lunes, 10 de agosto de 2009

Peludos


Siempre doy la tabarra con eso de que mucha gente parece decidirse a tener hijos por las razones más peregrinas. Anda que no lo hemos debatido, y que si la educación nefasta, que si los niños tiranos, etc. No me repetiré (por ahora). Pero está claro que si hay personas que tienen enanos al buen tuntún y sin pararse a reflexionar medio minuto... calculad lo que pasa con las mascotas.

No soy una "loca de los bichos", pero me gustan. Los respeto, intento no humanizarlos en exceso y no soporto que se les haga sufrir de ningún modo. Me cabrea la irresponsabilidad, máxime aplicada a seres vivos. Observo con pasmo cómo hay gente que literalmente disfruta maltratando animales, cómo se muestra inconmovible a su dolor, con qué alegría y jolgorio se abandonan mascotas. Flipo con las modas. Os habéis fijado?? Cuando yo era niña todios tenía pastores alemanes. Con los años la onda fue cambiando: huskys, boxers, labradores, pit bulls y demás razas que luego se consideraron "peligrosas", el highland terrier blanquito (manejable y muy urbano) y ahora mismo el puñetero bull dog francés, entrañable, sí, pero feo como un cuerno, una especie de cerdito enano que no ladra, hace "oink". Tendencias.

No digo nada siempre que uno sepa lo que hace, quiera a su bestia, la cuide, la respete. Se responsabilice de ella y no la abandone al primer par de zapatillas mordisqueadas. Porque, sépanlo, señores, las mascotas dan por culo que es un primor. Hay que sacarlos aunque granice, cambiarles la arena, aspirar toneladas de pelo, romperse la cabeza en vacaciones, llevarlos al veterinario, gastarse pasta con ellos. Es así. No está de más evitar caer en la imbecilidad absoluta (mi Cuki sólo come pollo guisadito de mi mano, es que no quiere nada más la muy consentidota) y es deseable molestarse un poco (una mascota no necesita collares de diamantes, pero igual sí que agradece no tener los piños carcomidos de sarro).

El pasado año se abandonaron en este país tres mil gatos por la extrañísima razón de que llegaba un bebé a la familia. Alucinen. Pásmense. Flipen en colores. Parece ser que ha calado hondo eso de la paranoia con la mega higiene antibacteriana, y de chuparnos el zapato lleno de barro hemos llegado a la desinfección de chupetes con salfumán. Curiosamente, de criar niños como toros hemos pasado a criar zotes belloteros llenos de alergias, toses, mocos, intolerancias, sarpullidos y diarreas. Los niños ya no pueden ni beber agua del grifo, como para tener bichos en casa. Son legión los enanos que han crecido recibiendo lametones perrunos, agarrando gatos por el rabo y hasta compartiendo helados con algún peludo compañero. Todos los que conozco son como robles. Pero ahora resulta que si la toxoplasmosis, que si el asma y que si la madre del cordero. Pánico. Horror.

Y digo yo, cómo es posible que haya pediatras, maestros y hasta tocólogos con gatos y con perros? Cómo es que las veterinarias osan quedarse preñadas, y hasta ejercen con el bombo a cuestas? Por favor, seamos un poco sensatos y dejémonos de pijadas. Por qué un animalejo sano, cuidado, querido, bien alimentado, con sus vacunas y sus antipulgas debería ser un riesgo para un tierno infante? (Máxime cuando todos sabemos que, normalmente, el riesgo lo corre la mascota). Cuántas enfermedades mortales de necesidad puede agarrarse un perro que apenas sale al parque del barrio, o un gato que en la vida atraviesa la puerta de la calle? Qué pueden tener de terrorífico unos bichejos que llevan chips, cartillas médicas, certificados y toda la pesca, cuando no pasa un año sin que su matasanos personal te llame para recordarte que le toca la pipeta de las garrapatas o la trivalente de marras?

Parece como si la mascota fuera el ensayo previo al niño. Un experimento. Una vez logrado el niño, nos deshacemos de la mascota. Es estúpido y es cruel. Y no es necesario. Y como lo sabemos, y sabemos que "él nunca lo haría" no nos cansamos de buscar excusas peregrinas. No sé si tendré hijos algún día. Si los tengo estoy segura de que los querré por encima de todo. Pero en esta casa, campeón, hay una perra y dos felinos. Y ellos llegaron antes. Así que ojito con tirarles de la oreja. El pelo no es aconsejable masticarlo. Las galletas de animales saben malamente. Y si te llevas un arañazo, mercromina y a correr. Aprenderás mucho de tus hermanos de cuatro patas. Probablemente serás mejor persona. Responsable y cariñoso. Nunca tendrás mascotas así, a la ligera. Y puede que jamás sepas lo que es una alergia. Me lo agradecerás.

