sábado, 8 de septiembre de 2012

De nuevo, la malvarrosa

 Me preguntaba hace algunos años si realmente se podía aplicar cierta frase de Pennac a ciertas personas (en realidad todo Pennac de puede aplicar a casi todo y a casi todos). La conclusión es que sí. Hay gente que, en efecto, es como la malvarrosa. Lo invade todo y ni siquiera es comestible.
 
Siempre te he querido Bebe, y lo sabes. Sé que a algunos (sobre todo a tus padres, otra mentalidad, otra generación, otros prejuicios) les costó aceptarte y entenderte, pero no puedes negar que lo lograron. Acaso no fuiste precisamente tú la hija que más vivió bajo su techo? No sigues, de hecho, viviendo allí? Por eso no puedo resistir (ya no, joder, ya está bien) que sigas agitando la pancarta de "lesbiana" para victimizarte. Basta. No cuela. Tu problema no es que seas lesbiana. Tu problema es todo lo demás. Eres tú.
 
Padeces una enfermedad mental que ni asumes ni reconoces, salvo cuando te conviene. Cuando pierdes los papeles, cuando sabes que te has extralimitado, entonces empiezas a hacer teatro, hablando sola, haciendo aspavientos, dejando claro lo tremendamente loca que estás y lo inocente que eres de tus actos y palabras. No tragamos, Bebe. Déjate ayudar, permite que tu psiquiatra te trate, toma tu medicación. Sobre todo, toma las malditas riendas.
 
Eres una politoxicómana empedernida desde hace años. Pero claro, no. Lo niegas. Son calumnias de tus pérfidos hermanos (todos, los diez) que, un buen día, se reunieron clandestinamente y planearon amargarte la vida por pura diversión. Se siente, te tocó a ti. Bebe, sé desde niña que tienes problemas de adicciones. Lo sé porque no recuerdo una sola conversación entre nosotras en la que no haya salido el tema de la nieve y los cigarritos de la risa. Llevas como 25 años intentando convencernos a todos de que "controlas". Sabes quiénes se empeñan en que controlan? Los yonkis. Como tú.
 
Tus problemas con la blanca te han convertido en una superviviente nata. Lo malo es que sobrevives a costa de los demás. Mientes, manipulas, tergiversas, exprimes, lloras, enredas, sacas algo de pasta y desapareces. Hasta la siguiente. Como la perfecta yonki que eres, tu única meta en la vida es conseguir farla para hoy. Resistir este día. Mañana ya veremos. Pero claro, entre tanto, necesitabas aparentar una vida. Por eso siempre tenías proyectos. Por eso has sido mil cosas y ninguna. Por eso te has embarcado en los negocios más variopintos, fracasando en todos ellos y arrastrando siempre a alguien contigo. Tus tan cacareados amigos, esos que, según tú, te quieren más y mejor que tu propia sangre. No sé si te queda algún amigo, Bebe. Los que conozco ya han tenido suficiente, créeme.
 
Supongo que eres consciente de tus propios follones. Por eso has aprendido a caminar por el filo, a estirar la cuerda un poco más, a vivir a la defensiva, dispuesta a morder primero y a tomarte cada frase en el peor de los sentidos inimaginables. La pobre Bebe, la cabeza de turco. Epicentro de una conspiración a escala mundial. Mártir de todas las mártires.
 
