miércoles, 10 de noviembre de 2010

91


- Dígame.
- A ver... creo que alguien por ahí cumple una jartá de años...
- (Risa socarrona) Oye... cuál de ellas eres? (Se refiere a cuál de las 21 mujeres de su vida)
- La más vieja de las pequeñas.
- Hombre! Hola, mi cielo! Qué tal estáis?
- Muy bien, güelito, muy bien.
- Me alegro, me alegro. La jefa?
- Bien, bien, como siempre.
- El jefe?
- De viaje, creo. Ya sabes, pacá y pallá.
- Ya, ya, como siempre. El pollo? (Mi hermano)
- Currando, que no es poco!
- Bueno, bueno, eso está bien. Tu moreno?
- Sigue de baja, así que echándole cuento.
- Pero está bien, no?
- Sí, sí, perfecto. Esperando, ya sabes.
- Bueno, qué remedio. Estando bien...
- Qué tal vosotros?
- Bien, gracias a Dios.
- Qué se siente?
- Pues fíjate, justo acabo de nacer ahora. Madre siempre contaba que salí más o menos a medio día.
- Míralo que listo, a la hora de comer!
- (Risas) Bueno... mucho de comer no había, pero algo me tocó. Si no no estaría aquí, verdad?
- Eso seguro. Se nota alguna diferencia?
- Bah, no creas. Me puedo sentar y me puedo levantar luego, o sea, que pa esta edad estoy divinamente. (Risas)
- Anda, anda... algo más harás que no nos cuentas.
- Ya sabes que no tengo ningún secreto. Sigo de corredor de bolsa.
- Mande??
- Eso. De corredor de bolsa. Haciendo los recaos.
(Más risas)
- Qué tal la Doña?
- Aquí la tengo. Te la paso.
(...)
- Bueno, mi cielo, un millón de gracias por llamar.
- Sólo faltaba! A ver si pasamos un día con un bizcocho rico, echamos la parrafada y fumamos unos porros (cigarros).
- Cuando queráis. Ya sabes que esta es vuestra casa.
- Vale, güelito. Un beso!
- Un beso, mi sol. A ser feliz.

Contigo cerca, seguro. Qué suerte tenerte. Qué lujo.

13 comentarios:

Luna dijo...

Buenas guapisima!

A ver si me he enterado bien. 91 son los años que cumplio el abuelo?

Aun recuerdo a mi abuela a puntito de cumplir los 100, 4 meses antes se metio en una cama con la cebeza me que la mayoria del resto de la familia y en una conversacion privada, me dijo muy serena que habia decidido morise.
Que esperaba que fuera pronto, y que no se me ocurriera ir al entierro, que sabia que era caro el avion y que total entierro iba a ser igual. Y me ahorraria ver caras de pena, mas falsas que una moneda de dos caras.

Eso fue en unas navidades y en menos de un mes se murio...

Cumpli sus deseos de no ir, y de no ir a su tumba, que ella desde donde estuviera... sabria de mi.

Para mi fue la persona mas fascinante y mas inteligente que nunca conoci

BESOS
Rosa

PD: Se me critico mucho por no haber ido al entierro... pero con la familia que tengo lo esperaba, y ella tambien lo sabia, por eso lo de la moneda de dos caras

Anónimo dijo...

Pues sí, que lujo XD. Muy bonito Len.

Marechek

Lenka dijo...

91 añazos cumplió ayer, Luna. Y sigue soltando discursos en latín, leyéndose toda la prensa, jugando a las cartas con su amada esposa, contando chistes y encantado con la vida. Él es para mí (como para ti tu abuela) la persona más especial del mundo.

Gracias por lo que me cuentas!
Y gracias a ti, Mare!
Besos!

Anónimo dijo...

Sigue disfrutando de él Lenka, y aprendiendo. Tienes mucha suerte, y lo mejor es que eres muy consiciente de ello. Felicítale de nuestra parte!

(Siané)

Alberich dijo...

Q maravilla,Len :)
Gracias x regalarnos estos pedacitos de ti ;)
Dile a tu gûelito q un sevillano le manda felicidades. Estoy segurísimo de q es una gran persona (como la nietísima jeje)
Y abrazos de los q ya sabes, a tutti!

Kaken dijo...

