domingo, 28 de octubre de 2007

Diario de a bordo

Una jornada caótica en el balneario que se solucionó con ingenio, voluntad y mucho humor. Es lo que nos queda, supongo.
Un día de visitas y buenas noticias. Queda menos, cada vez queda menos, Bicho. Sigue doliendo y esta noche será una hora más larga, pero cada vez estás más cerca. Por favor, no le cuentes a nadie que he pegado a un pobrecito tullido. Están todos encantados con esta nueva Lenka, con este erizo sin púas, con la pérfida serpiente que ha mudado la piel. No me arruines la reputación ahora que por fin es buena! Ya me arruinasteis la mala entre todos, pero lo había asumido por fin. Serás capaz de hundirme otra vez??
Una noche agridulce de sábado. Juan Antonio me habla de Wallace, de Van Gogh, de tantas cosas... Oír su voz es un regalo indescriptible. Es como un sueño. Ya no está, pero estará siempre. Con ellos y con nosotros. Ánimo a todos. Aquí seguimos, a la escucha.
Por cierto... felicidades, Emperador. Te quiero!

3 comentarios:

Rogorn dijo...

Noo, sin púas no. Di mejor que te han encontrado la barriga blanda que todo erizo tiene. Di además que las púas las conservas para quien merezca un pinchazo (tullido o no, jeje). Mientras, a los demás, nos dejas que te hagamos cosquillas en la panza, mwahaha.

Wendy Pan dijo...

Estoy de acuerdo con rogorn, nada de quedarse sin púas, por suerte o por desgracia hay que tenerlas a mano...XD
Este finde me he acordado mucho de tí, toy leyendo (por fín) EL CABALLERO DEL JUBÓN AMARILLO
(hasta ahora no me lo había permitido pq toy tudiano oposiciones, puag).
Besotes desde la vera de don Francisco y del niño Iñigo

Lenka dijo...

Gracias, Ro! ;-)

Wendy, espero que lo disfrutes mucho. Besos a los blasfemadores!!!