martes, 18 de noviembre de 2008

La mayor de las vergüenzas


No hay muchas fotos suyas y, las pocas que se han difundido, nos muestran a un angelote de rizos rubios y ojos azules. Tampoco sabemos su nombre, pues no ha trascendido por cuestiones legales. No entiendo mucho de eso, quizá es tremendamente importante proteger la intimidad de un niño cuya vida nadie fue capaz de proteger. Se le conoce simplemente como Baby P y su historia es una de esas que estremecen hasta las vísceras.

Por lo visto, tuvo la desgracia de nacer en una familia desestructurada (y lo que viene a continuación ES una familia desestructurada. Esta sí, no las que pretenden vendernos como tales sólo porque no encajan en nuestros cómodos y carcas patrones). Pareja joven británica que tuvo tiempo para fabricar cuatro criaturas (él era el menor), padre que abandona el hogar, custodia para la madre, madre que rehace su vida e inicio del infierno. Niño convertido en saco de boxeo. Continuas visitas al hospital, medio centenar de lesiones, sesenta visitas de asistentes sociales, calculo que una ingente cantidad de informes detalladísimos que a nadie importaron una mierda, dos detenciones de la madre que fue inmediatamente puesta en libertad y, por supuesto con la custodia intacta de sus hijos. Y, finalmente, un niño muerto.

Y entonces uno se pregunta qué coño nos pasa? Qué puñetas está pasando en esta bazofia de sociedad en la que médicos, policías, abogados, jueces, trabajadores sociales, vecinos, familiares y todo el mundo en general es incapaz de hacer algo? A dónde cojones estamos mirando? Por qué siempre estamos esperando a que sean otros los que actúen incluso cuando hay en juego la vida de un ser tan indefenso? Cómo podemos dormir por las noches sabiendo que algo así ha estado ante nuestras narices mientras fingíamos no verlo? Cómo podíamos ver el puto Gran Hermano o el fútbol de la madre que lo parió, marujear en la peluquería y seguir con nuestras cochinas vidas sabiendo que pasaba esto? Cómo es posible que pueblos y países enteros se movilicen por una final de eurocopa o un concurso asqueroso de cancioncitas de porquería y NADIE se eche a la calle por esto, monte un cristo, tiren abajo un juzgado, se encadenen a la puerta de un ayuntamiento o se cuelen a hostia limpia en una casa y saquen a un crío para plantárselo en los brazos al responsable de turno y que se le caiga la cara de vergüenza?

No, supongo que es mejor hacerse el loco, esperar a que otro lo arregle, porque, total, yo no puedo hacer más, no es mi trabajo ni es mi problema. Eso sí, cuando ya no tiene remedio, todos lloramos mucho, y lo comentamos, y decimos "pero qué horror" mientras nos dan náuseas frente al telediario, y exigimos responsabilidades, nos echamos las manos a la cabeza, clamamos venganza y nos escandalizamos, "cómo puede haber gentuza así?" Hablo en plural y me incluyo, y me da igual que esto estuviera pasando en otro país, me da igual que, honestamente, yo no pudiera hacer nada por un chiquillo cuya existencia desconocía. Siento que es culpa de todos y es la vergüenza de todos, de una sociedad repugnante y estúpida que vive mirándose el ombligo, que cuando se encuentra con estas cosas finge no verlas y, al final, se va a la cama reconfortada al pensar "yo no soy así".

