sábado, 27 de octubre de 2007

Un día menos

Una de cal y una de arena, Bicho. Subidas y bajadas. Diez días ya, y todo se te hace un mundo. Odio que estés pasando por esto. Haría cualquier cosa por quitarte el dolor. Odio no poder hacer nada. Sólo decirte palabras vacías que no te sirven, y, con un poco de suerte, arrancarte una sonrisa de vez en cuando.

Esto pasará. Sé que lo sabes y que no te consuela. Pero pasará.

Esta noche la luna está preciosa. Triste, pero preciosa. Aquí te la dejo. Besos.

10 comentarios:

Rogorn dijo...

Tus palabras sí que le sirven, de eso no hay duda. No le curarán por sí solas, pero cada segundo que pase sin pensar en ello debido a ti, será uno menos en la condena que tiene por delante. No es nada y éllo sabe. Ya quisiera cualquiera ángeles así a la vera de uno en tiempo de necesidad.

LALELO dijo...

Hola mi amiga, yo pienso que no tenemos capacidad para compartir el dolor de otro ser humano y que tu posicionamiento de apoyo es sincero, pero el dolor para mi y por mi experiencia es que es algo que no se comparte y quien lo utiliza para condicionar a otros es una persona vacia e inmoral de poca personalidad y que realmente no sufre, y los que acompañamos a los que sufren solo debemos estar cerca y cuando nos llamen contestar, nunca opinar ni dar consejos, y como hombre dolorido pienso tambien que el dolor es una aprendizaje necesario y muy importante en el ser humano, y personalmente respeto al que sabe sufrir en silencio, me molesta el que pregona su sufrimiento. Un abrazo

Lenka dijo...

Gracias, Ro. Mil besos.

Lalelo, tienes mucha razón. Desgraciadamente ese dolor del que ahora hablo es físico. Seguramente no es peor que el emocional, y seguro que también se puede aprender de él. Lamentablemente ni siquiera hace falta pregonarlo, porque está ahí, es evidente y no se obvia así como así. Y te vence la rabia y la impotencia, porque puedes estar cerca, sí, pero si en otros tipos de sufrimiento el consejo no sirve, en el dolor físico nada sirve. Sólo esperar y confiar en que termine. Y en ello estamos.

Celadus dijo...

Muchos besos, gemela, y un fuerte abrazo. Terminará, siempre termina.

Eli dijo...

Len, cariño: Ojalá pudiéramos hacer desaparecer el dolor a las personas que queremos.El dolor personal es terriblemente egoista y voraz. Y por mucha empatía que demuestres, él va a pasar todo este proceso solo.
Tendrá días buenos, y tendrá otros en los que no se vea capaz de salir del abismo. Y solamente él sabrá el bien que tus manos le están haciendo.
No desesperes: el proceso acabará algún día por muy lejano que éste te parezca. Será entonces cuando todos esos cuidados que estás dispensando alcancen su verdadero valor.
Déjalo que lo pase a su manera. Nadie debe decidir cuánto y en que momento uno trata de rebelarse contra esto.
Y mientras M te tiene a tí como tabla de salvación, acuérdate que tú tampoco estás naufragando sola.

Wendy Pan dijo...

Qué la FUERZA te acompañe, Lenka, para seguir haciendole sonreir. Aunque sea de vez en cuando es lo mejor que puedes hacer por él.
El dolor físico lo siente el cuerpo y eso lo cuidan los médicos, tú tienes que cuidar el otro dolor, y la soledad del convaleciente.

BEsotes blasfemadores

Cris dijo...

Muchos besos Len, y mucho ánimo. Ya verás que pronto está totalmente recuperado.

Lenka dijo...

Gracias a todos por los ánimos. Asumo que quedan muchos momentos malos y que es muy poco lo que podemos hacer para animarle, pero cada vez que nos sonríe, es un triunfo.

Besos, chicos!!!

Alberich dijo...

El dolor es como venganza sin motivos...atenaza el alma y desespera el corazón.Y ver eso en alguien querido consume,mucho.
Pero te aseguro que el dolor aun sería mayor si tú no estuvieras a su vera.
Mil abrazos de oso!!

Anónimo dijo...

Mandar besos a un erizo, como que no...Entonces, ¿que decirle??
Me parece que el erizo(illo)sabe que soy muy sintética, de modo que solo diré: aqui estoy, Len(ka).