jueves, 11 de octubre de 2012

A ratos

 A ratos me rompo por completo. Lo malo (o lo bueno) es que no tengo tiempo para romperme muy a menudo. Hoy he aprovechado que mis enanos dormían una breve siesta para romperme un poco. No demasiado, claro, porque no quería asustar al Trasto y que se fuera a trabajar con aquella imagen. Así que me rompí sólo un momento, le expliqué que no me pasaba nada, que sólo estaba cansada, respiré hondo tres o cuatro veces y volví a mi vida.
 
Me siento igual de cansada, la espalda me duele lo mismo, estoy igual de harta de este idéntico día mil veces repetido que conforma actualmente mi existencia y, encima, me pican los ojos una barbaridad, pero aquí estamos. Casi siempre es pura inercia y eso es lo que más me molesta. Pura inercia, pero ni para eso siquiera logro reunir fuerzas y dejarme llevar.
 
Estar sola, como antes, se ha convertido en el mejor de los sueños. Uno que ya no se cumplirá. Ni la soledad ni el silencio caben ahora en mi vida. Críos llorando, una madre regañona para la que nada está bien hecho y unos suegros que me exasperan. Qué coño he hecho de mí? Cómo me he metido en esto y, sobre todo, por qué? Merece la pena? En serio la merece? Para qué? Por un amor que todo lo arrasa, que te llena de luz y de las peores culpas? Todo esto para eso? Y no habría podido pasarme perfectamente sin ello, me pregunto? Imaginándolo sin más, siendo madre en mis relatos, esos que desaparecen con un click de ratón y te devuelven tu tiempo? No, claro. Tenía que hacerlo realidad. Tenía que invocar esa magia maravillosa que te exige, simplemente, renunciar a tu propio ser.
 
Mañana, o quizá dentro de cinco minutos, diré que no, por favor, a quién se le ocurre, qué tontería. Cómo no va a merecer la pena??? Lo merece todo!!!! Pero eso será mañana, o dentro de cinco minutos. Hoy, ahora, sólo sé que siento que he perdido el control de todo, las riendas de todo. Que se ha evaporado lo más importante que tenía, lo que me hacía ser yo. Hoy, ahora, sólo sé que camino como un autómata, vivo como un autómata, con mi cansancio, mi dolor, mis ojos irritados, mi hartazgo y mi desconsuelo. Aniquilada. Y que los dioses, siempre tan siniestros, me han concedido todos mis deseos. Y se ríen.

6 comentarios:

Juan dijo...

Uf, espero que se pase en cinco minutos. Porque si no es así me veo dándote de tortas, no porque las merezcas, sino porque te pueden hacer falta.

Un abrazo

Kaken dijo...

Esto no puede ser...Lenka, tenemos que hablar. Un besote.

Lenka dijo...

Tranquilos!!! Que no cunda el pánico!!! Ya me he dado yo de tortas y, por supuesto, se me ha pasado.

Ayns, siento pegaros estos sustos, pero es que, si no me desahogo por aquí, dónde lo hago?? En la era pre-internet tenía docenas de cuadernos por ahí repartidos en los que despotricaba cuando no me sentía bien, así, en plan exorcismo. Con esto de las teclas he ido perdiendo la costumbre.

Hay días que son verdaderamente malos y difíciles, ayer fue de los chungos-chungos. Ayer me preguntaba si realmente había hecho lo correcto o si había cometido el peor error de mi vida embarcándome en algo que me superaba y que podría tener consecuencias fatales: hacer infelices a dos personitas que no tienen ninguna culpa de mis crisis existenciales.

En serio, yo no sé de dónde me sale esta inseguridad patológica cuando resulta que en según qué cosas soy tan segura y tan poco melodramática. No sé de dónde me sale este afán de autofustigarme cuando os puedo jurar que detesto esa actitud. No sé de dónde salen tantas dudas, tanta autocrítica y tanto miedo. Además, miedo a qué? Es que creo que es miedo al miedo! Y al fracaso, eso también. Acechando en cada esquina, me veo siempre fracasando en todo! Claro, la maternidad no iba a ser menos...

No sé, a veces pienso que no se puede estar más zumbada que yo, en serio. En algunas cosas creo honestamente que soy de lo mejorcito, y en otras no existe peor juez que yo misma, hasta el punto en que me considero lo peor de lo peor. No sé si lo que me altera tanto es encontrarme mal físicamente o si eso sólo es una parte del asunto, pero me inclino hacia esto último, porque es evidente que no nací con esta enfermedad y en cambio todas estas chifladuras las arrastro desde niña.

En fin, qué mal. Qué berrinche! Y qué de curro pendiente, cuando yo hasta creía que tenía casi todo hecho. Ja.

No os preocupéis, en serio. Las subidas y bajadas son constantes, debería estar acostumbrada pero esto ya no me atañe sólo a mí, claro. Ahora hay dos enanos metidos en el ajo y supongo que por eso me encabrono más conmigo misma. Porque ya no soy la tía de 27 que vivía sola y se auto-soportaba, con lo bueno y lo malo. Creo que me está paralizando el propio miedo a no estar a la altura, a hacer daño a los críos de un modo irreparable. Quizá a repetir la historia. El miedo al miedo posiblemente sea uno de los círculos más estúpidos y dañinos en los que alguien se puede meter. Así que tengo que salir. No sé aún cómo, pero está claro que tengo que salir. No puedo vivir siempre temiendo que llegue un día malo en el que haga algo terrible. Tengo que aprender a gestionar esto.