El Doc se me ha adelantado y ha escrito casi lo mismo que yo iba a decir :-)
Me ha parecido una preciosa conversación-relacción y me ha dado mucha envidia, jejejej.

Y creo que la vergüenza hay que saltársela en mor de una realidad: transmites lo que es tu abuelo, tu magnífica vivencia con él y es recogido con cariño y admiración por todos, como no puede ser de otra manera.
Yo que tú no me lo callaría ;-)
Bes¡¡

Lenka dijo...

Gracias miles a todos!!! La verdad es que creo que es la persona de la que más he aprendido en toda mi vida. Mira que no tenemos nada en común, eh? Ni en creencias, ni en ideas políticas, en nada de nada. Pero es con su forma de vivir con la que te da lecciones constantemente. Alguien que lo respeta todo de manera natural, que no se mete en nada que no le concierna, que nunca juzga, que se cortaría la lengua antes de ofender... buf, no sé cómo lo hace. No sé cómo consigue ser tan genuinamente bueno.

Me consta que no le resultó fácil aceptar ciertas cosas, por sus convicciones. La primera hija que se declaró de izquierdas (juas, y luego todos detrás!), la que confesó ser lesbiana, las bodas civiles, el primer divorcio en la familia, las primeras nietas sin bautizar, los que nos "arrejuntamos", las militantes feministas o a favor del aborto... estoy segura de que muchas cosas le exigieron meditar largo y tendido, encajar piezas que no le encajaban, desterrar ciertas ideas que le inculcaron desde niño sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal... y lo hizo. A solas, sin preguntas, sin escándalos, sin berrinches, sin una mala cara.

Siempre se le ha podido contar todo con absoluta confianza de que, lo entendiera o no, se encogería de hombros, respetaría y te haría la pregunta clave: "tú eres feliz? Pues ya está".

Jamás una mala palabra ni un mal gesto para nadie. Siempre convencido de que todo el mundo es esencialmente bueno y merece respeto. Nunca ha cedido un ápice en sus convicciones, pero para sí mismo. Jamás ha intentado imponerse, ni presionar, ni ha utilizado el tan común chantaje, el "me has decepcionado" o el "esto es así y punto".

Y es que, encima, tiene un sentido del humor extraordinario. Es muy capaz de reírse alegremente de sus propias ideas (como cuando cuenta esos obscenos chistes de curas y monjas, cuando se hace fotos con insignias comunistas o se muere de risa con El Gran Dictador).

Y hablamos de un señor que guarda como un tesoro una foto de la tumba de Franco, al que siempre aplaudió lo que él considera "logros" y del que nunca negó "cosas atroces que jamás debió haber hecho". No conozco a nadie tan plantado en sus ideas y, a la vez, tan natural a la hora de criticarlas sin fanatismos, o de ver la validez de otros puntos de vista. Honestamente no conozco a nadie tan dispuesto a aceptar en su corazón a cualquier ser humano, por opuesto a él que sea.

Cada vez que alguien le ha espetado un: "pero si ese es rojo, es homosexual, es negro, es extranjero, es ateo, es moro, es puta, es esto o aquello", siempre ha respondido: "Y qué me quieres decir con eso?". Y lo dice muy en serio, porque no comprende dónde está el problema, si todos somos personas.

Habéis visto Las sandalias del pescador? A grandes rasgos ese es mi abuelo. Pienso sinceramente que si todos fuéramos como él este mundo sería perfecto. Como mínimo sería un lugar mucho mejor, más tranquilo, más civilizado. Un lugar donde todo el mundo podría vivir en paz. No se me ocurre nada más grande que se pueda decir sobre nadie!

Lenka dijo...

Muchas personas admiran a mi abuelo. Me consta que ha sido ejemplo de mucha gente, incluso de los que no comparten ni una de sus ideas.