13 comentarios:

Agus dijo...

Pues que decirte Lenka, que estoy deacuerdo en todo lo que dices. A mí me gustan mucho casi todos los animales, y los perros ya ni te cuento. No pasa perro a mi lado al que no le destine un piropo o una caricia. Así que, no puedo entender el abandono, sea cual sea la causa que lo motive. Yo pasé casi todos los veranos de mi infancia en una pequeña aldea en la que había ganado y perros pastores. Recuerdo con una profunda nostalgia aquellos días estivales que discurrian en las cuadras viendo los nuevos corderos o ternerillos, buscando a los cachorros en los pajares, deseando terminar de comer para llevar los restos a los perros. Me lo pasaba genial y lo triste era cuando se acababa el mes de agosto y tenía que regresar a la gris ciudad dejando aquel maravilloso paraiso repleto de patas, hocicos y pelos.
Nunca me pasó nada malo debido a estar revuelta con los animales. Todo lo contrario, y creo que quien haya tenido experiencias similares sabrá que lo único que puede aportar a la crianza de un hijo son beneficios, llevando unos pequeños cuidados básicos, como son las vacunas y desparasitaciones de los animales.
En fin, quien quiera criar a sus hijos en una burbuja a lo Michel Jackson que lo haga, ya sufrirán las consecuencias. ES triste, pero es así.El que al cielo escupe, a la geta le cae.

Lenka dijo...

Encantada de leerte, Agus!

Siempre ha habido personas muy poco responsables con los animales, y muy indiferentes a su sufrimiento. También hay muchos que se enternecen así, de momento, y una vez pasado el capricho todo son problemas. Y es que hay que pararse a pensar un poco antes de tomar ciertas decisiones. Que nos gusten los niños no implica que deseemos ser padres. Que nos guste cocinar no implica que queramos montar un restaurante. Que nos gusten los bichos tampoco implica necesariamente que debamos tenerlos.

Me gustan los perros pero jamás he querido tener uno. Por qué? Porque soy vaga, porque soy independiente, porque no quiero hacerme cargo de un animal que requiere tiempo, cuidados y atención. No es incompatible que algo te guste (ooooooh, qué perro tan precioso) con que sepas bien que no eres la persona más indicada para responsabilizarte de ello. Al final me he visto con una perra en mi vida, porque mi pareja adoptó una antes de conocerme. Mi pareja entró en mi vida y entró con perra, claro. Lo acepté, así que me hago cargo de ella, la quiero y la cuido, aunque me dé pereza muchas veces.

Los gatos son cosa mía, siempre he tenido y siempre deseo que haya alguno por casa cuando los anteriores nos van dejando (algo muy duro que también viene en el lote y para lo que hay que estar preparado en la medida de lo posible). Total, dos gatos y una perra. Asumo la lata que dan, los problemas en vacaciones, la casa llena de pelusas flotantes y que si dejo un mechero, un anillo o casi cualquier cosa pequeña por medio, terminará bajo el sofá o desaparecida en combate. Es lo que hay y lo he decidido yo libremente.

Lo malo es que ahora, además, se nos suma al asunto la neura histérica con la higiene, y hemos creado mitos ridículos sólo para consumir todo tipo de productos que en realidad no son imprescindibles. Un animal doméstico y cuidado no es un peligro para ningún niño y, además, es un buen compañero para él. Los niños no se rompen por caerse en el parque, ni por beber de las fuentes, ni porque un perro les dé un lametón. Abandonar a una mascota por la llegada de un crío es absurdo y cruel, y demuestra que esa mascota (según yo lo veo) no era un compañero, sino un capricho, un complemento.

Bowie dijo...

A mí me encantan los animales. Y también detesto q sufran.
De hecho, no tengo ninguno.

Lenka dijo...

Pues es una sabia decisión, Maese. No todos comprenden que, a veces, la mayor demostración de respeto que se puede hacer a alguien (pareja, hijo, mascota) es decidir no tenerle. Hay gente que lo considera egoísmo o inmadurez. A mí me parece justamente lo contrario.

Kaken dijo...

