viernes, 10 de octubre de 2008

Última noche en El Ñeru

Fue tal que ayer y aún arrastro una sensación medio extraña. Por una parte, la tristeza de perder un buen trabajo. Corrijo: un trabajo horrible, pero bien remunerado y con muchos descansos, ideal para sobrellevar el estrés que provocaba. Por otro lado, la rabia de sentir que nos están vapuleando hasta el final. La última semana hemos currado sin vigilantes de seguridad, expuestos al nerviosismo y los colocones de la facción chunga, que andaban más revueltos que de costumbre ante la inminencia de cambios. Para más inri, los últimos días deciden que trabajemos de uno en uno, que cada cual se bata el cobre en su turno a cara descubierta. Así fue mi última noche, sola con dos elementos bastante manejables, pero asustada ante la posibilidad de visitas ajenas. Sí, ya sé pegarme con los míos. Pero no me habría gustado nada tener que pegarme con los de fuera, los invasores de otros centros que tanto disfrutaban colándose en el nuestro.
Pero, tal y como el cosmos se empeña en enseñarme, todo tiene su compensación. A veces de manera inseperada. Tras el desengaño con algunos jefes, con unos cuantos compañeros, tras la demostración palpable de que siempre hubo educadores de primera y de segunda (y estos éramos los del turno de noche), tras terminar este proyecto de la peor manera y con tanta decepción, descubro asombrada que el mejor de los gestos viene de un segurata, tan cuestionados ellos por mis colegas. Sin tener ya contrato ni obligación ninguna, interrumpiendo su noche de marcha, vestido de paisano, se me planta Tapia en El Ñeru, acudiendo sin dudar un instante a mi llamada. Se hace el encontradizo, en plan visita de cortesía. Saluda a los chicos, les deja caer las pertinentes advertencias, en ese tono suyo tan "qué buen rollo, chato, pero sin chorradas, porque te doy hasta que me duelan los brazos" (el acento es lo mejor, sin duda), y me acompaña en la guardia hasta que las fieras duermen. Eso es un compañero, desde luego. Parece mentira que a estas alturas me tenga que ver más apoyada por un vigilante que por la empresa.
Y es que cada vez tengo menos dudas de los por qués de este cierre. La falta de logros, claro. Las pérdidas económicas. Las lógicas quejas de los vecinos. La ineptitud de Consejería. La saturación de los jefes. El constante baile de personal. Las cafradas de los monstruos, con sus mil denuncias, el hartazgo policial, el miedo de la gente. Y la falta absoluta de criterios unánimes por nuestra parte. Porque, como bien decían Tapia, el Ruso, el Abuelo, Rocky, incluso el tarado de Elvis: "tronca, así no se puede. Estamos para cuidar de vosotros, pero si tú me das las gracias por quitarte a un sobón de encima y luego otra educadora se deja tocar las tetas y les ríe la gracia... yo me pierdo. Evitas que a uno le partan la cabeza y luego te suelta que te has extralimitado. Quejas a la jefa y broncas pa nosotros todos los días. Así no se puede". Y no, no se podía.
Todo esto era fruto de la ancestral escisión, ya sabéis, los cool por un lado (defendiendo el buen rollo, la confianza total, la manga ancha) y los bolcheviques por el otro (más partidarios de la disciplina y el hacer que los monstruos se ganaran las cosas). Me sumo entre estos últimos. Pero siempre fuimos los malos. Los vigilantes estaban claramente del lado "mano dura", así que también eran los malos. Lo más curioso era comprobar cómo los cool renegaban de los vigilantes para, acto seguido y con tortazos de por medio, sufrir crisis nerviosas y ataques de llanto. En cambio el bando bolchevique gozaba de tan buen rollo que no era extraño terminar a carcajada limpia una sesión de sillazos y disolvente. La guerra es mejor con aliados. Habrá que juntarse con los chicos de la porra para unas sidras y contar las batallitas de los viejos tiempos.
En cuanto a los monstruos? Más sorpresas. Una semana de despedidas, lágrimas y buenos deseos. Y un mensaje del cabrito del Chiqui desde su pequeña cárcel. Que lo siente mucho. Que a ver si me paso a verle. No es increíble? En fin, hasta aquí hemos llegado. Aunque algo me dice que tendré noticias de mis pequeños salvajes. Seguro.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Si lo entiendo bien, esta historia se ha terminado definitivamente. Espero q algún día haya ocasión y me la cuentes con detalle.
Fíjate si estoy despistado, que de momento no sé bien si alegrarme o lamentarme contigo.
En cualq caso, un abrazo.

Lal dijo...

Ya sabes, Len, lo que no mata, engorda o fortalece. A tí te ha tocado esto último, que es una doble suerte :=)
Un besote.

Rogorn dijo...

Pues tanta paz tengas como descanso te dan. A ver si lo próximo que te manden hacer sea algo en lo que merezca la pena un poco más gastar tiempo y energías. Suerte.

Ina dijo...

Mi solidaridad Len. Estoy segura de que te has dejado "la piel en el pellejo" (parafraseando a la clásica) por hacer de la vida de los monstruitos algo mejor, más digno y sobre todo enseñarles cuales eran sus posibilidades y sus límites. Tu parte está hecha (bien hecha) ahora les toca a ellos sacar algo en limpio de ello, y si no son capaces, peor lo tendrán. Cierras una etapa en la que seguro que tu también has crecido. Ahora a pensar en el futuro, que seguro que será aun mejor. Y me ha quedado el discurso de la madre priora. :P

Wendy Pan dijo...

Siento mucho que no haya acabado bien este proyecto alucinante, el de las segundas oportunidades.
Pero seguro que ha quedado algo de "sedimento" en los chicos, y tarde o temprano (esperemos que temprano, en el fondo no son tan estúpidos) se darán cuenta de como son las cosas en realidad. Aunque se den con la realidad en todo los morros.

Tú, mi reina, estaras bien, lo se.
Besotes.

Kaken dijo...

Más grande, más fuerte, más madura, con más posibilidades ante la vida....mucho ánimo y eso que te has llevado¡
Estoy deseando que nos cuentes nuevos proyectos.
Un bes

Kaken dijo...

Niñaaaa, actualiza o me da un yuyu¡¡¡
Supongo que estarás a otras cosa`s mejores, un bes ;-)

Sra de Zafón dijo...

Se te echa de menos. Espero que no estés de bajón. La verdad no te pega, te pega más estar haciendo algo "cambiante", o relajante , o agitante...no sé. Pero el no poder leer tus palabras es lo que tiene ... que una se puede imaginar de todo, casi.
Sólo espero que estés bien.
Un beso en donde estés y como estés.

Lenka dijo...

Ya he vuelto. Gracias a todos por la paciencia (marditah mudanzah!!!)

Bowman, no me sufra usted. Se acaba lo que debe acabarse y bien está, aunque sea una jodienda quedarse sin curro y sin sueldo. Pero ya habrá algo, espero. Espero, sí, porque con 30 primaveras y estando el patio como está, cada vez estoy más harta y más hasta el moño. Y cada vez es más chungo encontrar algo decente en este puto país en el que a los 30 ya eres vieja pa que te contraten pero, eso sí, no tienen ningún problema en ofrecerte un sueldo de niña de 16. Argh. Asco.

No importa, no importa, soy un junco, todo se arreglará...