lunes, 11 de enero de 2010

Lo inexplicable

Cuando me preguntó por qué, intenté explicarle que aquello era un arte, una sublime y hermosa manifestación de valor y bravura, un baile cara a cara con la muerte, la lucha ancestral entre el hombre y la bestia. Le hablé de tradición, de ritual, de sentimiento, de emoción, de algo inexplicable y hondo que navegaba por las venas de todo un pueblo, de una identidad común, de mil historias que habían ido tejiendo esa otra Historia con mayúsculas, de mil recuerdos y nostalgias de tardes de sol y nervios, de la insostenible excitación de la vez primera, de rito iniciático, de hombres corajudos y arrogantes, de asombrados ojos de niño, de sangre y arena. Le hablé de magias que no debían perderse por la ceguera cándida de unos pocos (ni siquiera de muchos), de cómo injustamente esos otros se apropiaban del amor y el respeto al noble animal, cuando qué sabrán ellos, qué sabrán de criarlos con mimo y esmero, de pasmarse ante su brío indomable, de llenarse de orgullo contemplando con qué arrestos y dignidad se baten hasta el último aliento. Qué sabrán ellos, claro, que ni comprenden ni maldito intento que hacen en comprender la verdadera naturaleza de un ser tan poderoso que jamás ha pedido ser salvado y que, sin duda alguna, sería condenado a una suerte peor si la fiesta desapareciera.

Y me salió con los derechos, claro. Como si un animal, por bello y noble que sea, tuviera derechos. Cómo puede tener derechos quien no tiene deberes ni puede reclamarlos ante un tribunal? Qué majadería. Parecía no entender que se pudiera amar de corazón a un ser vivo mientras se le negaba el derecho más fundamental y se gozaba viéndole morir. Se empeñaba en tergiversarlo todo, señalando con tozudez el desatino de, en nombre del amor, mantener porfiadamente la muerte como único destino posible. "Pero no dices que amas al toro? Cómo es que por amor y respeto disfrutas viéndole torturado? Cómo puedes amarle y afirmar que su única utilidad es esa, sangrar para elevar tus sentidos? Cómo puede ser eso amor y necedad lo que mueve a otros a desearle otra suerte? Te mato porque te amo? No lo entiendo". Claro que no lo entendía. No todos entienden el arte. Es inútil intentar explicarlo. Lo sientes o no lo sientes.

Y si no lo sientes, demonios, no te aferres a estúpidas ideas. No humanices a un animal ni le otorgues sufrimientos que no padece, ni derechos que no le pertenecen, ni te empecines en defenderlo cuando no se te ha pedido. Son excusas, meras excusas tuyas para justificar tu sensiblería. El toro es bravo y noble, nació para ser lidiado y para danzar en la plaza en ese sublime banquete de la parca. Y el hombre que se planta delante y lo desafía encarna lo más grandioso que imaginarte puedas. Es soldado, es poeta, es matador. "Pero no me echas en cara que humanizo al toro? Por qué hablas tú de nobleza entonces? Es un animal, qué pinta la nobleza en todo esto? Toda esa palabrería tuya no serán excusas para justificar un vulgar acto de sadismo?" No entiende nada. Esto es una pérdida de tiempo.

Ya que te obstinas en tus sandeces ñoñas, y eso es lo que suelen hacer los ignorantes, querido amigo, intenta al menos respetar mi libertad. Yo veo arte, nobleza, tradición, valor, una hermosura rotunda y grandiosa que tú no alcanzas a distinguir. Bien, nadie te obliga a asistir a este espectáculo. Mira a otro lado y no trates de imponer tu moral a quienes saben ver con otros ojos. Nada hay peor que la imposición de la moral. Es de dictadores. Imagina que yo intentara imponerte mis principios por la fuerza. Imagina, por ejemplo, que te prohibiera ir al cine. Qué pensarías? "No veo a quién se hace daño yendo al cine. Para mantener la fiesta debes torturar y matar a un animal". Anda, claro, ya salió el paladín del buen rollo, el amante de los bichitos. Acaso no comes filetes, tú? "Digamos que alimentarse me parece más importante que recrearse la vista". Míralo, qué listo. También puedes pasar sin carne. "Y tú puedes pasar sin toros, imagino". No hay manera, desde luego. Cuando la gente no quiere entender, qué puedes argumentar? Animales con derechos, sadismo y hasta machismo te sacan a relucir. Lo que sea con tal de no reconocer que, sencillamente, no les gusta la fiesta porque no la entienden. Porque se dejan llevar por la blandura más cursi y mojigata. Porque, en el fondo, son unos fascistas morales y sólo sus valores merecen ser respetados. El mundo va irremediablemente camino de la imbecilidad más absoluta. Ahora hay que sentir pena por un pedazo de bicho de seiscientos kilos, inocente criaturita, porque resulta que sus "derechos" están por encima de los míos. Venga ya.

