lunes, 30 de marzo de 2009

Y lo que faltaba



Porque faltaban muchas cosas. Faltaban tantas luces fantasmagóricas, en Chartres, en St Malo, en muchos sitios. Faltaba el embrujo del Mont St Michel... y París. Faltaba aquella cena junto al Sena, mirando embobados la Catedral, la quietud misteriosa de las gárgolas, los niños rifeños del barrio de Malausène, las pulseras de los africanos en las escaleras del Sacre Coeur, el vértigo de la Torre Eiffel, la exposición de los más bellos faros del mundo, la mirada de los gatos y los cuervos entre las lápidas, los secretos y recuerdos de Víctor Hugo. Faltaba la bendición del beso a los pies de Nuestra Señora, y Montmatre, el vino, las crepes, la histeria del tráfico, la cena turca entre cojines, aquel navío de locos que era nuestro hotel, la luna llena, la luz y la música de esa ciudad indescriptible. Esta noche, Trasto, tortitas con plátano. Como aquellas que nos comimos frente al Moulin Rouge.
(Y si tú quieres colarte por los rincones, sólo tienes que mirar a la derecha. Ahí están algunos)

4 comentarios:

Sra de Zafón dijo...

Hola Lenka!
¡qué envidia dios, qué ganas de dejar un rato el prado y salir a bañarme de barrio latino!
Tuve allí unos amigos durante mucho tiempo así que me aproveché todo lo que pude.
Un beso y si sales de vacaciones ...trae fotos!

Lenka dijo...

La verdad es que fue un viaje espectacular. Ambos habíamos estado ya en Francia, pero esta vez creo que la vimos con otros ojos, incluso los lugares ya conocidos. Y, encima, pude estar en sitios nuevos que estaba loca por conocer. Pisar Carcassonne, el Mont St Michel, Rocamadour y descubrir sitios que de los que ni habíamos oído hablar, como Sant Cirq Lapopie (del que dicen que es el pueblo más bonito de Francia y puedo asegurar que probablemente es cierto) fue absolutamente mágico.

Mañana nos escapamos, porque pronto estaremos de aniversario y no podremos en la fecha exacta. Pero estya vez no es un viaje digno de fotos, es sólo una escapada tontorrona e infantil por un sueño incumplido. Nunca he estado en un parque de atracciones, al menos no de los grandes y modernos (estuve en el de Madrid siendo muy pequeña y no pude subirme en la mitad de los sitios, qué rabia!!) así que nos vamos a la Warner a hacer el imbécil como dos críos. Una de estas bobadas que tienes que hacer antes de que te dé pereza o tengas demasiadas obligaciones, jajajaaja.

De todas formas seguro que lo pasamos en grande. Además, me temo que con la crisis y los gastos vamos a tardar bastante en poder hacernos otro viaje en condiciones, como el de Francia, así que hay que disfrutar de las pequeñas escapadas. Ya os contaré si resistí las montañas rusas!!!
;)

Lal dijo...

Gracias por traer momentos de ese viaje tan genial, me he quedado embobada mirando las fotos...
Cuidadín en la Warner, que hay unas cosas muy altas!!! :P

Lenka dijo...

Calla, calla, Lal. Si algo me ha quedado claro es que ya no tengo edá!!! Chica, qué pena, dónde quedaron aquellos años locos en los que nada te daba miedo, nada te mareaba, nada se te ponía por delante?? Si yo era la loca de la colina... rusa!! Y ahora resulta que si las cervicales, que si la artrosis, que si la tensión... qué lastimica!!!

Total, que a la segunda bajada en picao, dije: "paren, que me bajo".
;)
Y eso, que me lo pasé pipa actuación paquí, helaíto pallá, el Coyote saludando, Batman sacando musculitos... y el Trasto venga parriba y pabajo con los ojos sacaos de las órbitas!!!

En fin, que muy cultural no ha sido (jojojo), pero lo hemos pasado pipa. Y encima pudimos pegarnos una cenita en Madrid con Lans y la piratilla Jack!! Lujo total!!! Lástima no haber tenido tiempo pa avisar a todo el tercio, porque la verdad es que nos metimos una croqueta en la boca y echamos a correr. Prometo avisar si volvemos a la Capi con más tiempo.

Besotes!