No alcanzo a imaginar el infierno que vivió este niño. Apenas 18 meses de existencia rodeado de golpes, abusos y brutalidad por parte de quienes debieron quererlo y protegerlo, llenarlo de amor y de cuidados. No alcanzo a imaginar el dolor, el miedo, la incomprensión más absoluta de una criatura tan pequeña. Como ser humano, como mujer, como educadora social, me siento asqueada por completo por la vida de miseria y la muerte de este bebé. Y, lo lamento, porque seguramente sea demagogia, pero no puedo evitar el reafirmarme en mis teorías más radicales. Condenamos el aborto, en serio?? Alguien puede discutir que, para este niño, habría sido mejor no nacer? Voy más lejos aún, a ciertos individuos habría que esterilizarlos. Pero como todo esto es demasiado nazi, y la gente tiene derechos, lo que me pregunto es por qué a esta basura con forma humana no les quitaron a sus hijos. Imagino que, como siempre, pesaría el puto derecho uterino. Si puedes parirlo, entonces te lo mereces, guapa. Pa ti pa siempre. Y haz con él lo que te plazca. Menos no tenerlo, por dios, eso es una aberración. Tú párelo y desgrácialo, que no pasa nada. Te detendremos las veces que haga falta, podrás demostrar ser peor madre que la más desnaturalizada de las alimañas, pero te lo devolveremos, porque es tuyo, porque nos conmueven tus lagrimitas. Podrás reincidir en lo que sea las veces que haga falta, que nadie te quitará ese derecho tuyo tan sagrado que adquiriste por abrirte de piernas dos veces, una para que te lo hicieran y otra para escupirlo al mundo.

Me vais a perdonar, pero hoy no me apetece jugar a la empatía. No tengo ganas de ser comprensiva ni de imaginar qué pudo llevar a esta gente a hacer lo que hizo. Me niego. Porque el tipo que usa a un niño de sparring es un hijo de la gran puta, sin excusas. Pero la tipa que lo permite, la tipeja que consiente que le hagan eso a la carne de su carne, es una zorra desgraciada. Y me da igual qué justificación quiera ponerle a su patética existencia, me da igual si quería mucho al cabrón con el que dormía, si estaba deprimida y en paro, si se sentía solísima ante el peligro o tenía un cáncer terminal. Hasta una perra callejera se deja matar por sus cachorros y se enfrenta a lo que sea. Una tipa que permite que alguien le haga eso a su hijo, no tiene nombre. Se llega a esos extremos por amor? Eso no es amor, desde luego. Una mujer así no es ni siquiera una esclava, no parece que le llegue ni a eso la dignidad. Es inaudito a qué extremos se puede llegar por conservar al lado a un trozo de carne, una bestia, un asesino, un rabo. Cada vez queda más patente que somos peores que los animales.

25 comentarios:

Celadus dijo...

Resulta muy difícil de entender que alguien pueda portarse así con una criatura y que alguien permita que otro trate así a un niño. Da igual si es o no es hijo tuyo, si estás presente es algo que no puedes ni debes permitir.
Te preguntas cómo es posible que miremos hacia otro lado. Supongo que del mismo modo que cerramos los ojos ante la miseria, el hambre y las desgracias de millones de personas en este mundo.
A eso le veo muy poco arreglo, gemela.
¡Qué difícil mirar esos ojos azules sin sentir un desgarro por dentro!

Cris dijo...

Lo defines muy bien con el título...una gran vergüenza. No se debería permitir que cosas así pasaran.
Besos.

Lenka dijo...

Claro, Gemelo, somos especialistas en mirar hacia otro lado, nos pasamos la vida haciéndolo, es muy cierto. Pero dios, cuando lo tenemos delante, cuando, como en este caso, ese niño es nuestro hijo, o el hijo de una amiga, nuestro nieto, nuestro vecino, nuestro paciente, cómo es posible mirar a otro lado?

Cuando has sido el pediatra de ese niño, el juez que leyó los informes, uno de los policías que detuvo a su madre por malos tratos, uno de los tropecientos asistentes sociales que se metió en esa casa y vio lo que había, o la simple señora que compraba patatas en el súper y vio pasar en un carricoche a esa criatura llena de golpes, cómo demonios se puede mirar a otro lado???

