lunes, 16 de abril de 2007

Hay días en que vivo

En el claro de la luna.
En el claro de la luna, donde quiero ir a jugar
duerme la reina fortuna que tendrá que madrugar.
Mi guardiana de la suerte sueña cercada de flor
que me salvas de la muerte con fortuna en el amor.
Sueña, talismán querido, sueña mi abeja y su edad,
sueña y, si lo he merecido, sueña mi felicidad.
Sueña caballos cerreros, suéñame viento del sur,
sueña un tiempo de aguaceros en el valle de la luz.
Sueña lo que hago y no digo, sueña en plena libertad,
sueña que hay días en que vivo, sueña lo que hay que callar.
Entre las luces más bellas, duerme intranquilo mi amor
porque en su sueño de estrella, mi paso en tierra es dolor.
Mas si yo pudiera hacerle, miel de abeja en vez de sal,
¿a qué tentarle la suerte, que valiera su soñar?
Suéñenme, pues, cataclismos, sueñe el golpe, largo y ser
sueñe todos los abismos, que de otra vida no sé.
Sueña lo que hago y no digo, sueña en plena libertad
sueña que hay días en que vivo, sueña lo que hay que callar.
Sueñe la playa del día, del día que fui, del que soy
que el de mañana, alma mía, lo tengo soñado hoy.
Silvio Rodríguez.

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