En fin. Cómo alguien puede ser tan cerril de no ver la belleza, el arte, el valor, la nobleza, la extraordinaria prueba de amor y respeto a la dignidad del toro que hay en esto?



21 comentarios:

Jack dijo...

Te faltó Disney.
Ninguna defensa taurina que se precie olvida mencionar a Disney. Hay que dejar caer un "cuánto daño hizo disney" o hablar del catálogo ideológico de disney o algo asín de certero, iconográfico y bien traído. Aunque no cuadre ni tenga ná que ver ni sea cierto, hay que hablar de disney.
Por lo demás, yatusabes. Qué necios todos los que no amamos, porque no entendemos.

Lenka dijo...

Era por no eternizarme con el ladrillo, prima. Me faltan viarios temas, como el Disney de marras, la imperdonable extinción del toro bravo o el drama de los cienes de familias que se irían al paro por nuestra ñoñez congénita. Pero bueno, por no repetirme.

Al final los taurinos tienen montones de razones para defender y justificar la fiesta. Nosotros sólo tenemos una para aborrecerla. Y es precisamente la que se ve en la imagen. El resto ya lo tenemos mascado de sobra.

Sra de Zafón dijo...

¿Pero qué os está pasando con los toros? vengo del blog de Juan, de dejarle lo que pienso sobre derechos deberes, toros ... y veo que en los enlaces de tus amigos hay más con el mismo tema y me da que no es por casualidad y que hay ánimos encendidos :-)En fin, que desde mi pantalla me parece demasiada coincidencia, y una, que es curiosona a más no poder, se pone a preguntar:¿de qué va tanta entrada sobre los toros?

Le solté semejante rollo a Juan que a ti ya no te suelto más.

Besos sin toreamientos, please.

Lenka dijo...

Jajaja, tranquila, Zafo. Es que, en el foro en el que todos nos conocimos en su día, ha surgido el debate por las recientes movilizaciones en Cataluña y, como hay taurinos y antitaurinos entre nosotros hemos decidido que, además de dar la coña en el foro susodicho, cada cual exprese su opinión en su propio blog. Por eso de repente todos hablamos de lo mismo, aunque cada uno con su punto de vista.

(Supongo que queda claro que soy profundamente antitaurina, aunque haya decidido jugar al abogado del diablo por una vez. Quería intentar ponerme en la piel de un aficionado, pero obviamente no puedo, y al final siempre me vence el gran motivo. También es cierto que he tirado un pelín de ironía, no lo puedo evitar. En fin, siento que estemos monotemáticos, es nuestra última ocurrencia!!!)

Katha dijo...

Hola,

A mí no me gustan los toros. No puedo, sencillamente no puedo, siquiera ver embestir el toro al caballo, ver como le ponen banderillas al toro... El torero sabe a lo que va. Entiendo que va voluntariamente, pero el toro y el caballo no. ¿Soy sensiblera? Sí, ¿y qué? Tampoco me gustan las películas de guerras, de barbaridades.
No me gustan los toros, pero tampoco votaría en contra. Soy consciente de la otra parte: si no hubiera corridas no habría toros. ¿Para qué haberlos? Y, tal y como estan las cosas, más gente al paro. Pobre animal sí, pero también he de reconocer que me chifla un filete de solomillo, ya sea de ternera o de cerdo. Soy carnívora. Tuve una época más o menos vegetariana, no por ideología, sino porque me gustaba. Aunque hace tiempo que volví a las tendencias primitivas. Defiendo el respeto a los animales, que vivan en buenas condiciones, que no sufran innecesariamente. Pero supongo que también sufre el ñú cuando se lo zampa el león y nadie monta un escándalo alrededor de ello. ¿Soy una bárbara por ser carnívora? Tal vez, tampoco lo niego.
¿Bárbara y sensiblera? ¿Una incongruencia? Tal vez. Este mundo está lleno de ellas.