La última de tus hazañas ha sobrepasado cualquier límite. No me meto en las movidas entre adultos. Que cada palo aguante su vela. Pero meter a niños, Bebe, a críos inocentes... cómo coño se te ocurre, tarada?? Por encendida que estés con tus hermanos, tía, cómo cojones se te ocurre amenazar a sus hijos y a sus nietos mientras te arrogas el papel de santa incomprendida, de pura de corazón y de fiel heredera del ejemplo de tu padre?? Si Obo hubiera sido testigo de algo así, se le habría partido el alma. Él, que durante toda su vida se esforzó en aceptar a todo el mundo, con sus defectos, sus manías, sus contradicciones, sus miedos, sus íntimas perfidias... Él, que no sólo consiguió aceptar a todos, sino que llegó incluso a amarlos. A todos. Por el mero hecho de ser personas. Él, incapaz de guardar rencor, de un mal pensamiento. Recuerdas cuando aquel vecino, de esos de toda la vida, se fue quedando senil y le dio por insultar al Viejo? Cada vez que se cruzaban en la escalera, tu padre le saludaba amablemente. El otro le espetaba alguna grosería y Obo le sonreía y seguía su camino. La abuela se enfadaba. Ella siempre ha sido más visceral. Intuía mala idea en el vecino borde. El Jero, no. No, él nunca. El Jero, simplemente, pensaba que algo debía pasarle a aquel pobre hombre. Algo que no podía controlar y que, por tanto, no se le debía tener en cuenta. Así era mi abuelo, Bebe, así era tu padre. No te atrevas a autoproclamarte la más digna de sus hijas, la única que sigue sus pasos, mientras hablas de prender fuego a viviendas con gente dentro, de rebanar pescuezos y de meter a pequeños tesoros en cajas de pino. No te atrevas, loca, energúmena, bocazas. Arregla de una maldita vez tu caótica existencia, coge el timón, practica con esa autosuficiencia que siempre has cacareado, tú, tan buena, tan libre, tan independiente, tú, 50 años y en casa de tus padres, tú, tan honesta e intachable mientras te levantas de puntillas en plena madrugada para coger dinero del monedero de tu madre octogenaria, tú, tan por encima de tantos y de tanto, siempre ocupada en enmierdar. Vive. Y déjanos vivir.
 
No es porque seas lesbiana, Bebe. Empiezo a creer que nos resbala a todos menos a ti. Deja de una maldita vez de enarbolar esa bandera, de esconderte tras ella. Es porque eres una enferma mental, yonki, manipuladora, encantadora de serpientes y malvada. Eres tóxica, tía. Para ti misma y para los demás. Sal al mundo, aprende a caminar sola, pon los pies en el suelo, autofinánciate y elige el camino que más te guste. Nadie te lo impide, salvo tú misma. Deja de culparnos a todos de tus problemas. Encuentra un rumbo que no nos salpique y síguelo. Arranca la puta malvarrosa.  

11 comentarios:

Sianeta dijo...

Contundente escrito. Y buenísimo.

Lenka dijo...

Yo he sido de las últimas en rendirme, siempre defendiendo, siempre comprendiendo. Pero no se puede, joder. Si ella no quiere, no podemos ninguno. Y, definitivamente, hay límites que NO se pueden traspasar. Y si los traspasas tienes que tener los cojones del tamaño suficiente como para asumirlo, te cueste lo que te cueste. Digo más, tienes dos opciones. Puedes mantenerte en tus trece y aguantar el chaparrón (ya que te crees con la razón, la verdad y el derecho) o admitir que te has pasado y pedir disculpas. Lo que no concibo es que la salida sea negar la mayor tomándonos a todos por imbéciles una vez más. No sólo por los malos (eso no es nuevo), sino por imbéciles. No, por ahí no. Un mínimo de dignidad, joder.

En fin, no sigo, que me exalto!
Gracias, Siané. Tenía que decirlo. Eran ya muchos años y muchas cosas. Qué bueno sentirse escuchada. Gracias!

Sianeta dijo...

Hay momentos que hay que decir "hasta aquí hemos llegado" y ni un paso más. Eso genera cambios y suelen ser positivos.

Es fácil ser escuchada cuando uno se expresa tan bien. Un abrazo!

Kaken dijo...

Tremendo y lúcido escrito que me toca mucho la fibra. Dices muy bien, hay gente tóxica. Lo malo es que determinados lazos parecen indestructibles, falacias sobre familia y parentesco, deberes y culpas. Y lo peor es que nos acostumbramos, sin darnos cuenta, a convivir con seres destructivos, subjetivamos y no contemplamos que estamos ante auténticos delincuentes que bien pudieran ser encausados penalmente por diferentes delitos.
La descripción que haces de esta persona concuerda mucho, a mi modo de ver, con un trastorno antisocial de la personalidad. O psicopatía, el perenne ególatra que es incapaz de empalizar ni de asumir su responsabilidad.
Ante personas así es mejor alejarse por completo.
Un beso grande.

