miércoles, 26 de enero de 2011

En cualquier caso...


Todo el mundo te hace la misma pregunta. Supongo que es inevitable. "Quieres un niño, o una niña?" Si la cosa funciona, tendré dos, así que el entusiasmo no se hace esperar: "ojalá sea la parejita!!" Y sí, bueno. Ojalá. O no. No importa. Qué va a importar?? Por pura ociosidad me entretuve pensando en todas las opciones, y, sinceramente, ninguna me parecía mejor ni peor que otra. Ayer supimos que uno de los pequeños seres es varón. Concretamente el más inquieto de los dos, el que mueve los brazos como si bailara. "Qué bien!! A ver si la otra es niña!!" Si es niña, perfecto. Si es niño, perfecto.

Tener una hija, pienso en voz alta, debe ser algo realmente mágico. Como cerrar un poderoso círculo. Un lazo especial. Un eslabón más en esa cadena de ancestras, de luchas, de miedos, de sometimientos y rebeliones, de pérdidas y logros, de silencios y palmadas sobre la mesa. Cuando tienes una hija, pienso de nuevo, quizá la vida te devuelve un poco tu niñez, y te permite la licencia de reconstruir cosas. No para ella, ni sobre ella. Para ti misma y contigo. Y tenerla ahora, en esta etapa, cuando puedo mirar a mi madre, mis tías, mis primas, mis abuelas, mis amigas, mis mujeres todas y comprenderlas mucho mejor de lo que jamás imaginé, debe ser tremendo. La ocasión de hacerlo posible, de meterte hasta las cejas en la ecuación, de probarte si eres de las que abre las ventanas o pone zancadillas rencorosas. De comprobar si era tan fácil o tan difícil. De experimentar, como algo natural (tal vez hermoso, tal vez terrible, tal vez ambas o ninguna) qué se siente siendo el Dragón y esperando a que tu hija te observe, te juzgue, te cuestione, te corrija, te saque de quicio, te sorprenda, te maraville, te emule, te haga pedacitos... y, con suerte, te llegue a compreder, te perdone, te asuma. Nada menos. Debe ser increíble poner a una mujer en el mundo y contemplarla ser.

Tener un hijo, vuelvo a pensar, forzosamente ha de ser una maravilla semejante. Tu relación más íntima y fuerte con el otro sexo. El (más) real hombre de tu vida. La oportunidad de ver otro planeta (o lo que el mundo se empeñará en que sea otro planeta) desde su primer aliento, de aniquilar todos tus prejuicios, todas tus ideas previas, todo lo que creías saber o lo que te contaron y diste por bueno. Quizá sea la única vez en la vida en que ames a un varón sin esperar nada de él. Sin necesitar nada. Sin el menor rastro de egoísmo (es posible?) Puede que sea la ocasión perfecta para que un hombre descubra contigo (qué bello sería eso) que no sois extraños, ni contrarios, ni mucho menos enemigos. Que hay otras formas de acercarse, de conocerse, de ser compañeros, iguales. Y cerrar otro círculo. El de ellos, los anteriores. El de sus luchas, sus miedos, sus silencios, sus rebeldías y sumisiones, sus fracasos y sus triunfos, sus palmadas sobre la mesa. Debe ser indescriptible poder (y saber) llegar a tal proximidad. Debe ser increíble poner a un hombre en el mundo y contemplarle ser.

No quiero princesas. Ni emperadores. No quiero (si puedo evitarlo) seres tullidos, vacíos, acobardados, neuróticos, egocéntricos o dictadores. No quiero monstruos que se crean especiales. Quiero que lo sean. Que se demuestren (a ellos mismos) que lo son. Seres maravillosamente normales. Porque se me ocurre que "normal" es una de las palabras más denostadas de nuestra era. Lo que quiero (si soy capaz de ayudar en algo) son guerreros. Seres fuertes, decididos, ilusionados, risueños, felices y valientes. Seres que no teman caminar, ni caerse miles de veces, ni perder el rumbo, ni respirar hondo, ni pedir auxilio, ni decir que no, ni asumir un no, ni amar, ni meditar, ni cabrearse, ni cuestionar, ni desdecirse, ni explorar, ni arriesgarse, ni llorar, ni reponerse. Que no teman tener miedo. Que no teman jugar la partida que les toque, probar sus mejores cartas ni encajar lo que salga, a ser posible, con una carcajada. No sé si eso es posible. Pero sería perfecto.

19 comentarios:

Rogorn dijo...

A todo esto, ¿qué han dicho mami y papi y hermani?