Saludos incoherentes.

Lenka dijo...

Katha, somos muchos los que comemos carne y nos ponemos ñoños con los animalitos. Será incoherente pero hasta un punto. No negamos que el ser humano se sirve de los animales desde que el mundo es mundo. El matiz se lo pongo en que comer es algo fundamental, pero no lo es ningua fiesta que tenga como eje central el sufrimiento de un bicho. El león se zampa al ñu para sobrevivir. No lo llama arte, se limita a matar y comer. No tiene nada que justificar. Los que nos mostramos ñoños con los bichos podríamos ser vegetarianos por coherencia, es cierto. No pretendemos justificarnos. La carne está rica. Pero, generalmente, también somos los mismos que exigimos que el animal que nos alimenta no sufra. A veces pagamos más por esa garantía. El hecho de alimentarnos no implica que los bichos deban tener una existencia penosa y una muerte horrible, se puede hacer de otro modo. Se debe, diría yo. Y la ley así lo procura. El ocio, el arte, el sentimiento, son otra historia. Ahí sí que no encuentro ningún motivo para que se torture.

Se perdería el toro? Tú crees? Es uno de los principales argumentos de los taurinos. Por qué íbamos a dejar que desapareciera el toro cuando nos preocupamos incluso del más canijo de los pajarillos? Hoy día se intenta proteger a toda costa cualquier especie, incluso aquellas que no son de utilidad directa o evidente para el hombre. De qué sirve exactamente un lince? Pero se les protege. Nadie permitiría que desapareciera el toro. Tendría una vida diferente.

Respecto a las familias que viven del mundo del toreo... qué ha pasado con tantos y tantos oficios? Cuánta gente abandonó la ganadería, el pastoreo, el campo porque no rentaba? Cuántos oficios han ido desapareciendo porque la máquina sustituía a los obreros, porque se reducía mano de obra y costes, se ganaba en rapidez y eficiencia, o porque aparecían tecnologías nuevas? Qué fue de los que se ganaban la vida conduciendo coches de caballos, fabricando sombreros de copa y miriñaques, qué fue de los que encendían cada noche las farolas de aceite o de gas, de los que fabricaban máquinas de escribir que ya no usa nadie? Qué fue de aquellos fotógrafos ambulantes que iban por los pueblos haciendo retratos cuando la kodak nos puso una cámara en cada familia? O de aquellas señoritas de los cables y las clavijas del "oiga, mi conferencia con Teruel, que no oigo nada!!" Qué fue de los comercios pequeños y de las señoras que vendían pescado por la calle? Qué fue de los honrados verdugos??

El mundo avanza y cambia, desaparecen las modas, los usos, las costumbres, los oficios. Todo desaparece o se recicla. Cuando empiezan a surgir preguntas de por qué hacemos esto o lo otro, cuando empezamos a cuestionarnos las cosas empiezan a desaparecer las razones para mantenerlas. Es así. Aunque sean ejemplos tontos o extremos, se acabó el miriñaque y se acabaros los verdugos, y el que mucha gente se fuera al paro no detuvo esos cambios. Es que eso de que el mundo gire es impepinable. E imparable!!

Katha dijo...

Créeme,
Por mí los toros se pueden acabar. Ahora bien, creo qeu hay cosas mucho más urgentes e importantes a regular.

Un saludo

Lenka dijo...

Siempre hay cosas más urgentes según el criterio de cada cual. Seguro que a Rouco le parece la leche de urgente salvar la familia tradicional, tan puesta en peligro por rojunos, laicistas y homosexuales.
;)

Para las feministas nada es más urgente e importante que su lucha. A los empresarios les preocupará lo suyo, los científicos estarán que trinan con los recortes en investigación. A mí los temas sociales siempre me parecen urgentísimos, por pura deformación profesional.

Claro que hay mil temas más urgentes que los toros. Pero los temas no tienen por qué ser excluyentes, Katha. Se puede luchar por miles de causas a la vez. Y menos mal, o estaríamos siempre bloqueados. La educación, el empleo, la sanidad, los inmigrantes, la igualdad, las bibliotecas públicas, el tabaco... ocho mil temas y cada loco con su tema. Siempre hay cosas más urgentes por hacer. Afortunadamente no tenemos que tratarlas de una en una y en riguroso orden. Es una suerte, porque vete a saber para cuándo llegaríamos a tantas y tantas cosas!!

