viernes, 30 de noviembre de 2007

Un ángel que me diga qué hacer

4 comentarios:

Wendy Pan dijo...

A ver, qué pasa ahora?
No es un reproche, es que no lo acabo de entender (soy un poco cortita ;)).
En cuanto a lo de las ojeras, tú serás la Reina de los Buhos trasnochados pero la reina de las ojeras, es aquí una servidora, que las tengo duerma o no duerma jur jur jur

Y he visto que pones aquí al lado:
"Es más tarde de lo que crees"
y yo le añado: "pero más pronto de lo que te imaginas, baby!"

Lenka dijo...

Wendy, querida mía, siento llevarte la contraria pero NAAAADIE me va a arrebatar el título de Reina de las Ojeras. Las tengo desde que nací. No importa si me ataca el insomnio o si duermo 14 horas. Las tengo. Siempre. Son herencia de mi abuela y una seña de identidad en mi familia.

;-)

Qué pasa ahora? NADA. Eso es lo malo. Que a veces las cosas se detienen solas. Y otras veces hay que detenerlas porque no sabemos hacia dónde van. Yo acabo de pegar un frenazo y no pienso volver a arrancar hasta que aclare muchas cosas. Eso es lo que pasa.
Besos!

Guaja dijo...

Yo tengo un angelito, ya lo sabes. No se si el se servira de algo, pero yo entera me pongo a tu completa disposicion (bueno, entera no, de la espalda mejor prescindir)

En serio Le, ya sabes que estoy aqui para acompañarte en tu "frenazo". ;)

Lenka dijo...

Gracias, Lo. Procuraré no estrellarme. Lo malo de conducir a oscuras es que no hay forma de saber si te has pasado de largo, si has girado antes de tiempo, si te has confundido de carril... o si debiste girar a la izquierda en Alburquerque... Sólo descubres el error cuando chocas. Demasiado tarde. Por eso puede que sea mejor frenar. Al menos estás a tiempo de arrancar otra vez y probar suerte.