miércoles, 25 de abril de 2007

Un cuento para Menchín

Te ha tocado. Por sabia, por hermosa, por dulce, porque fuiste mi amiga desde el primer minuto, porque no me cabe duda de que has estado conmigo en todas mis vidas, siempre cerca, siempre generosa, dispuesta a escuchar, a compartir, a comprender. Porque sabes acercarte pese a mis asperezas, porque jamás invades, pero siempre estás. Porque me enseñas constantemente, mi amiga sabia entre las sabias, y porque me das el mejor de los tesoros: esa risa que derrochas y me prestas cada vez que pierdo la mía. Un cuento sabio para la amiga sabia. Seguramente no te enterarás nunca, viajando constantemente, pero no importa. Lo sé yo y eso me basta. Otro cuento para una de mis rubias. Os adoro!
EL JUEZ
Rabindranath Tagore
Di de él, Juez, lo que te plazca, pero yo conozco las faltas de mi niño.
Si lo amo no es porque sea bueno, sino porque es mi hijo.
¿Qué sabes de la ternura que puede inspirar, tú que pretendes hacer exacto inventario de sus cualidades y sus defectos? Cuando yo tengo que castigarlo se convierte en mi propia carne.
Cuando lo hago llorar, mi corazón llora con él.
Sólo yo puedo acusarlo y reñirle, pues sólo quien ama tiene derecho a castigar.

No hay comentarios: