martes, 27 de julio de 2010

Gilis y Gilitos


"Yo estoy en paro cobrando 426 euros, ni para el fin de semana", dice un nota en el facebook. Y se queda tan ancho. Y yo me pregunto cómo me las ingenié para sobrevivir un año cobrando 600 euros que me dieron para comer, vestirme, pagar el alquiler, tener móvil, internet, canales de pago, cenar fuera de vez en cuando, tomar cafés y hasta comprarme algún que otro vaquero, varias camisetas, reponer bragas y darme el capricho de hacerme con varios libros. No sólo eso, sino que ahorré lo suficiente como para sobrevivir otro año más cuando me quedé en el paro (sin cobrar). O soy de un rata que mete miedo o vivo en un planeta que no tiene nada que ver con el de otra mucha gente.

No dudo que haya a quien 426 euros no le den pa un fin de semana. No dudo que, si te empeñas, puedes gastarte eso y más de viernes a lunes. Fijo. Yo no sabría cómo, pero seguro que se puede. Lo que se me escapa es qué sueldo necesita esta peña entonces para vivir. Para vivir como a ellos les parece lo mínimamente aceptable, me refiero. La gente está insufrible con la puta crisis. O a mí me lo parece, en todo caso. Igual es que yo llevo once años jodida y no noto la diferencia, no lo sé. Igual es que me he acostumbrado a los curros eventuales, mal pagados, sin contrato y sin paro y ya estoy esclavizada sin remedio. Igual la rara soy yo por tener la osadía de considerarme feliz y afortunada de tener techo, comida y hasta ciertos vicios. Igual soy un alien por asumir que si no puedo pagarme mi ansiado viaje a Praga (tampoco este año), pues me iré una semana al pueblo tan ricamente. Que si no puedo cenar fuera todos los findes, se cena en casa. Y hasta por sostener (sin rubor alguno) que las marcas blancas no matan y que puede uno ponerse sandalias del chino sin que sobrevenga una hecatombe.

Ya lo dice mi viejo: mentalidad de pobre. Incluso cuando he tenido trabajo estable (al menos yo lo creía estable!) y he ganado (atención) 1.200 eurazos al mes (mi sueldo más desorbitado) he sido lo bastante tafuña como para pagar 20 si podía evitar pagar 30. Porque soy así de lerda. Porque sé en qué mundo vivo, cómo está el patio y lo poco que dura lo bueno. Porque hasta de hacer malabares se puede hacer un oficio. Porque nunca he currado más de un año seguido en el mismo sitio y tengo la estúpida manía de no vivir por encima de mis posibilidades. Más bien opto por apartar siempre algo pal calcetín. Porsiaca. Novayaser.

Lo que muchos no pueden creer es que, además, soy feliz así. Claro, sueño con viajes, con montones de libros que no puedo comprarme, con papeos magníficos (comería fuera cada día de mi vida!!!), con montones de cosas. Pero no las necesito. Para nada, en realidad. Cuando se pueden pagar, se pagan. Cuando no, soy la leche de feliz con un bocata en la mano y un Asterix manoseado en la otra. Mis vecinos no paran de llorar por la pérfida crisis y el perro de Zp. Son los mismos que (cajeras del super, chispas, camareros, peluqueras, o sea, clase media, como casi todos nosotros) cambiaban de coche cada dos o tres años, no perdonaban un sólo sábado de cenorra y copas, estrenaban teles de plasma y móviles con batidora, TENÍAN que veranear en Punta Cana (qué menos, por dios, acaso somos del tercer mundo?) y pedían créditos para las tetas de goma, el quad para ir los domingos a hacer el imbécil al monte y la comunión megaferolítica con bugre pa la Jessy. Entonces nos miraban a los demás arrugando la nariz, porque les molestaba tela el hedor a mercadillo. Ahora estamos jodidos todos. La diferencia es que yo no debo un duro a nadie. Y vivo más o menos como siempre. Incluyendo el grado de felicidá.

Cada vez estoy más convencida de que algunos, cuando tienen la opción de probar el caviar, se olvidan del salchichón. El caviar mola. Si puedes. Cuando puedes. Cuando no, una bolsa pipas y al parque. Pero claro, eso es de cutres. De pobres. De mierdas. Vale. A lo mejor es que también hay muchos que comían mortadela y eructaban ibérico. O de repente alguien les dijo que esto era jauja y que todos podíamos ser ricos. Y lo creyeron. Qué cojones, todos podemos aspirar a darnos la vida padre. Pues sí, adelante. Pero al menos no demos luego el coñazo. (Es más, puedo ser mala? Citaré a Nelson: JA-JÁ!)