Pues también de acuerdo contigo, Lenka.
El tema delicado se plantea, no por cuestión de higiene, si no porque la toxoplasmosis puede causar graves daños a los embriones.
Si estás embarazada y te dicen esto: "Si bien hasta el 90 por ciento de los bebés infectados parecen normales en el momento de nacer, entre el 80 y el 90 por ciento desarrollan infecciones oculares peligrosas para la vista muchos meses o años más tarde. Algunos desarrollan pérdidas de la audición, hidrocefalia (agua que rodea el cerebro), retraso mental, problemas de aprendizaje o ataques de apoplejía. La toxoplasmosis contraída durante el embarazo también puede provocar un aborto espontáneo o el nacimiento de un feto muerto"...hay que elegir, el riesgo es bastante elevado.

http://www.geosalud.com/embarazo/toxoplasmosis.htm

Un bes.

Lenka dijo...

Pero la pregunta es: realmente es tan sencillo contraer toxoplasmosis a través de un gato casero que jamás sale a la calle ni se relaciona con otros animales??? Una mascota que, además, está vacunado de todo lo vacunable??? Existe de verdad un riesgo tan considerable como para plantearse si quiera deshacerse de las mascotas??? Pregunto yo desde la ignorancia y desde la comprobación empírica de que todas las mujeres que yo conozco que han gestado con gatos en casa no han tenido ningún problema.

Puedo entender que quizá no sea lo más aconsejable recoger un gato callejero estando embarazada. Pero tratándose de los tuyos propiamente, vacunados, cuidados y controladitos siempre entre las paredes de casa?? De verdad hay riesgo digno de tenerse en cuenta??

Salem6669-Satori6669 dijo...

Teniendo en cuenta que hace un añito que soy tío de una Enorme pequeñaja y que en mi casa tenemos tres hermosos gatos más un bonito pastor alemán que no está en la casa pero como si lo estuviera,
te diré que a mi hermana le aconsejaron que no recogiese las heces de los gatos directamente con las manos ( ¿¿¿¿¿ ???? ) y que no les acercase el hocico a la cara ( que no les diera besos vamos )
Como comprenderás mi hermana siguió los consejos médicos ( incluso algo más restrictivos ) y ahora la princesita convive perfectamente con toda la troupe de bestias ;o)
Pd.- es increíble observar como los animales actúan con los bebés,
uno de los gatos que normalmente sólo marcando),
suele morder y arañar,
jugando (sin apretar normalmente ) resulta que llega el bebé y le puede enganchar de donde sea que ni se inmuta,
y el perro procura no hacer movimientos bruscos si ve que ésta anda cerca,
en fin,
que mejor nos iría si aprendiesemos un poquito más de nuestras mascotas.

Esperando más cartas a los Búhos.
Besinos.

Lenka dijo...

No está de más vigilar un poco más las medidas de higiene, pero de ahí al abandono... joer. Anda que no hay trecho.

Y luego eso, es que nos hemos vuelto idiotas con los críos! Pero qué pensamos? Qué podemos controlar todo lo que toquen o se lleven a la boca??? Tenemos la menor idea de lo que hacen cuando no miramos? Mi hermano comía tierra y detergente y está como una mula. En el pueblo no teníamos mayor afición que tocar a todo bicho viviente, fuera rana, oveja o perro sarnoso y noooooo, no nos pasó nada. No sé qué pretendemos corriendo tras los críos para desinfectarles todo lo que les queda al alcance. Tanto desvelo pa que luego compartan el chicle en clase. Y mándalos de campamento, que es la forma más eficaz para que pasen quince días sin lavarse ni los dientes. Oye, y no mueren, ni pillan la peste (bueno, eso sí, pero la otra peste) Que vuelven a casa rebosantes de roñosa salud!!!

En fin, que es lógico evitar ciertos riesgos y tener cuidado, pero tampoco hay que perder el norte.

Kaken dijo...

Sigo estando de acuerdo contigo, y con Salem.
Sólo apunto que las embarazadas están muy expuestas ante ciertos contactos y que merece la pena hacerlo bien: intentar proteger al bebé y hacerlo compatible con la mascota, ya sea dejándola al cuidado de otro o con cualquier medida que asegure que no haya contagio peligroso para el bebé.
Una vez que nazca, ya es otra cosa, creo.

Tengo tres hijos que no son, por el momento, alérgicos a nada.
Les crié a teta el tiempo que pude, poco, y el resto a biberón con agua del grifo y sin desinfectar, lo que causó mil críticas y descalificaciones familiares, era a los ojos de muchos una mala madre, pero yo sabía lo que hacía.

Y después de saber lo que sé, nunca aconsejaré a mis hijas tener un animal cerca estando embrazadas, ellas ya saben que puede haber pausas, simplemente.
Nunca hay necesidad de abandonar, la creamos nosotros mismos, tanto con animales como con personas.

Hay soluciones intermedias par quien las quiera, por supuesto, pero tampoco hay que ignorar los riesgos.

Ea, otro bes.