Cómo tantas personas que estaban cerca, por lazos familiares, por proximidad, por amistad, por su trabajo, pudieron mirar a otro lado? Cómo pudo faltarles a tantos la humanidad, o la profesionalidad si nos ponemos??? Es un caso sangrante de omisión de socorro, es una cadena infinita de profesionales que fracasó, del primero al último. Cómo puede haber tanta ineptitud, o desidia, o descoordinación, o pasotismo brutal que permita la tortura sistemática y la muerte de un niño indefenso?? Cómo puede siquiera existir un sistema tan bárbaro, incompetente y desastroso? Qué confianza nos merece un sistema así, una sociedad así, el ser nosotros así? Me resulta aterrador!!!

Y quizá esté siendo exagerada o injusta con muchas personas, pero no puedo evitar el pensar que lo que le ocurrió a ese niño fue un asesinato con demasiados cómplices. Y eso me provoca una vergüenza espantosa.

Celadus dijo...

No creo que exageres al decir que fue un asesinato con demasiados cómplices. en eso te doy la razón. Es a todas luces incomprensible que nadie hiciese nada. No le encuentro explicación, sinceramente.

Lal dijo...

Joder, no sabía nada de esta historia. Y, efectivamente, no hay mejor expresión. Qué vergüenza.

Io dijo...

Pero por supuesto que somos peores que los animales.

Esto ya sucedio en Barcelona ¿No os acordáis? La niñita de cinco años que quedó con unas secuelas de por vida por los golpes en la cabeza, la mamá que no se había dado cuenta, que la había dejado sola con su pareja y se la encontró en el suelo, y salió en defensa de él, y ella nunca había visto nada, no sabía nada, como siempre.

No comprendo por qué se ponen tantas trabas a unos padres que quieren adoptar cuando nadie puede impedir que gente de la peor calaña tenga todos los hijos naturales que quiera.

Y me parece aberrante el requero de sangre que van dejando las inutiles leyes que nos rigen, y que tardan años en modificar.

A ella habría que matarla, pero a los que lo han permitido, por negligencia u omisión o por mirar para otro lado, que es lo cómodo, habría que molerlos a palos. Hasta que no pase algo con un hijo de un juez o un ministro nadie moverá un dedo. Es triste pero es así.

Ina dijo...

Por supuesto que debió nacer, lo que no debió fué permanecer en manos de esa mala bestia.

Una mujer que ya tiene tres hijos sabe perfectamente como evitar un cuarto embarazo, así que si lo tuvo fué porque quiso. Ella parió, y en este caso ella decidió. ¿o es que vamos a decirle a quién tiene que abortar también?

Entiendo tu indignación, tu ira. La comparto. Pero una vez más la vícitma es el más desprotegido. Si las leyes de protección al menor se interpretan con tal perversión que, como siempre, acaban primando los derechos de los padres sobre los del niño, no es culpa del niño, es culpa de quien malinterpreta esas leyes.

Yo si quiero empatizar, pero con el bebé que no conoció más que dolor y tristeza, al que abandomamos la sociedad supercivilizada del primer mundo.

Lenka dijo...

Todo llega, como siempre, demasiado tarde. Tarde, mal y nunca. Ahora los políticos se ponen serios y dicen que nunca jamás, que harán y desharán, que no consentirán que se repita. Y supongo que con eso nos basta, y nos damos golpes de pecho y decimos "la muerte del pobre nene no habrá sido en vano" y nos vamos tranquilitos a la cama, con la conciencia tranquila.

El rubito de ojos azules convertido en mártir por la causa, pero ninguna criatura debería ser un mártir jamás. Qué espanto. Hoy me siento muy avergonzada y decepcionada del ser humano.

