viernes, 13 de abril de 2007

La tribu Malaussène

Sí, lo confieso, tengo un nuevo amor. Que me perdonen los anteriores, saben bien que les guardo en un rinconcito, hay sitio para todos. Pero no puedo negarlo: estoy enamorada hasta las trancas!

Una vez dije que el frikismo no nace, ni muere, sólo se transforma. Se ramifica. Fluye y desemboca en nuevos frikismos que se encadenan, se enlazan en una especie de tapiz Näif.

Mi nuevo amor es reciente, y fue mi padre quien me lo presentó (gracias, viejo). Es un hombre que me tiene fascinada. Su creador: un gabacho nacido en Casablanca, un genio, un loco maravilloso. Con ustedes, Daniel Pennac.

Imaginaos a un tipo joven, con una madre casquivana y veleta que desaparece tras cada nuevo amante y sólo vuelve a casa para poner en brazos de ese pobre primogénito al nuevo fruto de sus andanzas. Imaginaos una tribu formada por esa madre que va y viene, el sufrido hermano mayor, una enfermera enamoradiza, una pitonisa lúgubre, una bella fotógrafa, un pirómano malhablado, un pequeñajo con gafas rosas, un bebé chillón y un perro epiléptico y apestoso. Añadid un gay presumido, una reportera intrépida, un serbocroata experto en armas y ajedrez, una panda de abuelos yonkis, una editora perversa y un barrio de moros trileros, negros inmensos, travestis brasileños y policías de todo pelaje. Pues todo eso, de momento, es la tribu Malaussène. Y aún voy por la segunda novela. Me quedan tres. No me atrevo ni a imaginar hasta qué extremos de surrealismo puede llegar Pennac. Pero me tiene hechizada.

Novela policíaca, romance, humor negro, tragicomedia, costumbrismo, intriga... está todo ahí, todo junto, mezclado. Un delirio. Mi amado protagonista trabaja como chivo expiatorio, es cínico, corrosivo, adorable y está secretamente enamorado de su hermana. Sólo sabe llorar cuando le pagan y es imposible que no te caiga bien. Es más, ya lo he dicho: le amo. Así pues, y para agradecer al cosmos que mi padre me lo presentara, yo os lo presento a vosotros.

La felicidad de los ogros. El hada carabina. La pequeña vendedora de prosa. El Señor Malaussène. Los frutos de la pasión.

Avisados estáis. Daos un paseo por el barrio de Belleville y conoced a esta tropa, porque merece la pena. Hacía mucho tiempo que no se me saltaban las lágrimas de risa leyendo. Disfrutadlo.

Hoy es viernes trece, San Chivo Expiatorio y Santa Bruja Irredenta. Vendrán los búhos?

6 comentarios:

Lal dijo...

Que buena pinta tiene eso!!! tomo nota brujilla, tomo nota.
Y hablando de buhos, no los oyes ulular?? :P

Cris dijo...

Debe de estar muy bien. Habrá que leerlo.

Anónimo dijo...

Cariño, he ido hoy corriendo a comprármelos todos de un tirón...¡y no los he logrado encontrar!:-(
No es posible tanta mala suerte. Y eso que yo nunca he sido supersticiosa con los Viernes 13.

Lenka dijo...

Espero que puedas encontrarlos, Eli. Yo tengo dos en una edición y tres en otra. Un par de ellos de una librería de Gijón, otro par de Sevilla, ya sabes, y otro de la Semana Negra. Al final me hice con todos. Seguro que se pueden pedir en La Casa del Libro. Suerte, espero que los encontréis, porque de verdad que son algo digno de leerse!

Feliz Viernes 13 a todos!

JR dijo...

jeje, el tal mallause ese debe ser un tipo cojonudo :)

Lenka dijo...

Por última vez, Jr, se llama Malaussène!!! Y sí, por supuesto que es cojonudo.

;)

Besos!