Sabéis qué es lo que me despista más? Que nunca encuentro exactamente LA RAZÓN. Ayer no fue peor que hoy, y en cambio ayer estaba hundida y hoy ha sido un buen día. Por qué?? Os juro que hoy no me apetecía nada más que ayer, al contrario, se suponía que el día sería más duro, pero, sencillamente, me encontré bien. Y no entiendo dónde está la diferencia. Creo que saber eso ayudaría!! Parece que mi humor siempre vaya por libre y ni yo consigo entender cómo funciona. Por resumirlo mucho diría que soy de esas personas raritas que pueden estar depres o apáticas en una fiesta y entusiasmadas en un velatorio (ejemplo extremo, no sé si me entendéis). Y lo peor es tener la sensación de que no lo controlo en absoluto. Tengo esta sensación desde niña, este miedo a cómo estaré mañana, a no llevar las riendas de nada. Raro, no?

Y seguro que hay mucho más que tendré que ir sacando. En serio, ayuda que te lean desde fuera, porque quién sabe si otros serán capaces de ver lo que yo no veo?
Gracias a los dos. No os preocupéis! Al final daré con ello.
Besos!

Kaken dijo...

Lenka, tranquila, no me asustas ni me preocupas. Me importas, te quiero y procuro ocuparme por sí algo puedo aportar.
Te entiendo a la perfección, te lo he dicho muchas veces, no eres ningún bicho raro.
Miedo al miedo, miedo a repetir la historia....! Cómo me suena!
Sabes? Hasta hacen año no fuí capaz de tener en casa cuchillos de verdad, hasta hace dos años no fuí capaz de tener una mascota...Y??
Cada cual tiene sus vivencias y sus tiempos, es fundamental que te creas a ti misma, que no te cuestiones tanto, se más permisiva contigo.
Que eres un ser extraordinario!!
Por otra parte, ¿ cómo ves a tus peques? Yo sólo puedo conocerles a través de tus relatos y las fotos. Y lo que veo es que has sembrado y germinado a dos seres felices y sanos. Es impresionante como miran a la cámara...a ti ¿te has fijado en eso?
Si comparo mis fotos de niña con las de tus hijos, puffff!!! A tus niños se les ve relajados, a gusto, confiados, alegres, sanos, con mirada limpia...algo estarás haciendo más que bien!
Momentos chungos tenemos todos, yo creo que te gano, jejeje, y qué?
Pues a seguir como se puedan se sepa...y tu sabes mucho!
Un besote y mil gracias por dejarme meterme en donde no me llaman ;)

Lenka dijo...

Ya sabes que aquí siempre seréis bien recibidos. En otros temas nunca estamos de acuerdo (juas!) pero en estas cosas "de los adentros de uno" (Mafalda total!) siempre me ayudáis más de lo que creéis. Me dais montones de ideas, y eso es un alivio cuando te hartas de pensar o te bloqueas. Que te ayuden a ver ideas nuevas.

Buf, Kaken. No sabes cuánto me acabas de alegrar diciéndome lo que ves en las fotos de mis enanos. Ay, qué dos. Son capaces de volverme loca y al minuto me los masticaría a besos. Que, por cierto, es lo que ha hecho hoy Dani conmigo. Masticarme la cara! Me la ha agarrado con las dos manos, se la ha acercado, la ha llenado de besos babosos y luego la ha mordido con toda su saña!!!! Creo que tengo hasta una marca... Pero cada vez que me acuerdo me escojono de risa. Este va a ser de los que te escalabren de puro amor, el tío bestia. Tendríais que ver los cabezazos que se dan los dos cuando se achuchan. Parecen dos ciervos en plena berrea, juas.

No sé por qué demonios le concedo tanta importancia a mis bajones, cuando sé que me duran nada y menos. Será porque odio saber que volverán?? Argggghhhh... pero si siempre vuelven, y también vuelven los buenos!!!!

Basta! Por hoy no pensaré más, o encima dormiré fatal. Me niego! Me iré a la camita y dormiré como un bebé. Mañana será otro día, como dijo Escarlata.

Besos a los dos!

Dalai dijo...

A mí no me asustas...sé exactamente lo que sientes; de hecho, a ratos yo me siento igual...y eso que es uno, que llevo menos tiempo que tú, y que no tengo tus dolores...pero, a cambio, sí que me veo 24 horas al día sola con él, sin poder dejárselo una hora a mi madre para ir al dentista, ni poder ir a tomar un café, sola o con mis amigas. Y eso que era (y sigue siendo) el niño más buscado y deseado del mundo. Así que no te agobies, permítete romper de vez en cuando, que algún día nos reiremos de esto (y no pegaremos ojo pensando en otros problemas que nos darán, jaja...)