Y qué razón tienes, Io, cuántas veces hemos visto la misma historia. Cuántas veces las madres, esas que los paren y debieran ser su mayor fuente de amor y protección, miran para otro lado, justifican y excusan. Dios, de verdad que intento entenderlo pero no lo consigo, sale lo más cruel que tengo. Cómo de estúpida, sumisa, imbécil, débil mental, tarada, desnaturalizada, inepta, insensible, patética o desgraciada se tiene que ser para permitir algo así? Cómo es posible que se anteponga una pareja a un hijo, máxime hasta tales extremos? Qué tipo de estupidez, debilidad de carácter o dependencia enfermiza de unos pantalones puede provocar una irracionalidad tal que sea capaz incluso de anular un instinto tan natural y primitivo como el de defender a tu prole???? Si, como digo, hasta una perra callejera te arranca una mano si cree que vas a hacerle daño a uno de sus cachorros!!!

Que una madre consienta esto, que lo aliente, que lo protagonice, que mire a otro lado, que sea capaz de dormir con quien apalea a su propia sangre, que lo niegue o lo justifique... no puedo concebir mayor salvajada, me parece contra natura. Incluso abundan los casos de madres que, cuando el abuso sexual a sus hijas es innegable, se atreven a justificar a su pareja y tachan de liantas y zorras a sus hijas!!!! Es, sencillamente, salvaje y demoledor.

Es lamentable que haya tanta gente, como dices, esperando años para adoptar un niño mientras los centros rebosan de críos condenados a esperar con paciencia a que sus padres se reinserten tras el enésimo error. No se supone que prima el derecho del niño? Por qué nunca se agotan los derechos de unos padres biológicos? A qué viene ese perdón eterno, ese derecho uterino inviolable? A los que quieren adoptar se les cuestiona todo y a los que pueden engendrar no se les cuestiona nada? Quitarles a los hijos es poco, ya digo, yo los esterilizaba para evitar más tormentos a otras criaturas. Así, tal cual.

En fin, estoy realmente cabreada con el mundo hoy.

Lenka dijo...

Totalmente de acuerdo, Ina, mi arrebato abortista iba en la otra dirección. Cuando una mujer decide que no quiere parir porque no se cree capacitada para criar un hijo, demuestra quizá mucha más responsabilidad que la mala bestia que lo tiene (libremente, claro) y lo desgracia de esta manera. Así que no sólo no puedo condenar a la mujer que aborta, es que la aplaudo si con eso evita la infelicidad de un niño. Porque, desgraciadamente, ninguna zorra desalmada se plantea: "si tengo un hijo lo moleré a palos, así que mejor no tenerlo", pero si una sola mujer piensa: "no voy a quererle, seré mala madre, prefiero que no nazca", eso ya me demuestra que es más honesta que la que pare como un conejo y por inercia (y lo siento, pero esta cabrona parió por pura inercia, no por amor de madre, eso está claro)

Que hay otras opciones mejores? No lo dudo. Las hay. Pero no las voy a condenar. Hoy no.

Juan dijo...

Has escrito desde la víscera....y no podía ser de otra forma. Llevo un rato contemplando a ese angelito y todos los tacos que has escrito son pocos.

Espero que los que tengan el poder suficiente aprendan esta lección. Que todos aprendamos la lección y no miremos a otro lado.

Los padres no son los que ponen el espermatozoide y el útero, son los que hacen florecer una sonrisa en esa carita.

Un abrazo.

Lenka dijo...

Creo que esa última frase tuya es un perfecto resumen de todo, Juan.

Alberich dijo...

Hijos de la grandísima puta.
Con permiso de las putas, claro.

Cabrones.

Ado dijo...

No sabía nada de esta noticia.

Pero no me extraña mucho lo que ha pasado, de estos casos ves muchos en la tele, y las administrsciones sólo hacen caso cuando ha sangre, entonces se llevan las manos en a la cabeza y dicen que buscaran responsabilidades. Y para mi el máximo responsable es el que dirige esa administración...

Eli dijo...

Que nunca, nunca jamás nos curemos de espantos como estos. Que la vergüenza y la culpa nos obliguen a implicarnos hasta el límite.

Es espeluznante, desgarrador, inconcebible que pasen cosas así con la connivencia de las autoridades.
Necesitamos urgentemente una revisión de las leyes.

