miércoles, 3 de septiembre de 2008

Una vida tranquila

No parece una aspiración sana, lógica y sensata? No es eso lo que pretende la mayoría de la gente? Quizá pueda parecer mortalmente aburrido para algunos, pero no es lo que queremos casi todos? Una vida normal, con pareja, trabajo, amigos, paz, buenos ratos y la energía suficiente como para arremeter contra los problemas que vayan surgiendo? Y aunque fuera el paradigma de la ñoñez y la mediocridad, no es tan respetable como cualquier otra opción? No puedo, sencillamente, aspirar a eso y ya está? No puedo estar cansada de tantos problemas y tanto batacazo emocional? No puede apetecerme, para variar, una vida plácida en la que poder aburrirme si es preciso? Aunque sea por pura oposición, por probar algo diferente a lo que he tenido hasta ahora? No es legítimo que desee algo así y lo defienda con uñas y dientes?
Por qué demonios me pasan estas cosas? Por qué una y otra vez me veo ante situaciones absurdas que me dejan boquiabierta y que nadie más se ve obligado a enfrentar? Por qué una y otra vez tengo que demostrar que soy la más abierta, la más tolerante, la más comprensiva? Por qué siento esta pelea dentro y me vuelvo a preguntar si soy rara? Por qué tengo que volver a plantearme si, muy al contrario de lo que pienso, soy una egoísta despreciable, una víbora, una mala persona? Por qué a mi alrededor la gente es capaz de ver lo mismo que yo, pero no lo ve quien más necesito que lo vea? Quién ha decidido que debo ser la reina de la empatía y el buen rollo, recibiendo con sonrisas y aplausos los caprichos de otros? Por qué tengo que transigir con lo que no me gusta, con algo que es perfectamente evitable? Cómo de mala, de zorra, de pérfida o de inmadura me volveré si no cedo, o si protesto? Por qué siempre tengo que ser yo la razonable mientras otros pueden embarcarse en los proyectos más surrealistas? Por qué hay que encogerse de hombros ante las inconveniencias de los demás mientras de mí se espera que lo soporte todo? Es este el precio que se paga? Si intentas ser equilibrada, cauta, amigable, reflexiva y objetiva, de repente tienes que tragar con todo sin rechistar? Tiene razón mi Dalai Lama, para variar? A los caprichosos e insensatos se lo consentimos todo porque "bueno, son así, no lo hacen con malicia"? Y, entre tanto, nos comemos los marrones a puñados? Por qué a algunos se les perdona su osadía con benevolencia, "pobrecitos, no saben lo que hacen", y a los sensatos, no sólo no se nos premia la sensatez, sino que la mínima protesta se nos echa en cara como si fuera un berrinche de niño mimado? Me compensaría más ser intransigente, arbitraria, caprichosa y manipuladora? Asumirían entonces que soy así y me lo permitirían todo?
Por qué, de nuevo, me siento culpable, si no he hecho nada malo? Por qué debería ser tratada de bruja, cuando sólo pretendo una vida tranquila y normal? Soy mala por defender lo que quiero, por intentar mantener a salvo aquello por lo que he luchado? Es tanto pedir que la gente sea capaz de vivir su propia vida y me dejen en paz con la mía? No es bastante con que cada cual arrastre sus propios lastres como para tener que cargar con los ajenos? Cómo puñetas puedo encarar el futuro con ilusión teniendo que enfrentarme al pasado constantemente? Qué pinto yo en todo esto, si no es mi problema, ni es parte de mi vida, ni quiero que lo sea? No había otros lugares, otras opciones? Por qué lo que te parecía "inconveniente" hace unos meses te parece ahora una idea tan estupenda? Qué debo pensar? Que es pura insensatez por tu parte, que no te da la cabeza para prever la montaña de inconvenientes que puedes generar? O que es pura malicia, puro afán de incordiar, o de estar en medio, o de quedarte para los restos en nuestra vida? Tan difícil te resulta dejarme al margen? Si nadie te impide mantener esos lazos, por qué incluírme a mí? Qué es lo que pretendes exactamente? Que no haya una sola parcela, suya o mía en la que no aparezcas tú? Qué quieres?
Lo único que sé es que llevaba apenas dos días de vacaciones y ya me están tocando las narices. Ya estoy jodida, ya no puedo relajarme, desconectar y olvidarme de todo. Ya tengo la cabeza otra vez puesta en lo mismo, calculando las dificultades que se me pueden venir encima y cómo sortearlas. Y no es justo, joder. Sólo quiero vivir en paz, nada más. Y otra vez a sentirme imbécil, porque paso la vida de puntillas, intentando no molestar a nadie, para que luego me tomen por gilipollas y no se corten a la hora de incordiarme a mí. Estoy cabreada y me siento invadida. Y siento peligrar mis dos Búhos, los únicos que tengo, mis grandes logros, mis mayores satisfacciones. Y eso me preocupa y me entristece. Porque estoy harta de que siempre tenga que haber cal y arena, harta de que cada maldito premio me lo quieran cobrar tan caro. Estoy harta de terceros, de interferencias, de ser un junco. Y, especialmente, estoy hasta los cojones de las seis fóbicas. Para una vez que entre los malditos sietes Peter Panes doy con un ocho sensanto, tiene que venir con regalito. Regalito para mí, que es lo que me toca la moral. Bastante tengo yo lidiando con lo mío. Una seis fóbica, que los Dioses me ayuden. Y, una y otra vez, vuelvo a la misma pregunta. Por qué hay tanta gente que no es capaz de seguir con su vida? Y ya que yo fui capaz de seguir con la mía... qué coño he hecho para tener que ir encontrándomelas a todas?