Lenka dijo...

Y, al final, más de cuarenta personas (sólo de familia) bailando a su son, mirando a otro lado y tragando, por los clásicos motivos de siempre:

- La pobre es una enferma...
- A mí es que me da pena...
- Lo ha pasado tan mal en la vida...
- Cómo vamos a darle la espalda a nuestra propia sangre...
- Los pobres abuelos se morirían del disgusto...

Y no, joder. Un día se te cruza el cable. Pero bueno, coño, acaso no es una enferma Memé también? No lo ha sido el tío Julius? El propio Obo, durante un par de años en los que se sintió en la agonía total? Y cuándo a cualquiera de ellos, ni en la peor de sus crisis, se les ha ocurrido hacer daño a nadie, o tan siquiera molestar?? Nunca. Jamás. En sus peores momentos llegaron a pensar en quitarse ellos de en medio, lo que, evidentemente, nos rompe el corazón. Pero son baches en medio de la normalidad. Y tienen normalidad. Una normalidad sana y feliz el 95% del tiempo. Una normalidad en la que, curiosamente, Memé y Julius sí que son el vivo ejemplo de su padre: buenos, sencillamente buenos, divertidos, amables, generosos, incapaces de un mal pensamiento.

Bebe, sin más, no tiene normalidad. La normalidad, claro, no está hecha para ella. La normalidad requiere tomar el control, tener un trabajo, un orden, administrarse... en fin, un coñazo. También puedes optar por otras normalidades, desde luego. Normalidades menos convencionales, renunciando a ciertas cosas superfluas, como el estrés o el consumismo. Bebe habría podido ser una magnífica hippie, con una casita en el campo, vendiendo artesanías, cultivando lechugas y sí, marihuana si nos ponemos, leyendo, paseando y acariciando gatos. Nadie le pedía una vida cuadriculada y standard. Sólo una vida, una vida que fuera asunto suyo y no un lastre para todos nosotros.

Pero es que, desde que tengo memoria, Bebe ha sido asistente de cierta farándula (de la más tirada y podrida del mundo de la noche, por cierto), camarera, cocinera, cuidadora de ancianitas, canguro, panadera, vendedora de seguros, propietaria de bar, masajista y talladora de madera. Seguro que ha sido también más cosas que desconozco. Debo decir que siempre resulta brillantemente buena en todo lo que emprende. Es extraordinariamente inteligente y capaz. Sencillamente se harta de todo, o empieza a alargar las manos más de la cuenta, o a faltar a sus deberes, o a tener movidas con compañeros/socios/jefes. Empieza a picarle todo y desaparece, huye, se larga.

Por supuesto, siempre es culpa de otro. Ella no, para nada, ella es la honestidad personificada, una curranta intachable. Tiene mala suerte, sin más. Y, claro, el mundo está lleno de cabrones cuya única meta es joderla.
Total, que se larga, se embarca en la siguiente absurdez de idea, o en la siguiente relación destructiva, le pierdes la pista por un tiempo (pueden ser un par de años durante los cuales se haya plantificado en La Patagonia con el firme proyecto de vender jerseys de lana a los turistas, plan ideado sobre la marcha y como mera excusa para abandonar lo anterior que tuviera entre manos y perseguir a la nueva tipa que le haya sorbido la sesera) y finalmente reaparece, sin pasta, endeudada hasta las trancas, sin pareja y con una nueva lista de problemas.

Lenka dijo...

Así ha sido siempre, y sus padres, hermanos y también sus sobrinos, nos hemos dedicado a barrer los destrozos, pagar deudas y conciliar a todas aquellas víctimas (generalmente ex socios) que querían partirle las dos piernas. Siempre recogiendo pedazos. Pero bueno, coño, es que ella ha pensado alguna vez en nosotros, o en los abuelos (sus padres)? Ha tenido ella alguna vez consideración con su sangre? No. entonces por qué nos sentimos obligados a soportarla???