Lenka dijo...

Verás.

1) Noticia "estamos preñaos":

- La Mamma: entusiasmo superlativo rozando la chifladura.
- El Pater: ligero shock emocional seguido de entusiasmo de moderado a considerable.
- Godzilla: sonrisa ligeramente aterrada, entusiasmo moderado y sentencia implacable, a saber, "eso pásate por dormir sin bragues!!!"


2) Noticia: "a mí me daban dos":

- La Mamma: chifladura completa rozando el éxtasis abuelil.
- El Pater: intenso shock emocional seguido de resignación y posterior alegría moderada.
- Godzilla: No se ha pronunciado todavía, por lo que deduzco que está muy ocupado cambiando de identidad, no sea que le pillen por banda y le suelten encima dos mocosos de golpe y a traición.

XD XD XD

PazzaP dijo...

Estás estupenda, Lenka.
Me alegra de veras tus buenas noticias. Y aúno mis deseos a los que has expresado en tu preciosa entrada. Ámalos mucho y respétalos más. Lo demás vendrá por añadidura.
Bendiciones. :)

Sra de Zafón dijo...

Da gusto leerte, Lenka, siempre lo da, pero ahora haces flotar por el aire un aroma a bebés que huele que alimenta :-)
Te va a dar igual...
Te va a dar igual amar a una bombónbrujita que a un bombónextraplanetario. Te va dar igual... te convertirás en canibal muerde culos, traga manos, chupa pies. Beberás las gotas del agua que les resbalan después del baño, pedorretearás en sus barrigas con tu boca, saborearás sus lágrimas, lamerás sus heridas, y sentirás que has comido como nunca con sus risas locas de bebés. Tu apetetito no cesará ni cuando duerman aunque te mueras por descansar y pasar de ellos un rato. Verlos dormir es otro momento de esos en los que una debe contenerse para resperar su sueño y no morderles los mofletes, y no comerles las manos y no chuparles los dedos, jajajajaa dios qué canibal soy y seré siempre!

Descubrirás que la carne de tus niños es la más sabrosa del mundo y que en el trozo que va desde sus orejitas a sus bocas te irán cabiendo cada vez más besos. Eso es muy hermoso, cada vez les caben más besos :-)
Será increíble! sean niños, niñas, o niño y niña, será increíble, Lenka, porque... saben igual :-)

Besos, luminosa y preñádisima criatura.

Juan dijo...

¡Cuánto me alegro Lenka¡.

Dos hijos estupendos para dos estupendos padres.

Un abrazo para los cuatro.

Lenka dijo...

Oh-dios-mío!!!

Lo pintáis de un modo que me deja atónita, porque no creo tener toda esa capacidad demostrativa! Que los querré con locura no se me escapa, pero no sé si podré/sabré expresarlo con tanta... voracidad???? XD

Qué horror. Las teclas no tienen secretos para mí. Sé que podría escribir a mis hijos la historia más tronchante, emotiva y mágica. Pero no sé si seré capaz de perder el oremus de tal modo. Físicamente hablando. Soy distante, hosca, encorsetada para estas cosas. No creo haber acariciado en mi vida a más de tres bebés. No me gusta invadir su espacio, nunca los cojo en brazos, y confieso que me parecen bonitos, entrañables, pero poco interesantes.

Imagino que todo eso cambia radicalmente cuando son TUS bebés. Pero habiendo sido toda la vida tan impasible, tan tranquila, tan silenciosa, tan escueta de gestos... creéis que de repente explotaré de entusiasmo hasta semejantes extremos? No me reconocería a mí misma.

No sé si se puede ser otro tipo de madre. No sé si es bueno o malo serlo. La verdad es que no sé nada de nada. XD.

Sra de Zafón dijo...

Mira Lenka, yo era hosca, poco acariciadora de bebés y además pensaba que lo que peor llevaría sería dedicar tanto tiempo y energía a otro ser...y de repente...me volví una canibal enamorada de un enano que sólo sabía hacer gorgoteos pero que me tenía extasiada.
Yo creo que tuve un exceso hormonal que todavía me dura :-)
Cada uno expresa el amor a su manera, pero en mi caso la transformación que me ocurrió fue tan increíble que todavía me miro al espejo y me pregunto ¿pero esta canibal soy yo? jajajaja.
El caso es que casi todas mis amigas han sido lo menos neneiras que te imagines y están todas que ni te cuento, jajajaja.
Besos, bimadre!

Lenka dijo...