Katha dijo...

Lenka,

Pero me temo que, en este caso, se está aprovechando la controversia para ayudar a "distraer", dado que, con el panorama actual, el fútbol y la prensa rosa no bastan.

Hoy por hoy me importan más otras leyes que si cierta región de España vota o no en contra de los toros. ¿Qué los toros son una salvajada? De acuerdo. Que no veo arte alguno en una matanza. Te repito que también estoy de acuerdo. Pero hay veces que la gente ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Y me estoy refiriendo a una ley en concreto, la referente a que, por no rebasar un cierto límite de edad, se presupone una práctica inmunidad ante cualquier cosa.
Cierto que las cosas se pueden hacer en paralelo, pero es que hay algunas que no se tocan. Ni en caliente, ni en frío, ni en templado.

Lo siento, pero, como madre, me preocupa más eso que los toros.
Ójala las cosas se hicieran realmente en pararlelo.

Katha dijo...

¡Ah! Conste que no creo que se trate únicamente de un tema de leyes, si no de una falta absoluta de valores, de moral, de educación. Y de eso es culpable la sociedad entera.

Sianeta dijo...

Esa imagen, y algunas de momentos previos a éste, es la razón por la que dejé de ver corridas con la abuela. Los abuelos eran taurinos de padre y muy señor mío, socios de la Monumental, y me explicaban muchas cosas sobre la Fiesta, pero yo cada vez que salía uno estaba esperando que le indultaran, y no era plan. Yo entendía que para ellos era una pasión, y lo mirábamos desde prismas diferentes. El dolor es real/el arte es real. Así que bueno, ellos seguían disfrutando y yo me centré más en hacer los deberes. Con los años, las referencias a Disney referidas a mi persona, han estado presentes a menudo. Mira, ya casi no me lo tomo a mal, Disney me encanta.

Sra de Zafón dijo...

Lenka esto es una prueba, llevo intentando publicar un comentario en el blog de Juan desde ayer. Ay, qué ganas :-)

Lenka dijo...

Katha, si te entiendo. Cuánto conviene que haya temas polémicos para marear perdices!!! Estoy de acuerdo, esto no es lo más urgente del mundo. Pero mira, está ahí, y no hace ningún daño hablarlo. Siempre y cuando no se pierdan de vista otros muchos temas que se tienen que hablar y mucho. Y no sólo hablar!

Jejeje, Zafo, suerte con tu prueba. Aquí se te lee alto y claro!

Lenka dijo...

Sianeta, que me olvido de ti!!!

En mi familia jamás ha habido taurinos, soy de una zona poco aficionada a la fiesta. De hecho creo que no conozco a ningún taurino en mi entorno, lo más habitual es que la fiesta provoque rechazo. Quizá por eso me cuesta un congo entender a quienes ven arte y belleza en la plaza, pero lo intento con todas mis fuerzas, la verdad que sí.

Lo malo es que en realidad me resulta tan lejano y extraño como le podría sonar a un noruego. Y eso es frustrante, porque cuando oigo cosas como "tradición española", "nuestra cultura", "fiesta nacional" de pronto me siento china. Y sé que es todas esas cosas, pero también sé que yo soy española y ese mundo no tiene nada que ver conmigo, ni con los míos, y en general casi nada de nada con mi tierra. Y no sé, termino por sentirme rara. Es que a veces nos hacen sentir a quienes no lo hemos vivido como "antiespañoles". Y no, oiga. En mi tierra tampoco hay mucha afición al flamenco ni a las sevillanas, y no por eso somos marcianos ni pretendemos destruir el país.

Katha dijo...

Lenka,

Lo que comentas es la famosa España de charanga y pandereta. Cosa que a mí también me enfada. Como tú dices, en mi casa tampoco hay ni palmas, ni sevillanas, ni "ay, ay, ays". Que para algunos parece ser la única España que hay.

Un saludo.

Juan dijo...

La verdad es que eso de la fiesta nacional y demás tampoco lo entiendo. España es grande y con una maravillosa diversidad y los toros no parecen ser una excepción.

Yo pensaba hasta hace bien poco que los toros gustaban en toda España más o menos por igual, pero estoy viendo que en absoluto es así. Andalucía y Madrid parece ue se llevan la palma.