Es cierto que otros también le han tenido mucha manía. Creo que no podían entenderle. Sé de gente que se ha arrimado a él "caritativamente" para compartir sus "desgracias" y se ha ido rabiando al descubrirle encantado de la vida. Pero es que hay gente así, seguro que conocéis a más de uno. No pueden entender que lo que para ellos es una tragedia, para otros no lo es. A ver si os suena:

"Ay, que me han dicho que su hija Tal es... bueno, ya sabe. Y dicen por ahí que anda con una venezolana!!! El otro día me crucé con su hijo Cual, pero no iba con la mujer, iba con otra... no se habrá separado, no? Así que las dos nietas Fulana y Mengana no están bautizadas, eh??? Conozco yo al... novio de la mayor. Está divorciao, lo sabía, verdad? Aaaaah, que tal nieto se casa con una chica de México... fíjate, qué cosas... Sí, ya me he enterao que se casa otra nieta... por el juzgao, no?? Con un... negrito!!!! Bueno, pobrecillo... si yo no digo nada, los habrá que sean buena gente, claro. Qué gracia, ahora va a tener bisnietos... mulatitos!!"

Y rabian, porque lo que quieren es regodearse en un drama que sólo ellos ven. Y porque no entienden que Don Fulano, tan católico él y tan decente, pueda realmente estar tan pancho con la casa llena de rojos, extranjeros, tortilleras y negros!!!!

A mi abuelo siempre le ha dado igual lo que piense nadie. Lo único que siente es lástima por toda esa gente que no aprende a ser tan feliz como él. Gente que le da importancia a detalles irrelevantes y los convierte en una ofensa. Peor para ellos.

Lo que me encantaría es que hubierais podido ver al clan representando La venganza de Don Mendo en un salón de actos del barrio, recaudando fondos para un colegio en Perú. Éxito total! Qué ideales que estaban mis tíos encarnando a Don Mendo, Magdalena, el Marqués, Don Nuño... y qué decir de mis abuelos, con ochenta y tantos años encima de las tablas. Esa abuela, haciendo de la Ramírez... y el vejete en su salsa: De Clodulfo (con peluca y chepa, juas) y de Abad (cómo no, claro, que a este siempre le tiró la sotana...)

Menos mal que hay documentos que prueban el delito. El día que mi abuelo me falte (que ojalá sea dentro de mucho), sólo tendré que ponérmelo en pantalla grande y partirme de risa viéndole jorobado y con pelos de loco recitando el:

"y que la despensa se abra
y que corra el vino añejo,
y que en la más alta torre
luzca el pendón de su abuelo,
que no hay un pendón más grande,
ni más noble, ni más viejo".

Qué grande!!!!!

Kaken dijo...

A raíz de tu penúltimo comentario estuve tentada de decirte que habías descrito justo a mi pareja, son clavados¡¡
Y ahora que mencionas el Don Mendo ya se me cuadra el círculo, pues mi hija lo ha representado muchas veces con su compañía de teatro.
No sé bien cómo explicarlo, se me hace todo muy cercano y muy bello.
Me alegro muchísimo de que sepas ver lo que tienes, Lenka.
Un besazo.

Juan dijo...

Tu abuelo ha conseguido algo que pocos logran: su moral y sus ideas sólo le sirven a él para su vida. No pretende que los demás vivan de acuerdo con su moral. La famosa moral individual de la que tantas veces hemos hablado. Y en última instancia, ese es el verdadero respeto a los demás.

Me ha caído muy bien tu abuelo. Haríamos buenas migas.

Lenka dijo...

Desde luego hace migas con todo el mundo, Juan, nunca le he oído decir que alguien le caiga mal. Una persona tiene que ser un verdadero monstruo para que mi abuelo le critique, y, con todo y con eso, siempre lo hace sin odio, más bien con un deje de lástima y de estupor, como si no pudiera comprender qué ha pasado por la mente de alguien así. Pero siempre da por sentado que tiene que ser fruto de algo. Me parece que no cree en la maldad.

Mi abuela es también todo un personaje, pero siempre ha sido más terrena, más visceral. La injusticia le subleva, ella sí cree en la maldad de la gente y se la llevan los demonios con ciertas cosas. Con este tema tienen no pocos debates. Por ejemplo, tienen un vecino que siempre fue muy amigo suyo, pero ahora debe estar senil, porque le ha dado por insultarles (bueno, a ellos y a todo el que se le cruza). Mi abuela se mosquea y le ha retirado el saludo (jajajaja, menuda es ella), pero mi abuelo sigue dándole los buenos días aun sabiendo que él le responderá con un: "asqueroso!!!" como mínimo.