Lenka dijo...

Y me parece muy juicioso lo que dices, en serio. Sólo me preguntaba cómo de alto y significativo es ese riesgo que mencionas. Porque te aseguro que conozco a muchas mujeres que han pasado sus embarazos con gatos y a ninguna le ha pasado nada. Es más, es que hay mucha gente a la que le cuentas esta historia de la toxoplasmosis y se quedan pallá. "En la vida lo había oído!"

Vale que la ciencia avanza y nos va dando novedades y mejoras, pero a veces me pregunto si no lo flipamos en colores. De verdad ES tan arriesgado? Porque no lo veo reflejado en la realidad, por eso lo comento. No sé de ninguna embarazada con gatos que haya tenido el menor problema, y algunas es que ni se enteraron de que tal problema pudiera existir. De ahí mis dudas.

Todo esto viene porque estamos en época de barrigas, jajaja. Tengo varias embarazadas en la pandi y me tienen ojiplática con las órdenes de sus médicos. Nada de embutidos por si la triquinosis!!! Nada de gatos, toxoplasmosis!!! Nada de vegetales, o me los lavas con lejía, por si los bichitos!!! JO-DER, que más que estar preñás parece que estén infectadas por algo!! O poseídas!!! Coño, es que ahora el embarazo cada vez se parece más a una enfermedad!! Y en fin, que me acuerdo de mi abuela que estuvo preñada once veces y comió lechugas, repollos, chorizos del pueblo, morcillas y lo que pilló por el camino, y anduvo entre animales y ahí están los once, sanos como mostrencos y sin un mal asma del que presumir. Por eso me pregunto si no estamos perdiendo un pelín el norte. Pregunto.

Kaken dijo...

Entiendo perfectamente tu planteamiento, tu argumentación y tu pregunta, me parece todo correcto.
En cuanto a la prevalencia, los datos están en la web que cité (leétela, plis, es muy buena y muy clara).
De todos modos, tengo curiosidad porque me has ayudado a recordar lo mucho que insisten los ginecólogos en este tema (te hacen como una especie de interrogatorio policial, jeje)y en breve intentaré que me amplíe el tema un amigo que es ginecólogo.
Yo tampoco sé de nadie que haya tenido problemas, pero me consta que puede haberlos y demasiado serios.
Aún así, abandono no, abandono cero pelotero, hay otras vías.
Pero tampoco asumamos riesgos graves por ignorancia, no?
(Si, ya sé que soy muy pesadita...)
Un bes grandote.

Lal dijo...

La toxoplasmosis! anda que no se han abandonado e, incluso, eutanasiado gatos porque le señora de la casa se ha quedado embarazada...
Y todo por qué? por desinformación pura y dura, por parte de los propietarios que no son capaces de ir al veterinario y preguntar directamente cuales son los riesgos, y por parte de muchos médicos cuya primera respuesta es "fuera ese gato".
Yo ahora mismo estoy haciéndo prácticas en una clínica y una de las veterinarias acaba de ser mamá, sobra decir que se ha pasado todo el embarazo trabajando en la clínica con gatos desconocidos, y que nadie mejor que ella sabe de los riesgos. La peluquera está de 8 meses, y ahí sigue, lavando y pelando gatos a diestro y siniestro, sin ningún tipo de problema.
Como bien decía Salem, con unas medidas de higiene (cosa que por otro lado me parece básica) es más que suficiente para poder seguir conviviendo con tu gato, que al fin y al cabo debería ser un miembro más de la familia.
Además, a nivel de comportamiento, considero importante que el gato, perro o lo que sea, esté presente mientras se van produciendo los cambios en el entorno. Dejar el bicho a cargo de segundas personas y reintroducirlo en casa para encontrarse de golpe y porrazo con una nueva personita, nuevos muebles, juguetes, reglas, restricciones... no ayudará nada a la convivencia.

Lenka dijo...

La bióloga/veterinaria/bichóloga ha hablado. Amén ;)

Kaken, desde luego que hay que informarse, que un embarazo no es cualquier cosa. Informarse y asesorarse, pero sin neuras. Y es que a veces nos pasamos de neuras. No pongo en duda tu información sobre los riesgos (gracias por el enlace!!) pero siempre me queda la duda de, si es tanto el riesgo, cómo es que hay mujeres que osan ser veterinarias incluso estando embarazadas. Más expuestas que ellas no está nadie. A ellas les llevan animales de todo pelaje (jijiji), muchos de ellos enfermos, y muchos encontrados en la calle, muy malitos, moribundos incluso. Y, por lo visto, no es tan sencillo contagiarse. Por estadística lo digo, vamos.