domingo, 26 de octubre de 2008

Chau, Rubito


Primero las malas noticias. Y, obviamente, no puede haber otra peor que esta. Nuestro Mariano, el Rubito de Cádiz, el pisha, Pato-Killer, el monstruo de las gaviotas, nos ha dejado. De repente y de forma trágica, aunque, realmente, siempre resulta trágico perder a uno de nuestros pequeños amigos.

En este caso quizá resulta aún más triste porque era demasiado joven (cuatro añitos apenas) y porque era un peque muy deseado, tan deseado que fue encontrado por el Pater en una cuneta en Tarifa e inmediatamente adoptado. Tan deseado que nos aceptó desde el primer segundo dándonos muestras de un amor incondicional a todos. Y por una de esas cosas del destino (que no siempre acierta) su corta y hermosa vida terminó en una carretera, en el mismo sitio donde había empezado para nosotros. Y la pobre Concha, está desolada. Quizá mucho más que nosotros, porque entre ellos se creó un lazo indestructible, ese que se da entre dos almas caninas que se encuentran y se descubren hermanos desde el principio.

Nunca olvidaremos la inteligencia de tus ojos verdes, el modo en que aprendías cualquier truco a toda velocidad, tus pozos, tus rastros impecables, tu energía, tu cariño desbordante, tu obsesión por pastorear a todo bicho viviente, fueran vacas o pájaros, tu amor por los gatos, el modo en que escapabas de las ataduras cuando el Pater te castigaba por una fechoría y la generosidad con la que liberabas siempre a tu torpe compañera para poder huír juntos. Jamás la dejaste atrás. Eras un auténtico aventurero, un explorador. Y, aunque fue ese afán de conquista el que te costó la vida y nos dio el peor de los disgustos, también fue precisamente ese empeño el que te llevó a vivir odiseas impagables. Así que viviste y moriste como lo que eras: un valiente.

Mucha suerte en tu último viaje, Rubito. Gracias por estos años de lametones. Y da montones de besos a Blasa, César, Lenny y todo el clan de Bastet, a los que tanto quisiste y con los que, estoy segura, estarás correteando ahora en alguna parte. Hasta siempre.

11 comentarios:

Ina dijo...

Oooooh. Cuantísimo lo siento Len. Un abrazo enorme para ti, y para el Rubio, buen viaje, (y a ver si le puede dar recuerdos a Mincha, Zoca y Mus, que me esperen)

Anónimo dijo...

Lo siento mucho, Len.

Un beso.

Amaranta

Eli dijo...

Muchos besos, nena.

Sra de Zafón dijo...

Sé cuanto se puede llegar a querer a un perro, y a un gato, y a un pato...y a un montón de bichillos más que han rondado por mi vida.
Lo siento mucho.

Salem6669-Satori6669 dijo...

Lo siento Len,
pero seguro que ese espiritu aventurero que describes está ya buscando nuevas aventuras en las que meter en líos a todos los miembros del clan de Bastet ;o)

Esperando más cartas a los búhos y que Mariano siga correteando allá donde esté.

¡ ah ! y sabes la rabia esa que da cuando estás llamando a alguien y después de cierto número de tonos te salta el puñetero buzón? que rabia da no? no se si sabes de lo que te hablo ;oP,
en fins seguiremos intentandolo aunque lo primero que le diré será que lo quiteeeeeeeeeeeeeee ;o)

Besinos

Lenka dijo...

Vale, vale, ya se lo digo yo también, que me tiene pasado alguna vez y sí, da mucha rabia.

Gracias a todos por los ánimos y el apoyo. La vida está un poco más tristona al saber que no habrá más peripecias del Pato-killer, pero al menos siempre podremos recordarle. Besos, chicos.

Lal dijo...

Nena, lo siento tanto... no sé ni qué decir, salvo enviarte el más fuerte de los abrazos.
Rubito ni se imagina la de aventuras que le esperan ahí arriba, la de compañeros...

Anónimo dijo...

Vaya por dios Len... un abracito muy fuerte y otro para tu papi

Marechek

MacVamp dijo...

Lo siento mucho, Lenka :p

Te envío un fuerte abrazo y muchos ánimos.

Mac

Io dijo...

Hola Lenka,

Ya había visitado tu blog otras veces, pero nunca te había dejado un comentario.

Siento mucho esa pérdida. Adoro a los animales, independientemente del número de patas que tengan. Yo también tuve que despedirme de los que se fueron marchando, y se pasa muy mal.

Pero lo importante es cómo vivieron, la calidad de vida que tuvieron, el cariño que recibieron y lo bien que se les cuidó.

Ahora el Rubio se ha marchado y a tí te toca llorar su ausencia, pero no te desanimes; pronto aparecerá otro, lamentablemente en este país no escasean los animales abandonados. Somos la vergüenza de Europa, y hacen falta muchas personas como tú.

Un abrazo, Lenka

Lenka dijo...

Muchas gracias a todos. Es inevitable que todos los que amamos a los bichos tengamos que acabar pasando por esto, un día u otro. Lo sabemos bien, nos ha tocado a todos varias veces decir adiós a algún hermanito peludo, plumoso o como fuere. No se acostumbra uno nunca, y siempre se pasa fatal, pero es ley de vida. Supongo que lo bonito es recordarlos y tener muy claro que, cualquier día, en cualquier momento, otros ojitos te engatusarán y acabarás repitiendo. Porque es cierto, no se puede estar sin ellos y merece la pena el mal trago de la despedida a cambio de tantos momentos impagables y tanto amor que nos dan.

Un beso a todos!