8 comentarios:

Lal dijo...

Joder nena, que mierda. Pero te diré una cosa: la respuesta a todos esos porqués es que no un por qué, no tiene por qué ser así. Y punto. Porque tú lo dices y tú lo quieres, y no hay más.
Qué tal si del junco hacemos una fusta?
;)

Lenka dijo...

Jejejeje... esa idea cada vez me gusta más, Lala.

Anónimo dijo...

Joder Lenka ( a mí también me sale el joder delante de todo lo demás)
No entres al trapo de ese buen rollito de ex ¿o me equivoco?
(es que todo lo saco de tus palabras y lo mismo interpreto lo que no es)
Lenka, ¡que le den! Qué quiere quedar con tu chico... pues que quede con él. No tienes porque tragártela tú. Y mientras diviértete por favor, y no te sientas ni culpable, ni intransigente por no querer estar en medio de ese tejemaneje. Siéntete inteligente...
Amigas, culines, sonrisas, morreos a la vuelta, sin preguntas, y a la tía que le den. Que en tu vida no se cuele, Lenka, y en la de tu chico allá él...
Yo llevo lidiando con una ex y al segundo mes de estar con mi chico vi la luz. Es que la muy cabrona lo único pretendía era que mi chico me viese a mí como la veía a ella: una celosa compulsiva, con una ira incontrolable...E hizo lo indecible por conseguirlo y lo hizo intentando ser como yo¡fijáte tú!
Si me pusiese a contar todo lo que hizo, conseguiría uno de los mejores manuales sobre tejemanejes de mujer despechada. Además es que tienen tanto poder sobre los hijos...es una cerdada.
A veces aún me cabrea, pero ni me siento culpable, ni celosa. Pero en mi caso es muy fácil no sentirlo delante de una chantajista que trafica con las horas hijo- padre.
Hace poco mi chico me dijo que iba a verla porque estaba muy mal y le pedía ayuda y que cómo negársela si eso revierte en los hijos. Le dije que si lo hacía se llevase sus cosas y se fuese con ella, que me da demasiada pereza tener a esa sujeta en mi vida, y que me dijese muy claro si el venía con ese lote pegado al culo, porque que a mi eso no me compensa. Me dijo que parecía ella, y yo le dije que lo sentía mucho, pero que no. Que yo ni me enfado, ni me cabreo, ni soy mala persona. Que me jode, que me duele, pero que tengo clarísimo que no quiero a ese tía en mi vida.
Él eligió, y no sólo eso...por primera vez habló con su hijo de la elementa que tiene por madre, porque la muy p, como él no entró al trapo, no le dejó al niño en un mes (hasta que a través de los mediadores del ayuntamiento tuvo que soltarlo...) y su padre por fin le explicó que no se ven más porque ella lo usa para joderlo.
Yo no quiero una mujer de esa calaña en mi vida, sea la ex de mi chico, o de mi mejor amigo, me da igual, que la jodan y que le den.Que se envenene ella solita, si le pone tanto. Pero que no entre el mal rollo en mi casa por que ella le de la gana. Y te aseguro que ni soy celosa, ni me siento culpable. Ante estas historias simplemente siento pereza. ¡Qué no!, ¡que no las quiero en mi vida! y el que quiera estar conmigo ...que no me las traiga pegadas a la chepa...¡que no! Pura higiene ...
Como siempre, ¡vaya rollo! pero es que no me sale menos...

