lunes, 18 de junio de 2007

Un largo fin de semana

Hay muy pocas cosas más gratificantes que la sonrisa de alguien a quien quieres, que la emoción sincera de una persona que ha logrado llegarte al corazón (incluso esquivando las espinas) Este fin de semana no hubo nada que brillara más que los ojos de nuestra Princesa y resultó un lujo poder verse reflejada en ellos. Me encanta que lo hayas disfrutado a nuestro lado. Y bueno, no ha sido para tanto. Ya he recuperado la audición, Guaja puede caminar de nuevo, la Chini no se desmayó, a Menchín no le explotó la cabeza y Marechek tuvo la delicadeza de no convertirse en paella hasta el último minuto. No puedes quejarte, Princesa. Somos unas jabatas. Ahora sólo nos falta la versión de los chicos y que nos hagan ellos el album (porque yo, me niego!)
Y tú, Marechek, no desesperes. Estaremos ahí para mimarte, cotillear, cubrirte con rodajas de manzana y tirarte de los pelos si te rascas. Ánimo, rubia. Échale cuento, que te cuidamos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero mira que cuentas bien las cosas perraca, en 4 líneas has resumido impresionantemente este finde loco y alucinante.

Te tomo la palabra y aquí os espero intentando no rascarme.

Besos.

Marechek.

Lenka dijo...

Mañana trabajo!! No me dejan cuidarte!! Me tienen frita!!!

Bueno, te llamo. Algún día prometo ir a verte caiga quien caiga, demonios!!!!

Anónimo dijo...

Bueno no te preocupes, si te sirve de consuelo de momento tampoco me encuentro muy bien por las tardes y prefiero retorcerme en mis picores yo solita, ya hablamos.

Besos mil

Marechek