lunes, 11 de agosto de 2008

Paternidad responsable


Lo he discutido mil veces, con montones de personas diferentes. Me refiero a los motivos para tener hijos. Obviamente antes se tenían y punto, los que vinieran, sin más. Pero la contracepción, revolución de revoluciones, puso un cierto orden en todo eso. O debería, aún estamos en ello. No pretendo entrar en profundidades insondables, cuestiones de fe, la miseria en el tercer mundo y demás temas espinosos. Centrémonos en Occidente, en los países con acceso a la paternidad buscada y elegida, planeada al detalle y calculada.

Por qué se tienen hijos? Qué razones llevan a la gente a plantearse, nada más y nada menos, el crear una vida nueva? Una vida que dependerá de su progenitores durante no poco tiempo y a la que se sentirán emocionalmente atados el resto de su vida. Supongo que hay montones de motivos. Y no me refiero a los más básicos, a los "animales", a la mera procreación. La paternidad se entiende como realización, como culminación del amor entre dos personas, como progresión de uno mismo. La soñada inmortalidad. Pero así, a pie de calle y sin filosofadas. Por qué la gente tiene hijos?

He visto y oído de todo. Se tienen hijos porque la familia insiste. Se tienen porque toca, porque ya han pasado dos años desde la boda. Se tienen hijos porque se está en edad de ello. Porque todo el mundo los tiene. Porque es lo normal, para eso se casa uno. Porque es hora de sentar la cabeza. Porque apetece. Porque mi hermana ya va por el segundo. Porque somos los únicos que aún no se han animado. Porque siempre tuve claro que iba a tener dos, el primero a los 29 y el segundo a los 33. Porque se me pasa el arroz. Porque es muy triste hacerse viejo sin descendencia. Porque nos hemos estancado en la pareja y algo hay que hacer. Muchas veces se tienen hijos porque sí.

Cuando una pareja se plantea lo de "irse a vivir juntos", o pasar del alquiler a la hipoteca, los muebles, el coche nuevo, la boda, o incluso el destino de vacaciones, en ocasiones se montan debates dignos del congreso de los diputados. Es que este corre más. Pero gasta mucho. Es que sólo tiene dos puertas. Pero es tan bonito. Pero no tiene maletero. Es que es carísimo. Y del seguro ni hablemos. Y no tenemos plaza de garaje. Pero es precioso. Y uno de segunda mano? Menuda patata. Discuten tanto las parejas a la hora de reproducirse? Tienen claro el jardín en el que se meten, que un niño no se devuelve, como un coche que sale rana, que es una responsabilidad para toda la vida? Están preparadas las parejas para asumir que un niño puede nacer enfermo, o puede ser mal estudiante, o no resultar exactamente como habíamos soñado? Planean las parejas pautas educativas para sus futuros hijos? Se comenta la convenencia o inconveniencia del cachete, si se prefiere la escuela pública o la privada, si es mejor que el niño crezca con libertades o disciplina, deporte o música, religión o laicismo, tolerancia o "porque lo digo yo"? Como le preguntaron Mafalda y Guille a sus padres: "ustedes tienen nuestra educación planificada, o la van improvisando?"

Son conscientes las parejas del cambio absoluto y radical que supone un hijo en sus vidas? Son conscientes de la cantidad de cosas a las que tendrán que renunciar? Sólo vemos lo que ganaremos a cambio? Ocurre como en el enamoramiento, que se nos pone una venda ante los ojos y no vemos más allá de las manitas pequeñas, el primer balbuceo, el primer pasito, y de quién habrá sacado esa barbilla tan mona? Se es consciente ante la llegada de un hijo de que requiere dedicación a tiempo completo, dejar de pensar en dos para pensar en tres, más gastos, menos tiempo, menos sueño, menos ocio, más preocupaciones? De verdad las parejas asumen que se trata de una vida, y no de un capricho, o de un juguete?

Pregunto. Y pregunto porque, el pasado viernes, celebrábamos un cumpleaños y vimos algo muy desagradable. Vimos a un niño de no más de siete años jugando solo en un parque, a las cuatro de la mañana, mientras sus padres bailaban y bebían cacharros en un pub. Vimos a un niño aburrido, dándole patadas a una lata de refresco, y al tipejo indeseable que cometió el innegable error de plantar esa semilla regañándole por dar el coñazo, y pidiéndole que se fuera a jugar más lejos. Y nos preguntamos qué puñetas hacía una pareja a esas horas de la noche, con el niño aparcado en la calle, sin vigilancia, solo, cuando debería estar durmiendo. Qué hacían borrachos, dando saltos en un bar con un crío pequeño esperando a la puerta. Nos preguntamos por qué no le habían dejado con un familiar, con un cuidador al menos, por qué cuernos no se habían quedado con él en casa. Tanto cuesta renunciar a una noche de copas por un hijo? No es un hijo lo más importante que uno tiene? Nos hicimos muchas preguntas, hasta llegar a la principal. Por qué cojones lo han tenido?

Al no obtener respuesta, decidimos llamar a emergencias, para que un par de agentes les preguntaran en nuestro lugar. Quizá ante dos uniformes se les ocurriera la respuesta. Seguramente no sirvió de nada, es más que probable que esos padres no vieran la luz, ni ante uniformes ni ante la virgen de Lourdes. Hay gente que es desalmada y egoísta, sin más. Y, como en el caso de los conductores, nadie admite hacerlo mal. Todos somos los mejores en la carretera. Y todos somos los mejores padres. Nos hicimos más preguntas. Qué hubiera pasado si el crío hubiera salido a la calzada y alguien le hubiera atropellado? Si un tarado se lo hubiera llevado con engaños? Si se hubiera perdido? Podéis imaginar las lágrimas, los suspiros, los aspavientos, los gritos de esos padres modélicos, furiosos contra la maldad del mundo que les había arrebatado a su tesoro?