También hay una tendencia a considerar lo andaluz como extensible al resto de España y no es así en absoluto. La cultura popular andaluza es muy potente, pero es andaluza y un vasco o un asturiano poco tienen que ver con las sevillanas, la Macarena, el cante jondo, el Rocío o los toros.

Es posible que tenga mucho que ver, en la manera de contemplar los toros, la edad y las circunstancias en que viste por primera vez la fiesta. Yo la vivía en casa y fui a la plaza por primera vez con mi padre con seis años y, no se si fue por como mi padre me prestaba toda su atención o por mi propia sensibilidad, que hizo que me gustara desde el principio. El me ayudó mucho a saber mirar una corrida.

Lo que más me ha gustado de tu post es el título. Has dado con las dos palabras que lo encierran todo: lo inexplicable, tanto para unos como para otros. Y es que las emociones que encierran el mundo del toro sólo se pueden sentir, tanto en el sentido de adorarlo como de rechazarlo. Lo que tú ves en la fiesta es absolutamente diferente de lo que yo veo, viendo ambos la misma escena.

Un abrazo

Lenka dijo...

Exacto, Juan, esa era la idea. Es que es inexplicable. Obviamente mi post rezuma lo que yo pienso y siento, no he podido ser tan imparcial con un tema así. Pero créeme que hago el serio ejercicio de intentarlo. Y que entiendo hasta un punto (más allá no soy capaz porque se me meten las vísceras en medio, es así) Lo que para nada pretendía, y espero que con eso no quede duda, es ofender a nadie. Vaya por delante. Sé que el párrafo final es duro y puede parecer que busca la polémica o el morbo fácil, pero no es así. Es una de mis preguntas al infinito (esas que me hago siempre que doy con algo que me supera o no me entra en la mollera). Es el intento de plasmar lo que para mí es tremendamente paradójico. Conceptos que yo entiendo como positivos (arte, belleza, amor, respeto, dignidad) con una imagen en la que no puedo ver nada positivo. La idea es expresar eso, no molestar. En serio.

Desde luego que entiendo que todos somos producto de lo que no rodea, lo que nos impactó, lo que nos trae recuerdos. Lo que teje nuestras emociones. Por eso me niego a caer en el juicio fácil de "los taurinos son unos sádicos" que tanta gente esgrime. Porque aunque no lo comprenda, puedo visualizar con toda facilidad a un niño asombrado viendo la fiesta a través de los ojos de un padre o un abuelo al que amaba. Y ese tipo de cosas son sagradas para quien las vive.

Por eso también me puedo poner en la piel del adulto que ama la caza (a mí me espanta) por todo lo que representa en sus vivencias y recuerdos, o en la piel de alguien que no encuentre nada horrible(sino bellos recuerdos) en algo tan espantoso como la matanza de un cerdo, por ejemplo. Esa parte emocional es indiscutible e inexplicable, sin duda. Hasta ahí puedo entenderlo, te lo aseguro.

Y sí, es cierto que en algunas partes de España el toro se ve como algo ajeno, lejano, algo directamente desagradable o bien indiferente. No se percibe como parte del mundo propio, no hay nada de ese mundo que nos pertenezca, ni nos evoque nada ni nos despierte el menor recuerdo agradable. Y, desde luego, nada que nos represente o que constituya la menor seña de identidad. En algunas partes de España el toro se ve con la misma lejanía que se vería desde Suecia. El toro y todo lo que le rodea. Ajeno, desconocido, extraño. Ya digo, indiferente como poco o directamente horrible.

Mira, para mucha gente que a eso se le llame "Fiesta Nacional" es tan extraño como se le llamara (salvando las distancias) al Descenso del Sella, una cosa que ocurre en Asturias y ya está. Los toros encantan en muchos lugares, cierto, pero es que en otros de verdad que son por completo extraños, no significan nada o nada bueno.

Guaja dijo...

Me ha encantade, Le. Dejando a parte mi postura sobre las corridas de toros, me ha encantado la entrada por como la has expuesto. En serio, brutal!.

Lenka dijo...

Gracias, Guaja!! Besotes!!

http://futbolmundial2010-striker.blogspot.com/ dijo...

http://futbolmundial2010-striker.blogspot.com/ ESO NO TIENE DEFENSA

Lenka dijo...

Esa era la idea.