Gracias por traernos esta reflexión, Len. Por sacudir nuestras conciencias.
Que sirva para que con todas nuestras voces alzadas alguien nos escuche.

Kaken dijo...

No he leído completa tu entrada, Lenka. Conozco este caso de pasada, de puntillas.

Hace tiempo decidí actuar en vez de llorar (literalmente) delante de todos los telediarios (no siempre lo consigo).

Comprendo a la perfección vuestra ira, ni la juzgo ni la reprimo, no soy quién, la observo,la respeto.

Pero quién tiene ira, por muy justa que sea, sufre, se paraliza también hasta cierto punto.
Y a mi no me gusta ver sufrir a nadie, ni sufrir yo.Como a todos, supongo.

Y aqui se denota un sufrimiento intenso. Me pregunto ¿es útil? ¿sirve para algo? ¿le servirá a este precioso ser que se fue?.

Me temo que sólo servirá para desahogarnos, que no es poco, pero para nada más. Si nos quedamos ahí.

Mi forma de afrontar este tipo de horribles sucesos, de aplacar mi ira y mi dolor ante ellos, es pensar que igual podría haber sido yo la asesina.
Si yo hubiera nacido en donde nació la madre, hubiera experimentado lo que ella vivió, si hubiera tenido sus mismos condicionantes,yo, YO ¿hubiera actuado igual?

Pienso que nadie está libre de nada.
Que mañana, o dentro de un minuto, yo puedo asesinar.

¿Quién domina por completo sus pulsiones y su entorno?

No pretendo justificar en absoluto a los que cometen crímenes tan absurdos como inútiles, tan infinítamente dolorosos.
Simplemente quiero mirar más ampliamente, actuar en donde sí puedo hacerlo y no sufrir para nada.

Espero que se me entienda desde mi humildad, desde mi intento de poder pasaros alguna de mis soluciones.

Un bes triste.

Sra de Zafón dijo...

Hola Lenka, comparto tu rabia y discrepo en que te salga sólo de la víscera.
Creo que en este caso, como en otros muchos, la ira y la indignación pueden preceder a la búsqueda de la justicia y convertirse en marcadores racionales aún siendo emociones viscerales.

No creo que ningún adulto maduro y decente no sienta la misma rabia, la diferencia, para mi,
es no quedarse en ella, ni en la comodidad, pero sentirla y compartirla me parece incluso productivo.
En relación a entender entornos y circunstancias sólo puedo decir que ningún pasado puede justificar ningún presente, eso me suena a balones fuera y a Janet :-)"Soy así porque el mundo me hizo así…" Puedo comprender que lo que uno vive y lo que aprende de pequeño condicione a un ser inmaduro o enfermo, incluso me produce ternura y me siento en la obligación de buscar soluciones, pero no hay nada que justifique el maltrato por parte de un adulto.
Sí le doy la razón a Kaken en que yo misma podría ser una asesina, es facilísimo: sólo tengo que estar delante de un adulto que maltrate a un niño.
Tuve que dejar mi trabajo en mediación familiar por eso. Niños y niñas que se mean, que tiemblan ante sus progenitores, tics, vómitos…y una madre o un padre que se siente legitimados para escupir su rabia contra ellos. Una puta mierda.
Besos en el día mundial de la infancia.

Lenka dijo...

Comprendo lo que quieres decir, Kaken, es lo que yo intento siempre, siempre, a veces me sale solo y con facilidad, a veces (cuando la situación es más sangrante) me obligo a ello. Creo que la empatía es muy necesaria para comprender y no quedarse en la superficie, lo mismo que el autoanálisis (eso de fisgarse por dentro y las autopsias y tal que tanto me gusta) Pero esta vez tuve que hacer una excepción porque NO podía. De verdad que no, no pude, al menos no en el momento. Me salió toda la rabia y la dejé salir, que a mí estas cosas me asfixian si no logro desahogarme.

