viernes, 8 de abril de 2011

Cuidado, cuidado!!!!


La verdad es que te vuelven un poco loca con esto de los kilos. Y no es que me extrañe, porque lo hacen siempre, casi todos. Vas al médico y ya puedes tener migrañas, gripe o un juanete, que nueve de cada diez médicos te dirán: "es que tendrías que bajar de peso". Tener kilos de más se ha convertido en la excusa perfecta para todo. Cualquier dolencia que padezcas se achacará irremediablemente a dicha causa, permitiendo a los facultativos ahorrarse cualquier otra prueba o examen. Al menos conmigo ha sido siempre así.


Cuando era una veinteñaera de 50 kilos me dolían los huesos porque estaba creciendo, porque tenía un catarro mal curado o, sencillamente, porque era quejica. Las jaquecas eran siempre por la regla, cosa de hormonas. Cuando me puse redonda todo era por el sobrepeso. Cuando adelgacé, de nuevo las hormonas y la cosa psicológica. Era estrés. Cuando volví a engordar, otra vez eran los kilos los responsables de todos mis males. Total, que hay dolores que me persiguen desde la pubertad, pero jamás he conseguido que me hagan una triste radiografía. Por eso terminas pasando de ir al médico y te aguantas, asumiendo que sí, que es el peso, y que, además, eres quejica.


Ahora, con la preñez, la cosa ya es surrealista. Los primeros tres meses no engordé ni un gramo (probablemente porque llevaba buenos kilos de serie y no me hacía falta) pero los médicos no dejaban de mirarme con suspicacia, como si les estuviera haciendo un feo terrible. Para más narices, todos mis análisis eran normales. El cuarto mes me salió la barriga y empecé a coger peso muy despacito. Entonces parecían encantados, porque al fin podían empezar a reñirme. El quinto mes la barriga explosionó de repente y agarré cinco kilos de golpe y porrazo. Manos a la cabeza, aspavientos y sentencias: "azúcar, tensión alta, catástrofe y agonía!!!!" Ni había azúcar ni tensión alta (12/6), pero la báscula indicaba un número feo y con eso era suficiente. No he tenido náuseas, ni un simple catarro. Tuve dolores de cabeza que terminaron por desaparecer, se me hinchan los pies y algunas veces me duele la espalda. Creo que lo más terrible es la ciática, que, por cierto, desaparece instantáneamente en cuanto estiro la pierna. Es decir, no me parece tan tremendo el caso, teniendo en cuenta que ya estaba bien rolliza antes de preñarme y que se trata de un embarazo gemelar.


Este último mes he subido medio kilo. Mis pies han mejorado, no hay migrañas, no tengo ni una caries, la tensión sigue igual. Insisten todo el rato: "cuidado con el peso!!! Cuidado con el peso!!!!" Señores, yo ya estaba gorda. Y ahora estoy preñada. Les guste o no, voy a engordar. Si saben de alguna manera en que yo pueda pesar al final del embarazo lo mismo que al principio, me lo dicen. Aunque creo que no será muy factible. Creo que no conozco ni un sólo caso en el que la embarazada se haya quedado igual, iniciara el proceso con 50 kilos o con 80. Entiendo que es más saludable no tener sobrepeso. Pero cuando lo hay no sé qué arreglamos montando un cristo por cada kilo de más. Una preñada va a engordar entre 8 y 12 kilos. Una gemelar quizá algo más. No importa cuánto pesaban al principio. Da lo mismo si eran Kate Moss o la Gorda de Botero. Claro, la diferencia es que la delgadita terminará pesando 60, mientras que la rechoncha pesará 90. Horror de los horrores!!! Es que son 30 kilos más. Sí, pero eran 30 kilos más ya en el momento de concebir. Entienden?? No es que una haya subido 10 y la otra 40. Las dos han subido 10. Obvio, la flaca tenía un margen mayor y más saludable. El numerito de su báscula es mucho menos feo, cierto. Pero acaso pretendían que la gorda subiera solo 2 kilos? Eso cómo se hace? Comprendan que el mal ya estaba hecho cuando la oronda tuvo la osadía de preñarse. Martirizarla ahora por sus números chungos no tiene mucho sentido, porque no tiene arreglo. Creo.


Pero no se preocupen!! A finales de mes me toca una nueva analítica completa. Con un poco de suerte tendré azúcar, hipertensión, colesterol, triglicéridos, diabetes gestacional, ácido úrico y caspa. Y podrán ponerse las botas fustigándome: "si ya te lo advertimos, el peso, el peso, cuidado con el peso!!!!!" No pierdan la esperanza, caray, que aún están a tiempo de ponerme metafórica y literalmente a parir. Por cierto: yo estoy bien. Y los críos también. No sé si eso les consuela. A mí me parece un puntazo.

