viernes, 28 de noviembre de 2008

Nieve


Corrimos, saltamos y no recuerdo haber pasado tanto frío en toda mi vida. Pero era precioso. Esta tierra nuestra es mágica. Resulta imposible no amarla. Sobrevivimos a la ventisca y a las placas de hielo en la carretera del puerto. Nos quemamos la lengua con el caldo hirviendo. Y ahora tengo los gemelos hechos polvo y un brazo lesionado. Tanto que hasta he tenido que ponerme la mantita eléctrica. Soy un saco de punzadas, un montón de harina, un despojo humano, con los labios agrietados y el cuerpo hecho puré. Pero ha merecido la pena. Las fotos son fantásticas. La ducha ha sido el cielo. Acurrucarse entre las sábanas hasta entrar en calor, gloria bendita. Hasta supieron mejor las mandarinas para cenar. Impagable ver a nuestra bicheja con carámbanos en las barbas. Impagables tus ojos brillando como los de un niño. Ya sabes que por esa mirada iría hasta el fin de las nieves. Incluso con las manos heladas y los pantalones llenos de escarcha. Feliz temporal a todos!

9 comentarios:

Juan dijo...

¡¡¡¡Qué envidia.¡¡¡¡. Muchas veces he pensado que nací en el Sur pero soy del Norte. Cuando veo esa foto con nieve....ummmm.

¿No tendrás en tu torre una chimeneíta?. Es que como la tengas no me echas de ella ni a tiros.

Un abrazo. Preciosa entrada y, sobre todo, precioso final.

Eli dijo...

Jope, nena, me ha entrao un ataque de envidia maligna ;-)
Yo sólo he visto la nieve en dos ocasiones en mi vida y sentí en ambas que estaba en mi elemento.
¿A ver si en vez de la Reina voy a ser la Bruja Blanca de Narnia? Jajaja.
Besos, cielote.

Alberich dijo...

Feliz temporal Len!!!!!!!!!!!!!

Lenka dijo...

Ay, Majestad, pues si te digo que yo he debido ir dos veces a la nieve en toda mi vida... de pequeña me puse a jugar con ella como una loca y, claro, casi se me congelan las manos. Recuerdo un dolor insufrible!!! Desde entonces, aunque me encanta el invierno y me encanta la nieve, desconfío un poco del manto blanco. Ayer repetí experiencia por fin, pero no iba yo en muy buenas condiciones físicas. Cuando me empezó el dolor en las manos, juas, no veas qué carrera me pegué hasta el coche para entrar en calor! Pero oye, va a ser verdad que tiene algo mágico, porque en cuanto volví a sentir los dedos, salí de nuevo a hacer el idiota.

Me encanta la nieve, desde luego, pero le tengo respetito. Ayer el frío era tremendo, lástima no haber tenido un día de sol para disfrutarla más, en lugar de aquella ventisca. Y, con todo y con eso, lo pasamos como enanos. Pensé que no merecía la pena desaprovechar el día quejándose, jajajaja!

Juan, por supuesto que tengo chimenea en la torre, lo dudabas?
;)

Lenka dijo...

Ops, feliz temporal, Doc, que hemos escrito a la vez!!!!

Lal dijo...

Qué envidiaaaaaaa!!! yo un día de estos me subo a la sierra, tengo un mono de nieve que no puedo.
Feliz ventisca!

Cris dijo...

Que envidia!!! Aquí nunca nieva.
Me alegro de que lo pasarais tan bien!!!

Sra de Zafón dijo...

¡Feliz temporal, Lenka y demases inquilinos de la torre!

Una de las pocas nostalgias que me consiento es la de la nieve. En esta parte de Galicia no se la ve, pero...sigo enamorada de la nieve y también de esta tierra en la que llevo 16 años ya. Enamorada de cada rama de árbol,de cada hierba, de cada ola de mar...
Creo que me he vuelto anfibia porque mi cuerpo disfruta cuando respira de esta humedad . En casa cuando me voy de paseo, como hoy, en pleno temporal, todos se ponen a cantar croa, croa, croa, :-)
¡Cúanto se disfruta cuando se está dispuesto a disfrutar!
Me alegra mucho tu gozo, Lenka.

Rogorn dijo...

(Para mí que esta guaja se ha enamorao o algo, qu'estu nun ye normal)