Esta vez no lo pude evitar, en serio. Ante casos así me vienen a la cabeza los niños con lo que he trabajado en centros, recuerdo esas caritas, esas miradas, los miedos, la indefensión, el modo en que mienten al idealizar sus vidas (mi mamá está enferma, pero me vendrá a buscar cuando se cure; este moratón es porque me caí; mi papá me quiere mucho, pero es que está trabajando muy lejos) y me cabreo mortalmente con las personas que echan hijos al mundo para machacarlos, y con un sistema absurdo que no sabe cómo protegerles. Supongo que me pone tan histérica porque mi trabajo es ese precisamente, y la mayoría de las trabas que me encuentro al hacerlo me las pone el propio sistema. Es frustrante y es de locos.

Por lo demás, sí, estamos de acuerdo. Si yo hubiera nacido allí, si hubiera tenido otra vida, o incluso con la mía, mañana mismo... quién sabe? Pero estoy aún demasiado cabreada como para empatizar. Ahora mismo no deseo empatizar con esa gente, lo que deseo es que seamos capaces de engranar un sistema capaz de proteger de verdad a estas criaturas indefensas.

Además, coincido con la Señora de Zafón. Personalmente empiezo a estar un poco harta de "es que tuve una madre castradora", "es que mi padre era muy autoritario", "es que de adolescente tomaba muchas drogas", "es que escucho a Manson y juego al rol". Nos pasamos la vida exigiendo responsabilidades cuando ocurre algo así. Lo normal es que se las exijamos primero a los mayores responsables. Y queda claro quienes son en este caso.

Kaken dijo...

Si te comprendo a la perfección, Lenka, pero es que te ví tan mal que te escribí lo que se me ocurrió para intentar remontar en lo posible.
Yo creo que me conoces ya un poco, y sabes que a los niños...ni rozarlos.
Un bes

Rogorn dijo...

Se calcula que esto ocurre cuatro veces a la semana en el Reino Unido. 282 menores muertos así en el último año y medio, dos tercios menores de un año.
http://www.timesonline.co.uk/tol/news/politics/article5193423.ece

La última doctora que lo vio ha sido despedida por el caso, y dice estar muy afectada.
http://www.timesonline.co.uk/tol/news/uk/article5193422.ece

Los mandos de la policía encargan a los agentes ‘endurecerse’ contra los trabajadores sociales.
http://www.timesonline.co.uk/tol/news/uk/crime/article5176521.ece

Y la gente del barrio de Haringey sí que ha reaccionado, echándose a la calle.
http://www.timesonline.co.uk/tol/news/uk/article5184326.ece

Sobre la cultura de vivir toda la vida de los subsidios de desempleo y ser camello
http://www.timesonline.co.uk/tol/comment/columnists/guest_contributors/article5162484.ece

Ina dijo...

Ahora echarán a una doctora y a un asistente social y aquí paz y después gloria. Sesenta visitas de asuntos sociales durante 17 meses que tenía ese peque, da a 4 visitas al mes, es decir, prácticamente una a la semana. O los asistentes sociales del Reino Unido son retrasados mentales (cosa que no me creo) o ahí ha pasado algo más.

Coincido con sra de Zafón, tenemos un sistema podrido. Siempre priman los derechos de la familia biológica, los de las madres en especial, sobre los del niño. Y así nos luce el pelo.

Lenka dijo...

Lo sé, Kaken, lo sé. Y entiendo tu intento por remontarme el ánimo. Pero me está costando, vaya que sí.

Gracias por los enlaces, Rogorn. Esas cifras son escalofriantes. Qué primer mundo el nuestro, por dios.

Coincido con Ina, no hay excusas. O nadie hizo su trabajo (y no puede ser que tanta gente incompetente se haya juntado en el mismo barrio) o el sistema apesta. En algún punto del sistema las cosas se van al carajo. Y creo que es precisamente en el punto que comentamos: en ese derecho uterino sagrado e intocable. Ya va siendo hora de cambiar eso.