Lo del junco y la fusta podría estar bien, pero qué pereza! yo prefiero la pértiga y la cara de ¡ohhhh que buen salto! que se les queda a algunas:-)
Besos, de la Sra de Zafón

Lenka dijo...

Te has quedado a gusto, eeeeeh???
;-)

Entiendo lo que me dices, aunque mi caso es mucho más light. No hay hijos por medio, ni creo que se trate de los desvaríos de ninguna paranoica. Es más simple, quizá sea yo la que lo saca todo de quicio. Lo único que sé es que entiendo y respeto profundamente que una persona mantenga una relación equis (amistosa, cordial, el grado lo deciden ellos) con alguien que estuvo en su vida. Me parece sano, lógico y perfecto, nada que objetar. Pero ellos. Yo no pinto nada ahí, ni quiero pintar. Y, por supuesto, no quiero que se me invada ninguna parcela exclusivamente mía, porque era lo que me faltaba. Si al implicado no le molesta que le invadan parcelas, o que le invadan algunas, o ninguna, perfecto, es su decisión. Las mías, no. Jamás y en ningún caso. Las mías no tienen nada que ver, y quiero que siga siendo así.

Tan fácil como eso.

Gracias a todas, besos!

Rogorn dijo...

Estoy seguro de que esta vez no te decepcionarán, porque confío en él (y confías en él). Pero es un asunto que, como todo, desde los cepillos de dientes hasta cuántos hijos tenemos, hay que negociar, aunque sea tácitamente. Dale un poco de manga y te lo agradecerá.

Además, que dentro de nada os vais por ahí lejos. Apagad los móviles y desviadlos al de alguien que se deje y que sólo os pase lo importante. Será otra forma de viajar al pasado, jeje. Al milenio anterior, nada menos.

Anónimo dijo...

Y tanto que me quedé agusto!!!! :-)
Muchas veces conversar con los demás sirve para soltar lastres...Qué bonito es Lastres por cierto.
Me encanta leerte, entre otras cosas porque me hace sentir menos rarita.
Besos, Lenka, y que tengáis unas buenísimas vacaciones.
Sra de Zafón

Lenka dijo...

Lastres es precioso!!! ;-) Ay sí, necesito esas vacaciones. Nunca necesité tanto desconectar y relajarme. Nunca.

Lo complicado, Ro, es verse involucrado donde no quieres estar. Ya lo dije antes: ninguna objeción a que dos personas que tuvieron una historia común decidan mantener relación. Ellos deciden el cómo, el hasta dónde y el en qué grado. Lo que no acabo de entender (o soy muy corta, o muy paranoica, o qué sé yo) es qué pinto yo en eso, por qué la tercera persona parece andar buscando la implicación conmigo. Siento una invasión en mi terreno, y no lo comprendo. No ha lugar. Esto no debería pasar, no debería enfrentarme a una situación tan absurda. No es mi ex pareja, no es mi historia, no es mi problema. Yo ya tengo lo mío y con ello lidio de mil amores y hasta donde quiero.

Para mí, esto escapa a todo raciocinio. No le pido a alguien que controle a un tercero. No le busco problemas a su trato con un tercero. Mi surrealista realidad actual es que soy yo la que tiene que lidiar con ese tercero que no es mío pero pretende formar parte de mi vida (no ya de la del otro, de la mía!) Con lo cual, ya ni es problema del otro. El tercero lo ha convertido en un problema mío en el que el otro nada puede hacer. El mundo al revés.

(Qué cosas me pasan, por dios)

Guaja dijo...

No lo va a lograr, Le. Sabes que no va a poder.