17 comentarios:

Inés Valencia dijo...

Ay Len, hasta qué punto te entiendo!!!! es que es así, tal cual, palabra por palabra. Y lo mejor de todo es que son los que siempre se han permitido lo que una no ha hecho sino soñar, los que vienen a llorarte y a decirte a TÍ lo horrible que es su vida. La crisis no solo le ha quitado la pasta a la gente, parece. También les ha dejado sin empatía y ni una poquita de vergüenza.

Lenka dijo...

Madre mía, pues menos mal que alguien me entiende, porque ya pensaba que tenía el síndrome de "una guerra os hace falta" o el de "a Somalia os mandaba yo". Chica, estaba preocupada y todo! Venga mirarme al espejo y preguntarme si había mutado en abuelilla fachorra-cebolleta.

De verdad que me pone de mal humor tanta queja y tanto drama. Joder, hemos caído de repente en Sierra Leona y yo no me he coscao? Cuándo pasó a ser todo cutre y triste y como de orfanato del 39?? Por qué de repente es una tragedia veranear en el pueblo, llevarse la ensaladilla a la playa o no poder estallarte la tarjeta en las rebajas??

Yo no entiendo ni papa de mercados financieros, pero hace ya varios años que tanto Cofidis, tanto coche de alta gama, tanta boda con limusina, tanta luna de miel en Vietnam o en Bali, tanto pagar en cómodos plazos, tanto aifon y blacberri me estaba poniendo en lo peor. Abuela total, vaya. Y paletaza, sí, cada día me sentía más paletaza y más feliz en mi patelez.

Joder, que decías que habías estado de vacaciones en un camping de Extremadura y la peña te miraba con pena!!! Se te ocurría soltar que pasabas de ir al bautizo del hijo de un primo porque malditas las ganas de pagar un cubierto de cien euros pa semejante chorrez y te ponían en la lista de las usureras rancias!

No, que yo hoy no salgo, que estoy pelada. Allí estaban, las miraditas esas tipo: "pobrecita biafreña piojosa..." O el argumento profundo de siempre: "pero tíiiia, mujer, por diox, si total qué va a ser? Cincuenta euros de nada?" Pos gástatelos tú y disfrútalos. Coñe. Y déjame vivir!

Total, que este año nos vamos todos pal pueblo. Sólo que unos vamos encantaos de la vida y otros van llorando por las esquinas.

Kaken dijo...

Pues yo este año me quedo sin mis dos semanas de playa, y no pasa nada.
Suscribo todo lo que dices, vivir por encima de nuestras posibilidades es un error de bulto.

No me puedo quejar, me afecta la crisis, pero soy una privilegiada, miraré la piscina con otros ojos y que venga lo que sea mientras los míos tengan salud.

Curiosamente el frutero (léase el blog de Juanra), siempre me pregunta cuando me voy de vacaiones, y cuando le he dicho que este año no hay, se ha quedado ojiplático¡¡

Bes, niñas L.

Luna dijo...

Buenas guapa.
Lo de no poder ir de vacaciones a laplya de moda, hacer bautizos que parecn bodas... siempre me parecio una solemne tonteria!
Nosotros solemoso ir a casa de amigos, jate tu! Y tan contentos y este año ni eso, y no por la crisis,si no porque se juntao un monton de cosas y aqui ta felices!
De todas formas a pesar de lo mucho que e queja la gente de la crisis las isdreiras suelen estar hasta las patas de gente, que un fin de semana como no reserves mesa tass jodio, y aunque la reserves como nos paso hace poco, cuando tuvimos la quedada bloguera, reservamos un viernes y al final tuvimos que esperar un rato.
Los camareros decian que no dabanmas de si... donde esta la crisis? Eso era un viernes a mediodia en una sidreria de barrio!
Oigo muchas quejas, de que no hay trabajo, vale que habra menos, pero una prima de Jose se puso a buscar y en menos de un mes lo tenia!
Que hay mucha gente que vive con el dinero del paro porque es mas comodo y de paso quejarse y dar pena!
Que hay crisis? Los coches de nueva matriculacion que se ven la mayoria son del sector medio-alto.
Si hay tanta crisis como es que solo se matriculan coches pequeños, como segundo coche de la casa?
Yo hay cosas que como tu no entiendo!
O soy muy torpe, vivo en otro mundo... o la gente piensa que el dinero deberia estar colgado de los arboles...
Entiendo que te cabree que la gente te critique por como organizas tu vida, tu dinero y vivas como crees que debes hacerlo!
Tu vive como quiereas, puedas o te dde la gana!
Y si a alguien se le ocurre criticar por ello, los mandas a tomar por donde descargan los camiones, por donde amargan los pepinos y tu tan feliz!
Yo cuando veo a la gente con ganas de hablar, les doy motivos... es que no tienen otra cosa que hacer que vivir de cara a que diran los demas? A aparentar?
Joer con la cantidad de cosas que tengo que ocuparme yo en mi vida y en mi casa, como para pensar que dira la gente!
Besos
Rosa