No le importa, no se lo toma en serio, no le discute. Sólo le sonríe y sigue su camino tan pancho. "Es un grosero!!!" clama mi abuela. "Que no, mujer, se le ha ido la cabeza, no sabe lo que dice" dice él. Para mi abuelo sigue siendo el mismo vecino encantador de siempre, sólo que ya no es responsable de sus palabras y ya está.

Pues podéis coger este ejemplo y trasladarlo a Hitler. Mi abuela se desgañitará llamándole cabrón, asesino y malnacido, y deseándole la condenación eterna (creo que, de tenerle delante, le daría de patadas en los huevos hasta cansarse), pero mi abuelo menea la cabeza y se limita a decir que aquel hombre no podía estar bien de la cabeza. Critica los actos, no a la persona.

Siempre discuten por eso. Mi abuela le mete en compromisos morales del tipo: "Hombre, me vas a decir que si fueras para atrás en el tiempo sabiendo qué iba a hacer Hitler en el futuro y tuvieras ocasión de matarlo antes, no lo harías???" Porque ella lo haría. Mi abuelo sufre, sabe que no sería capaz. Sentiría que se está metiendo en el terreno del Jefe (de Dios). Sufriría por no poder hacerlo, pero no lo haría. Mi abuela se sulfura y lo llama cobardón, beato y meapilas.

Juan dijo...

Me siento muy identificado con tu abuelo y, si es como me he imaginado a través de tu relato, no es ni un cobarde ni le falta sangre ni tiene miedo.

Es un valiente capaz de haber pensado por sí mismo, conocerse con total honestidad y haberse forjado como persona a través de una ética propia, que nunca traicionará a pesar de los pesares, y a la vez, una persona que ha comprendido que respetar a los demás supone no intentar imponer de ninguna de las maneras posibles su propia moral. Sólo es juez de sí mismo porque sus leyes sólo rigen su conducta y su vida, no la conducta y vida de los demás.

No mataría a Hitler porque respeta hasta los errores que puedan cometer los demás.

Amar la libertad tiene esa paradoja Lenka, porque supone que debes dejar que los demás se equivoquen.

Tu abuelo no es cobarde. Es un ser valiente y, sobre todo, generoso.

Lenka dijo...

Sí, supongo que así es. Yo no puedo llegar a tanto. Al menos en cuanto a ideas (los hechos son otro percal y habría que vérselas en según qué situación para saber realmente por dónde tiraría uno. Más de una vez nosotros mismos nos sorprenderíamos de reaccionar de manera totalmente opuesta a la que habíamos imaginado). Por eso afirmo que, en realidad, estoy mucho más cerca de mi abuela, en el sentido de que soy más visceral. Tengo un genio más vivo que el de mi abuelo y ciertas cosas me exasperan. Intento tirar de mi mantra ("soy un junco... soy un junco") pero no pocas veces el junco se me vuelve fusta. Y no es que piense que es mejor ser así, para nada. No sé si es mejor o peor. Es otro modo de ser, sin más.

Ya ves que respeto a mi abuelo absolutamente, y le admiro muchísimo por esa coherencia suya tan a prueba de lo que sea (aunque no pueda evitar preguntarme si es buena TANTA coherencia... lo que no dudo es que es difícil, tiene mucho mérito y es digna, como poco, de respeto). Al final no me queda otra que concluir que este hombre es hasta demasiado bueno (demasiado según mi rasero, claro). Que está un escalón por encima de otros seres humanos (al menos de los que son "como yo"). No sé si por encima en el sentido de "mejor". Por encima en el sentido de que se parece más (en teoría) a esa idea de cosa santa y divina que casi todos tenemos en mente (creamos o no en ello). Lo que entendemos cuando decimos: "ese señor es un santo!" Y es que, además, normalmente lo decimos con una mezcla de admiración, asombro e incredulidad. Con cierta incomprensión incluso. A veces hasta con lástima ("cómo se puede ser así? No es que sea bueno, es que es tonto!!") En el caso de mi abuelo yo no llego a creer que sea tonto, pero puede ser porque me ciega la pasión o simplemente porque le conozco muy bien y no me cuadra que haya tontería en lo suyo. Creo que hay más bien algo a lo que no alcanzo. Ni pretendo, en realidad.

En fin, que es todo un personaje!!!