Como digo siempre, te hacen mil pruebas si quieres adoptar. Seguimos discutiendo si los gays son dignos de considerarse aptos para la paternidad. Pero si cuentas con un ovario medio sano y un espermatozoide no del todo gilipollas, nadie pregunta nada. Se da por hecho que eres capaz. Cualquier imbécil, cualquier descerebrada, obtendrá mil bendiciones. Yo lo llamo derecho uterino. Por suerte, o por desgracia, hace falta mucho más que eso.

6 comentarios:

Lal dijo...

Estoy tan de acuerdo con todo lo que has dicho que no puedo añadir nada.

Anónimo dijo...

Chapeau!
¿Por qué nadie se cuestiona el "derecho uterino", de modo que da lo mismo que los padres sean dos personas sanas y responsables o un par de psicópatas (porque la Naturaleza, que de sabia no tiene nada, muchas veces niega la posibilidad de tener hijos a gente perfectamente capaz de asumir la paternidad con toda la responsabilidad del mundo y que además lo desea fervientemente, y en cambio permite que tarados crueles, irresponsables, peligrosos... se reproduzcan cual conejos)y en cambio cada vez se dificultan más los procesos de adopción?

Hace unos años se hablaba de que para adoptar en China iban a implantar como requisito imprescindible una "declaración de heterosexualidad ante notario" (sic) -me pregunto si el trámite incluía una demostración empírica de tal condición al susodicho, por si no bastaba con consignarlo por escrito :)- ;se da por hecho que un matrimonio será siempre más adecuado para la adopción sólo por haberse casado -aunque al fin y al cabo se trata de China y lo de las libertades allí ya se sabe-. Lo que clama al cielo es la regulación de las adopciones en España. Todos sabemos cómo funciona, que el bienestar del niño se lo pasan por el forro:siempre prevalece el derecho de la madre biológica aunque esté claramente incapacitada para hacerse cargo del crío, no tenga el más mínimo apego hacia él o lo haya llevado con ella y vuelto a depositar en un centro a su antojo unas cuantas veces, porque para algo lo ha parido, aunque sus vínculos con la criatura se reduzcan a eso.

Y sobre la asignación de la custodia en procesos de divorcio, ídem: en cuántos casos no se retira la custodia a pesar de haber motivos más que sobrados para ello, porque "están mejor con la madre". Porque sí, aunque sea una irresponsable y los críos estén pagando las consecuencias. Nadie se cuestiona su idoneidad, lo ha parido y es "suyo", como una propiedad de la que haces el uso que se te antoje porque es tuya; también manda huevos esa distinción que hacen muchos entre niños adoptados y "suyos de verdad", como si los adoptados fuesen menos suyos-.

Perdón por el ladrillo, Len, es que últimamente ando quemadita con este tema, empiezo a largar y no paro.Un beso. Carlota

Anónimo dijo...

Ser padre para muchos es sinónimo de ser amo de un ser desprotegido con el que puedes hacer casi lo que te de la gana porque el niño es TUYO y sólo TUYO. Qué palabra más fea en cualquier tipo de relación humana...
Estamos rodeados de niños aparcados frente al televisor, las consolas, y las jartás de bollería industrial y chucherías, con las que dejar en paz a sus dueños.
Es terrible pero es así. Para muchos os niños son propiedad privada y salvo fracturas evidentes apenas se contempla el maltrato.
Sra de Zafón

Lenka dijo...

Efectivamente, como si el único maltrato fuera aquel que deja marcas en el cuerpo. Que es demencial, sin duda, pero estoy convencida de que las cicatrices del alma duelen mucho más y no se curan nunca. Al menos eso es lo que pienso tras haber trabajado con niños en centros de acogida. Y sabéis lo más pavoroso de todo?? Que los críos, incluso los peor tratados, hablan maravillas de sus padres. Rescatan como tesoros los más pequeños gestos que encuentran positivos. Una vez mamá me dio un beso. Una vez papá me compró unos cromos. Y, los que no tienen siquiera ese pequeño consuelo, fabulan. Os lo aseguro. Mi mamá es la más buena del mundo y me quiere mucho, pero me tiene aquí porque está muy malita, y cuando se cure me va a llevar a una casa muy grande con muchos juguetes. Te parte el alma comprobar que ellos siempre les quieren. Así pues, ni siquiera es cierta esa premisa que nos venden de que el amor de los padres es el más incondicional. No, ni hablar. El más incondicional es el de los hijos. Porque quieren a sus padres aunque sean unos cabrones. Y, en cambio, hay padres que ponen excesivas condiciones a su afecto.

Besos, chicas.

Kaken dijo...

Lenka, que decirte...
Estaba intentando escribir una entrada en mi blog titulada "Niños", pero no me concentraba y he dado un paseo por blogs queridos.
Y bueno, me encuentro con retratos de mi misma y de mis pensamientos.
Hoy no puedo decirte nada más que gracias, aún hay gente que sabe de que va el tema.
Pero no lo saben aún muchos de los que deberían saberlo....para mi desgracia.
Un bes

Lenka dijo...

Triste pero cierto, Kaken.
Muchos besos!