Daeddalus dijo...

Cómo me ha gustado lo que dices... más alto podrás explicarlo, más alto, no. Me quito el sombrero.

Siempre decía mi abuelo que más rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita.

Juan dijo...

En alguna parte de mi blog, que ya no me acuerdo, comentaba que lo que más se acerca a la felicidad no es el dinero sino las relaciones.

Yo he vivido con lujos y sin ellos y no hay diferencias, en serio. Soy más feliz cuanto más y mejor me relaciono con los demás.

Crear necesidades es esclavizarnos. Cuando lo superfluo lo elevamos a la categoría de imprescindible, el batacazo está a la vuelta de la esquina.

Una buena tertulia en el patio de tu casa no tiene precio....para lo demás, Mastercard.

Me ha encantado tu entrada Lenka. Enhorabuena.

Lenka dijo...

Es que es así, Kaken, le dices a cualquiera que este año no hay vacaciones (o que te vas al pueblo) y te miran con pasmo, con pena o como si quisieran darte limosna. Es más, creo que lo que realmente les mata es que no contemos algo así de "terrible" con normalidad. Supongo que entenderían mejor que nos entrara una crisis de llanto... en fin!

Luna, sidrerías abarrotadas un viernes a mediodía?? El Trasto, como sabes, curra a turnos (aunque ahora esté de baja) y yo también curré así un tiempo. En plena histeria de la crisis nos pasó más de una vez coincidirnos descansos a mitad de semana, y decidir de repente irnos a cenar fuera de martes (por ejemplo). Más de una vez nos presentamos de improviso en alguna sidrería, restaurante o vinatería del barrio y nanay. Que no había mesas libres. Que teníamos que haber llamado.

Con los coches también tienes razón. En mi barrio no hay una sola pareja que no tenga dos coches. El pequeño (que siempre es el de ella, y duerme en la calle) y el de él (que duerme en la cochera, of course, porque es un Audi, un BMW, un 4x4 enorme...) Nosotros tenemos un Skoda (grande, cómodo, una pasada) y la peña nos mira con penita. En realidad somos unos privilegiados, porque también tenemos una moto de gran cilindrada (comprada en Inglaterra de segunda mano, unos 4.000 euros más barata que si se hubiera comprado la misma aquí), un carro-tienda para ir de camping (de segunda mano, claro) y montones de caprichos que usamos y disfrutamos siempre que podemos. Cuando no se puede, no se puede. Pero es más, para nosotros es más fácil poder, porque en lugar de "o Punta Cana o nada!!!", aceptamos con alegría el pueblo, la acampada, el mochileo o lo que se tercie.

Luego nos preguntan cómo es que hemos viajado tanto, con lo caro que es. Pues chupando mucha carretera, llevándonos la comida puesta y durmiendo en sacos. Por ejemplo. Es que además nos gusta viajar así. Te da una libertad absoluta para aburrirte de tal ciudad y largarte a otra, ver cantidad de sitios o quedarte vagueando en uno.

Antes todo esto era mucho más común (yo pasé toda mi infancia veraneando en campings!) pero ahora te lo cuentan en España Directo como "una alternativa barata de veraneo", y allá que se van con las cámaras a demostrarte con cierto pasmo que existe, que es posible, que a alguna gente le gusta, que no te mueres ni nada!

Daeddalus, encantada de leerte!!!

De acuerdo contigo, Juan.

Besos a todos!

Rogorn dijo...

