sábado, 13 de octubre de 2007

Mis rubias

Mis rubias andan alteradas. Aunque... algunas más que otras. Tengo a una haciendo vida de recién casada y no le sienta mal. Cuando se escapa de noche sigue siendo la reina del baile, sólo que ahora los chicos suspiran cuando ven el anillo único. Tengo a otra que hará vida de recién casada en breve. La pregunta es... cómo se las arreglará el fotógrafo para pescarla entre mueca y mueca? Ese album será digno de verse. Eres la envidia del aquelarre, cariño. No todas tiene la suerte de enganchar al cantante de Cold Play. Luego está la de la sonrisa estúpida. Y lo bien que le sienta? No hace tanto se nos moría de desamor y varicela. Ahora está radiante y pletórica, jugando con dados falsos una partida que estaba convencida de no poder ganar. Ves lo divertido que resulta cuando aprendes a farolear? Disfruta del viaje. Ya no se te ve tan aburrida. La otra rubia se nos va lejos con su caballero andante, y no sabemos muy bien cómo vamos a sobrevivir sin ella. Quién infundirá cordura ahora en estas cabecitas huecas? Quién nos fumigará las mariposas, nos encenderá la luz, nos ayudará a pensar con la cabeza de arriba, nos hará respirar hondo y adoptar la postura del junco? Tendremos que acostumbrarnos a tener al Dalai Lama en la distancia. Lo conseguiremos. Es por una buena causa. Sólo espero que tantos años de sapiencia hayan dejado su semilla en nosotras. Porque, entre todas, tendremos que intentar ser tú. Y por último está la rubia que trata de recuperar las riendas de su vida y llevarla por sus propios caminos. A ser posible, sin hacer daño. Ella es así, lo ha sido siempre. Sé que sabrá cómo hacerlo a pesar de que el dolor de otros le pese más que el suyo. Sabrás hacerlo. Te levantarás y seguirás caminando por esas caleyas tuyas, tan tuyas y de nadie más, que tanto te gustan. Es el precio de ser honesta. No todo el mundo sabe qué zapatos ponerse para seguirte. Lo harás muy bien. Estoy segura.
Después estoy yo. Que no soy rubia, y nunca lo seré. Que las miro desde el Torreón, y las quiero, las adoro, y río y sufro con ellas. Y sólo espero estar a la altura en todas estas partidas de ajedrez que se me acumulan sobre la mesa.

7 comentarios:

Guaja dijo...

Me has dejado sin palabras Len. A cambio un par de lagrimas. Claro que estaras a la altura. Gracias.

Anónimo dijo...

...por no mencionar tu propia partida, jeje. Pero tú eres una Kasparova del tema y ya hasta juegas simultáneas.

Ánimo a todas las rubias. Yo también sigo el culebrón vía satélite.

Ro

Anónimo dijo...

Arriba esas rubias!
y las pelirrojas... ;-)

Albe.

Anónimo dijo...

Bufff... Como siempre y para variar no sé qué decirte.....

Estamos todas buenas.... no hay por dónde cogernos, pero en el fondo y sobre todas las cosas lo único que tenemos muy claro todas, es lo mucho que nos queremos.... y eso no va a cambiar nunca.

Te queremos Len.

Marechek (Una de las rubias).

Anónimo dijo...

bueno, esta es mi primera vez, jeje.me alucina cómo escribes, n fín, esta rubia no está en sus mejores momentos que digamos, pero.. todo pasará, y pase lo que pase, lo importante es que os tengo a vosotras, os quiero brujillas. por siempre jamás. y colorín colorado... este cuento.. NO SE HA ACABADO.BESOS MIL

XENA (JI,JI, LO PILLAS..?)

Anónimo dijo...

QUIERO DECIR, XANA... JAJAJAJAJA.
(era mi primera vez, jiji)

Lenka dijo...

Cuántas visitas!!! Os quiero, chicas. (Y a vosotros también, Ro y Doc)


;-)