Kaken dijo...

Sigo sin saber más del tema, quizás sea muy cobarde, pero sé que saber más me haría daño, mucho daño.
Y, sin embargo, me siento mal desde que he leído el comentario de Sra de Zafón, ¿hasta que punto me he expresado mal?
Lo pienso y lo repienso, y me horroriza que alguien deduzca de mis palabras que yo miro hacia otro lado. Y lo comprendo también, conste.Puede parecer muy mucho mi comentario que justifico y cierro, y no es eso, no.

Comprendo que cada uno tenemos nuestras vidas y nuestras experiencias, unos más dolorosas que otros, que nos damos en la medida en sabemos darnos...

Sra de Zafón, admito que me he sentido aludida y no me pesa.
Me ayuda a repensar en que he podido equivocarme, aunque me escuece, francamente.

Me escuece porque he "sentido" un juicio en contra (que igual es solo cosa mía) y mi intención era de lo más sana, por mucho que me pueda equivocar.

Probablemente, si me conociera el tema a fondo, arrasaría con mis emociones,pero he elegido que no es el caso y he intentado ayudar, ya veo que torpemente.

Justificar? a nada ni a nadie, es mi elección y mi camino. Ponerse en los mocasines del otro, a veces ayuda, simplemente.

Un bes.

Sra de Zafón dijo...

Buenos días a todos y a Kaken en especial. En mi anterior comentario he expresado mi opinión sobre lo que creo que demasiadas veces ocurre con las justificaciones en general y, en este caso en particular, dada mi implicación personal en el tema. (Yo he dejado un trabajo en mediación familiar porque no lo podía soportar).
Demasiadas veces vi, y veo, personas que utilizan sus experiencias infantiles o juveniles para justificar todos sus errores del presente, y demasiadas veces vi, y sigo viendo, a las autoridades dando más valor a los supuestos intentos de estas personas por corregir sus “fallos”, que a las necesidades de los niños. Creo que todos sabemos a que me refiero: niños custodiados por abuelas maltratadas por los progenitores del niño, y ante los ojos de éste. Niños “cuidados” por los síndromes de abstinencia, y la euforia de las sustancias, Niños a los que para todo les gritan y pegan porque “es que a ellos también les pegaban”, niños que comen mierda y están literalmente abandonados, porque algún trabajador social o juez se ha metido en los mocasines de los padres y ha determinado que el entorno en el que viven no da para más, y que por encima de la responsabilidad y la obligación está la justificación de las circunstancias personales y ambientales. Niños esperando en centros, año tras año, soñando con unos padres que no existen más que en la política de inserción de muchos “profesionales del niño”. Ya ni os hablo del número infinito de niños “educados” en el odio que se suelen profesar muchas parejas separadas, niños que sólo escuchan lo cerdo que es su padre y lo puta que es su madre, y que en vez de aprender a querer aprenden a ser comprados.

A esto me refería en mi anterior comentario, no sé de donde te puedes sacar, Kaken, que yo interpreté que mires para otro lado, no, simplemente tus palabras me llevaron a la justificación que se está practicando en este país con muchos de los asuntos llamados sociales, y que tienen que ver con los niños.
Conozco a gente muy, muy pobre que cuidan a sus niños como joyas, a gente que ha sido maltratada hasta el horror que son muy buenos padres, y no encuentro ninguna justificación en maltratar a un niño, por más que me meta en los mocasines de sus cuidadores.La verdad es que estoy hasta las pelotas de que jueces, trabajadores sociales y políticos se pasen por el forro las necesidades y derechos de los niños.


Un beso muy grande para todos, es una maravilla poder desfogar con vosotros.

Lenka dijo...