Bueno, me tranquiliza saberlo. Ya me veía dando palmaditas torpes en la cabeza de mis enanos XD

Siento curiosidad por "verme" en tales circunstancias. Descubrir cómo me siento, cómo reacciono, si se me va la olla (que es lo que yo siempre he creído que les pasa a las madres), si pierdo toda capacidad de ser objetiva, si me desconozco, si me desbordo de ñoñez, si sigo en mi línea...

He conocido a muy pocas madres "raras", de las que no dieron grititos, ni se volvieron monotemáticas, ni hablaron en media lengua. Creo que sólo a una, de hecho. Para nada era fría, ojo. Simplemente no se expresaba a la manera, digamos, habitual con los nenes. Lo fascinante del asunto es que crió a unos hijos maravillosos, listos, sensatos, independientes, generosos, tiernos, en fin, la lista de cualidades sería larguísima. Unos hijos que la adoran, además. Casi diría que la veneran.

Eso me tranquiliza también. Por si noto que no me termina de salir la chifladura maternal.
XD

Remolina dijo...

Pues yo te cuento que no me entendí con mis hijas hasta que pasaron del año o año y medio. I'm sorry, pero era incapaz de entender a un bebé. Gracias a Dios que estaba Patxi que era el que tenía la paciencia infinita de sentarse, cogerlas en brazos y adivinar qué les ocurría o, por lo menos, esperar a que dejaran de llorar.

Yo nunca supe entender a los bebés y mira, creía que al ser madre se me pasaría, pero no.

Lenka dijo...

Es que eso de que lo llevamos escrito en los genes, Remolina, me temo que es un bulo.

Remolina dijo...

No te lo temas, yo te lo confirmo (en mi caso, por lo menos).

Lenka dijo...

Nunca me lo he creído. Normalmente cualquier primeriz@ está más perdid@ que un pulpo en un garaje. Y, aunque se suela pensar lo contrario, hay hombres que tienen más facilidad para manejarse con bebés que algunas mujeres.
Y hay mujeres con el instinto maternal de un ladrillo (y ni son raras, ni les falta no sé qué, ni son frías y egoístas) y hombres que babean ante la idea de tener niños (y no, no son femeninos por eso, juas, me ha vuelto a salir el tema de Reverte!!!) ;)

Inés dijo...

Gracias, Remolina!!!! Yo tampoco me entiendo con el piratita, aunque los dos hacemos nuestro mejor esfuerzo. Lo amo y lo adoro, pero no sé qué le pasa cuando llora sin motivo aparente y no se le pasa con nada. Y eso de llenarlo de besos, pasa pocas veces en la semana, aunque me siente a jugar con él todo el día. En cambio, el Pirata mayor parece que sabe siempre qué le pasa y qué hacer y decir para conjurar a los fantasmas.
Y el caso es que parece que se va criando bien igual, porque a mi me hace mimos y no parece tenerme demasiado rencor por no comprender sus llantos. XD

Lenka dijo...

Una mami es una mami, Socia. Aunque le hable a uno en chino.

;)

Remolina dijo...

A ver si al final vamos a ser legión las que no nos entendemos con los bebés y eso del instinto maternal es un bulo que se inventó algún tío para no tener que ocuparse de los niños, je, je. Oye, no me extrañaría.

Lenka dijo...

Pos claro!!! Es justamente eso!!!! Las tías desarrollaron ese instinto porque no les quedaba otra, los criaban ellas solas. Ahora que la cosa se hace más a medias, nosotras vamos perdiendo instinto y ellos lo van ganando.

XD

Petri dijo...

Yo tengo dos hijas y estoy encantada pero muchas veces pienso, me gustaría tener un hijo para bailar con el en una boda..

Kaken dijo...

Después de leer tus intenciones sobre lo que quieres para tus hijos, sólo se me ocurre una cosa: ¡¡¡adoptameeeee¡¡¡

Lenka dijo...

Jajajaja, Blog A, qué idea más curiosa!!! Pues mira, yo ya sé que, como mínimo, un varón saldrá. Pero, francamente, con lo poco que me gustan las bodas (ni siquiera yo estoy casada!) dudo que termine bailando en una con mi hijo (salvo que sea la suya, en cuyo caso asumiré la asistencia, claro, qué remedio...) ;)

Kaken, te advierto que no es oro todo lo que reluce! Eso de los buenos propósitos mola mucho, pero no siempre sabe uno cumplirlos, jejeje. Además, no creas que mis ideas han salido así por ciencia infusa. Uno es lo que lee, lo que oye, lo que medita, lo que ve a otros... me captas??? ;)