Yo también te entiendo, porque siempre he sido frugal, sobre todo en el sentido de que no me gasto el dinero en cosas que no vayan a ser realmente útiles. No saliendo a cenar todas las semanas te da para coger un avión al mes y para estar con quien quieres. Estirando el móvil, el coche, el reloj y la ropa se ahorra que no veas. Y puedes hablar con la gente, ir de A a B, mirar la hora y cubrirte las vergüenzas igual que con lo nuevo.

Claro que tres años interno durmiendo con otros 150 en camarillas divididas sólo por particiones hacen que todo te parezca un lujo, jeje.

Ado dijo...

También te entiendo. Mi 1º sueldo eran 300 euros, con los que tenía que pagar gasolina para ir al curro y demás. Lo bueno es que soy poco caprichosa y el echo de que no me gusta ir de compras salvo cuando es estrictamente necesario. Ahora no es que tenga un sueldo mucho mayor la verdad.

Yo nunca he tenido vacaciones de irme a la playa/montaña/pais/loquesea, por eso no me parece raro cuando alguien dice que no se va de vacaciones o que se va al pueblo, o lo que sea. Mis vacaciones siempre han sido ir a comprar pan/chocolate/jamón/loquesea a pasar el día, con mi bocata o tortilla, es como más disfruto, descubriendo lugares a 20 euros el finde que me voy de viaje.

Sra de Zafón dijo...

Yo con lo que flipo es en cómo esta peña consigue los cuatrocientosypico euros semanales...
Fliparía igual aunque fueran 100 o 50.
Conoczo padres y madres que curran de sol a sol mientras sus hijos de veintimuchos se quejan de la mala vida que tienen porque no encuentran un curro que les permita vivir en su propia casa...
Se quejan mientras manchan la cocina, el baño, y esperan cagandose en todo a que su mamá les lleve el plato a la habitación. No encuentro más palabra para esto que flipante.


Desde hace años mis vacaciones consiten en dejar mi casa a algún amigo que a la vez tiene alguna casa él en algún lugar que me apetezca.
A veces cambio la aldea por la ciudad , pero la mayoría de las veces me voy a lugares todavía más perdidos que mi casa. Me sale baratísimo y tengo un montón de lugares para elegir. Así he estado en Francia, en Portugal, en Suiza, Italia y en un montón de sitios. intercambiar la casa u ofrecer una habitación, suele apañar muy bien las vacaciones.

No estoy en ningún club de intercambios porque mis amigos están todos muy desperdigados y aún no he estado en todos los lugares que me gustaría, ni ellos han podido venir aquí, pero los hay y funcionan muy bien.


Besos de vacaciones en casa de un amigo :-)

Lenka dijo...

No sé, no sé, creo que tenemos un problemilla con esto. Pero un problemilla serio. Y me siento abuela cebolleta porque, aunque no soy tan mayor (32, concretamente) tengo la sensación de que todo ha cambiado mucho en muy pocos años. Hace veinte años ir de Gijón al pueblito leonés era lo que hacía to dios en verano. Llevaba un día entero, con el seat panda a punto de explotar (cacerolas, mantas, el trajebaño pal río, las toallas, lo de pa los mosquitos, las tarteras, los libros de santillana de los guajes, el tupper con los chorizos, las camisetas de naranjito, vaya, toa la pesca) y en eso consistían las vacaciones. O eso o el camping. Poco más. Se pasaba bien y nadie se quedaba traumao. Hacerse un viaje de esos de ir de hotel era la madre del cordero, una cosa ya muy jevy, un lujo total que no se podía repetir cada año ni de coña.

No sé, había una tele por casa (dos a lo sumo, y la segunda era enana, sin mando y se veía regulera), un coche, una paga que daba pa pipas y cocacolas, los juguetes duraban años, la ropa se heredaba entre hermanos o primos. Y no pasaba nada. Cojones, si es que además yo fui una niña de clase alta, incluso!

Qué pasó, que de repente nos creímos que se podía y se debía tener todo de todo? Es que ahora mi infancia o mis veinte años casi parecen en blanco y negro y en perronas! Ejemplo chorra. Yo fui una privilegiada absoluta porque a los 16 pude ir al viaje de estudios del instituto. A Grecia, na menos!!!! Obviamente las notas tenían que ser muy buenas y hubo que vender lotería, hacer rifas y sacar dinero de donde se pudo. Y los padres tenían que poder poner el resto, y coño, no todos podían. Yo tuve suerte, pero muchos compis no pudieron ir. Y te dabas perfecta cuenta de la potra que tenías. 16 años y en Atenas de paseo. La siguiente vez que pude viajar sola fue a los 21, acabada la carrera, con mis ahorros. Me hice un interrail de esos y lo pasé pipa durmiendo en albergues y estaciones de tren. Estuve en chorrocientas ciudades y pueblitos de cuatro países y me gasté ochenta mil pesetazas en total (billetes, comida, museos y alojamientos incluidos).