Coincido con la Zafónica, Kaken. Para nada he entenido que miraras a otro lado. Sé que no lo haces, para empezar porque eres madre (y buena madre) y para seguir porque sé que en tu vida has visto cosas así y, lejos de mirar a otro lado, te has implicado. Es que no lo dudo ni por un momento. Y comprendo perfectamente tu intento por ponerte en la piel del otro lado, es algo que siempre se debe intentar, que ayuda muchísimo a comprender y evita muchas veces caer en el juicio fácil. De verdad, te aplaudo la intención, es la misma que yo procuro siempre.

Simplemente es que esta vez no me he sentido capaz porque lo he sentido como un fracaso de la sociedad entera, de mis colegas de profesión, de otros profesionales que, en tema de decisiones, están muy por encima de mí, un fracaso global y absoluto del que me culpo a mí y hasta a la vecina del quinto. La indignación y la rabia no me permiten ese ejercicio tan sano que propones y que practico siempre (o intento) Quizá sea, como le ha pasado a Chusa (Señora de Zafón), por la implicación profesional. Por haberlo visto ya demasiadas veces. Porque revienta y mucho que siga pasando, que sigamos fallando.

Y al final, porque he llegado a la conclusión de que nos estamos poniendo en el pellejo de la gente equivocada. Estamos malgastando tiempo, energías y ¡VIDAS! en ponernos en la piel de los agresores. Y sí, tienen derecho también, pero ya basta. Creo que ese es el fallo del sistema. Hay que ponerse en la piel del niño, de la víctima. Y priorizarlo a él de una maldita vez, porque así nos luce el pelo hasta el momento.

Ni se me ocurre pensar que tú no hayas empatizado también con el niño, ojo, me consta que es lo primero que haces. Y entiendo que el intentar ponerse en la piel del agresor (ya digo que también es útil para comprender, para rastrear las causas y para no juzgar a la ligera) también responde, además de a lo anterior, al muy humano y lógico empeño por responder a: "pero, por qué? Cómo es posible? Qué les ha llevado a esto? Cómo se puede evitar que vuelva a pasar??" Lo entiendo, de verdad, es necesario hacerlo.

Sólo que pienso que mientras el sistema hace eso, descuida lo otro. Y lo otro es más urgente. Demonios, quítale al niño, ocúpate del niño, salva al niño y dale la vida feliz que merece. Y luego pensemos en los por qués, cuando ya no sea un riesgo pararse a pensar en ellos. No sé si me explico. Nuestra crítica no iba hacia ti, ni mucho menos. No iba hacia ti como persona, como madre, como observadora de un hecho terrible (que es lo que somos todos en este caso), era una crítica hacia el sistema que debía proteger a ese niño. El sistema no puede permitirse pararse a pensar, ni intentar justificar las causas de la agresión, ni ponerse a valorar lo de la madre castradora, las drogas y el paro. Ni hablar, no hay tiempo, no en casos tan urgentes. Opino que ya es hora de cambiar esa forma de actuar, ya mismo, y creo que Chusa opina lo mismo (corrígeme si me equivoco, Zafónica) Y de ahí la crítica, Kaken.

Tú haces un ejercicio de lógica, totalmente comprensible, normal y deseable, intentar entender. Pero quien tiene en sus manos la vida de una criatura, tiene que actuar con eficiencia, rápido, ya. No perderse en un mar de informes contradictorios, pájaras mentales, testimonios encontrados, detenciones y puestas en libertad y follones legales farragosos. Tanta gaita y tanto procedimiento, por dios. Que no es una multa de tráfico, es un niño. Necesitamos que el sistema deje de pensar tanto en los agresores y piense en las víctimas.

Espero haberme explicado, Kaken. Un besazo.

Kaken dijo...

Ahora ya me queda meridianamente claro todo (mira que me obtuso a veces)
Gracias, Sra de Zafón.Ya imagino lo terriblemente duro que debe haber sido tu trabajo, y supongo que la decisión de dejarlo también.

Y gracias a tí también, Lenka (santa paciencia¡)Un besazo.