lunes, 11 de octubre de 2010

La tribu golfea


Definitivamente, estamos mayores. Mucho. Hace nada un día de moto se pasaba con la gorra y sin mayores consecuencias. Ahora las secuelas nos duran días. No me queda más remedio que admitirlo: me van quedando dos telediarios de vida asfaltera. Aunque no me guste la idea, es así. La espalda me canta el miserere desde los primeros kilómetros, se me duermen los brazos o el cuello me mata. Ya no soy la que era. Normalmente me resigno a quedarme en casa para que el Trasto pueda golfear a su ritmo (aunque él tampoco puede negar que vuelve hecho una piltrafa humana!) Hay días que me resisto a la rendición, como ayer. Esos días en los que se sale "con paquete" y todos juran que iremos "de tranquis". Ja. Al menos hemos acordado un protocolo: la ida por carretera y la vuelta por (auto)pista. Así, al menos, recupero un poco.

Obviamente, lo bonito son las secundarias: menos tráfico, curvas, aventura. Pero quién resiste unas vértebras agonizantes con ese festival de acelerones y frenazos? La autopista es lo que es: recta y aburrida. La ventaja es que incluso una ruina como yo puede aguantarla. Posición de tortuga y a tirar millas. Como si queréis ir hasta Moscú. Y sí, vale, lo reconozco, permite unas velocidades digamos más... interesantes. (No, Rubia, no preguntes, que luego nos pegas la bronca y encima sufres. Además, por aquí no puedo decirlo, nos meterían en la cárcel!!)

En fin, que sí, que fuimos a la cita anual de Colombres. Que vimos auténticas reliquias, comimos bocatas y la liamos, como siempre. Que todo dios se saltó las consignas y aquello fue el desmadre habitual: unos por aquí, otros por allá, tres esperando en una rotonda, dos más echando gasofa, uno gripao, móviles vibrando en las mochilas, dónde coño estais, panda zamarros, pero no íbamos por la vieja, la burra hace ruidos raros, la madre que me parió, si llevo una hora esperándoos en casa, matao, deficiente, venís o qué. Me encantó volver allí tres años después (jo-dó, tres años ya), al sitio donde pasamos juntos nuestra primera tarde (aunque yo iba con mi rollo y tú con tu novia) perdidos del resto y tirándonos de risa por el suelo. Anda que... si nos llegan a decir... Espero que nos dure y nos aguante el cuerpo, Trasto. Con moto o sin ella. Con moto mejor, sin duda. Pero que nos quiten lo rodao.

P.D: Sí, eso que adelantamos en la rotonda aquella era una furgo con el logo de los cazafantasmas. Palabrita.

8 comentarios:

Alberich dijo...

Uuffffff, amotos!
Quuta, quita....q pereza....
Buufff

Lenka dijo...

Calla, calla, con lo guapo que ye esto de la moto!!!!

XD

Alberich dijo...

Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii............
..............guapíiiiiiiiiiiisimo..........

Luna dijo...

Buenas Lenka!

Uf...ya no me atrevo a esas excursiones.
Si en coche mi columna animal, se puede poner echa una fiera... en moto no quiero ni pensarlo!
Espero que la diversion mereciera la pena, el esqueleto lo recompones en un ratillo...

Besos
Rosa

Juan dijo...

Nunca he sido de moto, lo mío es la bicicleta. Horas y horas me puedo tirar encima de mi pichurra (mi bici, ojo) sin cansarme. Un buen sendero, un día sin demasiado calor, una bici....y la eternidad. Nunca me siento tan libre como en esos momentos. El aire en mi cara, el rìo a mi derecha y un sendero sin fin....y soy yo, me siento más vivo que nunca.

Y si mi hijo me acompaña (a las niñas ya ni me lo planteo, porque si se lo propongo me miran como si fuera de otro planeta) se establece un vínculo mágico.

Pero sí que me han contado el ambiente especial que se monta en las quedadas moteras. Me da la impresión que se tiene que sentir algo similar a lo mío con la bici.

Lenka dijo...

No sé si lo mismo, Juan, porque desde luego lo de ir con motor lo hace más descansao, jajajaja!!!!

Buf, Luna, en un rato no te recompones, qué va. Ya no. Ahora necesitas al menos 24 horas, créeme!!!!

Anónimo dijo...

Pues no, no pienso preguntar velocidades ni recorridos... ya te dije que prefiero no saber cuándo salís, porque iba a sufrir mucho y estaría pegada al movil hasta que me llamaras. Así que en la ignorancia se vive muy bien.

Marechek

Lenka dijo...

Juas, Mare, no tendrás pensado procrear, pero tienes un síndrome de madre de no te menees!!!!

XD