no es porque no esté disgustada. Es, sencillamente, porque es tal el cansancio que no me veo capaz ni de eso. Estoy helada por dentro, como muerta. Me duele todo el cuerpo y no pienso con claridad. Seguramente necesito descansar. Mañana dormiré hasta hartarme. Mañana será distinto. Tocará otra fase, quién sabe.
Apática, nostálgica, pero no hundida. Eso no. Tampoco entusiasmada, desde luego. Es como no estar. Por eso ni siquiera me apetece el masoquismo de las canciones deprimentes. Ni siquiera tengo ganas de autocompadecerme, ni de hacer terapia para obligarme a llorar. Es un curioso estado de "nada". Ni fracaso ni triunfo. No estoy derrotada, pero tampoco curada. Es raro. Quizá por eso mismo no hay U2, ni R.E.M, ni nada que me recuerde a ti, a lo que he perdido. Obvio, tampoco hay Mika, no hay nada que me haga saltar. Podría ser Nelly, contándome lo que ocurre cuando pasamos de las llamas al polvo, de amantes a amigos, pero hace tiempo que me adelanté. Al final va a ser cierto que tengo poderes. Me anticipo a mis pérdidas. No, hoy es otra cosa. Es otra canción que hacía años que no escuchaba y que se coló en mi cabeza de repente. No es alegre, ni triste. Simplemente encaja. Y, además, nunca fue parte de esta historia. Eso lo pone más fácil.


2 comentarios:

Jose dijo...

Pues si tienes frio aqui tienes una manta, una taza caliente y un par de brazos para abrazarte!!

Anónimo dijo...

Te entiendo perfectamente. Espero que cuando descanses veas todo distinto. Sabes que hay momentos así, es parte del proceso, ¡y lo que duelen los jodíos!, pero todo pasará. Y para espantar el frío que se siente por dentro sabes que tienes muchos amigos que siempre estarán ahí. Mucha fuerza, brava dama del norte. Un besote. Carlota_Bruner