9 comentarios:

Petri dijo...

yo de mi segundo embarazo engordé 20 kilos por encima de mi peso, teniendo encuenta que tampoco era una silfide y mido 155 cm, no veas la cara de reproche de los medicos, lo cierto es que si me caia casi rebotaba y no eran gemelos, no tomes ejemplo de mi, pero aquí estoy y no murio nadie..
Dentro de poco como dice mi hermana que tiene sobrepeso, ser gordo será delito. Sabemos que es más "saludable" estar delgado pero baes Lenka, estoy empezando a odiar esa palabra..

Animo

Petri dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Inés Valencia dijo...

Ojo que son cansinos, eh?
Pues no te veo, pero por lo que cuentas, estás estupenda y, si todos estáis fuertes y sanos, que es lo que importa, que le den a todo lo demás!

Lenka dijo...

Os prometo que yo no les discuto lo de mis kilos de más. Sólo puntualizo que ya los traría de serie, así que no veo que tenga mucha utilidad darle vueltas al tema. Ya está hecho, no tiene arreglo, jejeje.

Tampoco les discuto los peligros del azúcar alto, la tensión, etc, pero es que conozco a muchas chicas delgadas que tuvieron esos problemas y a otras más rellenas que no los tuvieron, así que... espérate antes de reñirme, que a lo mejor nunca llegamos al caso.

Y nada, supongo que quien más quien menos todo el mundo se apaña pa perder el sobrepeso tras parir. Mi madre se puso como una auténtica elefanta y las fotos confirman que tras echarme pa fuera se curró un tipazo de tres pares. Dadme tiempo, leñe. XD Prometo ser buena y comer mucha lechuga (que es, básicamente, lo que estoy comiendo ahora. Lechuga y fresas. Maemía. No había comido tanta fruta y tanto verde en toda mi vida junta!)

Pero oiga, que no todo son broncas! Acabo de estar en el dentista y se me ha quedao transportao de júbilo y emoción. Que qué dentadura más pluscuamperfecta. Que ni una caries. Que se nota que no estoy dándole al dulce. Que muy bien. Poco me ha faltao para pedirle que me pusiera todo eso por escrito, para luego usar el papelito pa darles en los morros a las tocólogas (a lo Mauricio Colmenero con el Machu Pichu).

Más majo, mi dentista...
;)

Alberich dijo...

Pues de parte de un Médico gordo: "Cuidadín con el pesooooo!!!"

Lenka dijo...

Y lo tengo, Doc, lo tengo. Te lo garantizo que sí. Pero me temo que, por cuidado que tenga, no podré evitar ganar kilos tratándose de un embarazo. De momento llevo el mismo ritmo que una embarazada de un sólo bebé, así que no creo que sea como para freírme a broncas. Hace tiempo leí en un libro que era normal que en los embarazos múltiples se cogieran 15 o 20 kilos, y me prometí que no lo permitiría. Y no lo estoy permitiendo. Luego resulta que muchas mujeres te aseguran que cogieron eso mismo con un sólo bebé a cuestas, pero las broncas pa mí, jajajaja!

Alberich dijo...

Pero si era broma ;)
Por lo q he leído, el peso (y lo demàs:tensión,azucar...)lo llevas estupendamnte! Y me alegro en el alma, ya lo sabes ;D

Guaja dijo...

Y si tanto les preocupa tu peso que empiecen por explicarte por que no adelgazabas estando a dieta ni subida como una loca en la bici de spining, darte consejos sobre la alimentacion y tu hipotiroidismo(no, diles que no vale que te prohiban comer coles y bollos)o por lo menos una consulta con el endocrino.

Pero ye asi, tu teoria se confirma. Mis problemas de espalda antes eran sobrepeso, ahora que peso 59 Kg (mido 1,66) es que estoy estresada y tensa. Y si, claro que lo estoy, me duele la espalda cojona!!!

Lenka dijo...

Ah, no, la explicación es sencilla, ya me la han dado muchas veces. Es que me pongo ciega a bollos (que no me gustan), a cochinadas del kiosco (no soy capaz ni de comerme una gominola) y a grasas (le quito los bordes a los filetitos de lomo y el blanco al jamón).

Da igual, tampoco te creen digas lo que digas. Ves cómo mi teoría es absolutamente cierta??? Si te sobran kilos TODO lo que te pase será culpa de ese sobrepeso. En cuanto adelgaces empezará a ser TODO culpa de la ansiedad, el estrés y los nervios. SIEMPRE. Ya te lo dije, me lo sé porque me ha pasado. En mis épocas de delgadez eran los nervios, y en mis épocas de gordura son los kilos. Y punto pelota.

En fin, paciencia.