Hace pocos años una cría que conozco y que entonces tenía 18 se fue con una amiga de vacaciones al terminar el insti. Todo pagado por los papis, claro. Se fueron, las niñatas, a darse un garbeo por Brasil. Pero eso es lo de menos. Lo alucinante, para mí, es que ninguna de las dos (ni tampoco sus padres, y eso es lo más gordo) se consideraron privilegiadas por ello. Porque eso era lo normal. Un regalito de fin de curso pa las nenas. Qué menos.

Igual todo esto es una bobada y estoy cometiendo el error de comparar el millón y medio de pelas que les costó el piso a mis padres en su día con los sesenta kilos que cuesta ese mismo piso ahora (tirando por lo bajo). Igual no se puede comparar mi infancia de saltar a la comba y merendar con La bola de cristal con los críos de ahora, que tienen móvil y todas las consolas del mercado a los seis años. Igual es verdad que soy cebolleta a más no poder. Pero es que me fijo y ahora mismo no hace falta ni suplicar a los padres. Ya se les ocurre a ellos solos que necesitas la X-box esa pa vivir y desarrollarte plenamente. Supongo que es normal, porque ellos mismos necesitan dos coches y Punta Cana pa ser personas, así que...

Y ojo, que no soy precisamente una snob que crea que "los pobres a la playa con la tartera y los ricos a Montecarlo". Que no, que ojalá todos tuviéramos la suerte de tirar la pasta por la ventana y vivir como dios. Pero ni es así ni creo que lo llegue a ser nunca. Por qué tantos creen que sí que es así? Y por qué lo necesitan hasta el punto de deprimirse?

Luna dijo...

Buenas guapa!
Pense que estabas perdia...
Totalmente de acuerdo y de volverte Cebolleta na da de nada...
Que le gente piensa que si no puede comprar, viajar, y hacer todo lo que le salga de los webs... frustacion al canto!
Que con 18 años pagarle yo un viaje a Brasil? Ya puede empezar a ahorrar el, bueno este se iria a Egipto si no cambia, jajajajaja.
Uf se me amontonan las ideas, y la sidra, jajajjajaj
Besos.
Rosa.
Dame un toque un dia que puedas

Lenka dijo...

Hola, Luna!!

Sí, estaba perdida! De vacaciones en el pueblo, sin internet ni cobertura en el móvil!!! Qué felicidad, oiga!!!! Me habría quedado tres meses!!!!! (Tábanos asesinos inclusive...)

Estoy de vuelta. Te pego un toque un día. Besotes!

Juan dijo...

Lo tenemos todo para ser felices y no nos damos cuenta.

Nos quedamos embobados con las mansiones de los ricos, los hoteles de cinco estrellas, los viajes a Tahití, la cena en el Restaurante Pitiminí de Fua y nos deprimimos si no lo podemos conseguir....o nos matamos a trabajar para conseguir una pequeña parte de todo esto.


Cuando sentarse a charlar con un amigo, disfrutar de un paseo por el campo con tu pareja, jugar al ping pong con tu hijo....es gratis y lo único que realmente nos aporta felicidad.

Luna dijo...

Buenas.
Podias haber avisado, que me hubiera ido contigo... en un pueblo, que envidia!!!!!!!!!
En fin ya me contaras...para darme mas envidia cochina!!!!!!, jajajajaajajaj
Besos
Rosa

Tropiezos y trapecios dijo...

Parece menira, pero es que el mundo funciona así. Se nos convence de que si no tenemos pasta no tenemos nada y de que el dinero sí da la felicidad (aunque quede bien decir lo contrario).

Luego claro nos recortan todo eso y nos creemos que nos han tapado el pozo del la felicidad, que el sol nunca volverá a brillar y que esto ya no es vida.

Afortunadamente algunos, bien por costumbre, bien por convicción, sabemos que la crisis no es el fin del mundo y que en realidad las cosas importantes siguen siendo las mismas y la mayoría de ellas siguen estando donde antes.

Un gustazo leerte.

Ehse

Lenka dijo...

El gusto es mío!!

Bienvenid@ por estos lares!