Y lo que más me revienta y me ofende, es verla erigirse en ejemplo viviente de su padre, parlotear sandeces sobre EL AMOR y LA BONDAD, ir de generosa y de espiritual por la vida. Su padre, joder, se murió con la única pena de saber que dejaba a su mujer a merced de esa hija imposible con la que ya se había rendido, obsesionado con el tema, haciendo jurar a sus otros diez hijos que jamás permitirían a Bebe mangonear a la abuela, que no dejarían a la matriarca sola con ella. Qué parloteas de la excelente relación que tenías con el Jero, chiflada, si en sus últimos años apretaba los dientes para no saltar cada vez que oía tus tonterías? Y sabes lo más irónico? Que nunca te hemos dicho esto, porque tenemos mejor fondo que tú. Que, por mucho que nos encienda, dejamos que te creas la mano derecha de Obo y que tengas la desfachatez de afirmar que fuiste la mejor de las hijas, la más cariñosa, la única que nunca provocó un disgusto, no como los otros diez, sabandijas, falsos, peseteros, mala gente...

Buf. Me supera. Me supera porque yo siempre la apoyé, siempre la creí buena, siempre pensé que todo era a causa de su enfermedad y de su debilidad por la nieve. Que arrastraba el trauma de haber sido lesbiana en los sesenta, en un barrio pequeño de una ciudad pequeña, en una España beata y cerril, en una familia profundamente católica que, al principio, no logró comprenderla. Pero es que estoy hasta el moño de ese trauma. Madura. Espabila. Supéralo. Eres bollera, ya está. Hurra y bravo. Hasta cuándo vas a seguir echándole al mundo en cara que tardó en comprenderte?? Yo era una adolescente y tu chica (aquella que era un encanto, claro, pero que al final, según tú, era poco menos que una ninfómana infiel y pérfida) ya entraba en casa de tus padres, asistía a las celebraciones familiares y hasta llegó a ser "la ratita" para el abuelo, siempre los dos conspirando con las cabezas juntas, siempre contándose secretos muertos de risa. No sé, yo diría que no se puede pedir más a gente que nació en los años 20 (el Jero en el 19, en realidad) y que se criaron respectivamente en un seminario y en el campo, viviendo una guerra salvaje y luego a la sombra del nacionalcatolicismo. Tan mal nos hemos portado contigo? Tan poco aceptada te has sentido?

Lenka dijo...

Me cabreo, porque ha hecho de la victimización un arte, como buena yonki superviviente que es. Porque nosotros somos los malos, los que la hemos aplastado, marginado y difamado, los que inventamos atrocidades imposibles tachándola de cocainómana y ladrona, mentiras, todo mentiras. Ella, Señor, ella que es tan buena que es hasta tonta, ella, que no tiene doblez, ella, que por donde pasa deja un reguero de amor.

Qué malos hemos sido todos, que familia más abyecta (menos los abuelitos, claro, ellos no, ellos la adoran incondicionalmente y, de hecho, sólo han tenido broncas y disgustos con ella por culpa de las maledicencias de hermanos envidiosos, cuñadas zorras, cuñados metomentodo y sobrinos desleales y cotillas, que entre todos hemos envenenado a los pobres Jeritos haciéndoles creer que su santa hija es mala).

Menos mal que ella tiene amigos inmejorables que la aprecian de verdad (joder, me pregunto quiénes, porque no recuerdo haberle visto dos veces a un mismo amigo nunca, y cada vez que entra en código rojo en cualquier rincón del globo, es un hermano el que tiene que ir al rescate), menos mal que ella es buena y sana (como el Jero), toda bondad y amor, y está por encima de nuestra ruindad, menos mal que camina con la cabeza alta y es un ejemplo a seguir, menos mal que el legado de su padre está a salvo con ella, depositaria de sus enseñanzas, la única digna de él en esta manada de hienas. Menos mal.

Sólo comprendiendo la extraordinaria pureza de su alma se puede entender por qué ha acusado a uno de sus hermanos de drogadicto violento (qué ironía) usurpador del puesto de Obo (??) e iluminado mesiánico de pacotilla que se cree que tiene una misión (sí, Bebe, sí. El Jero le nombró con mucha guasa "ordenanza", le legó sus llaves y exigió TAXATIVAMENTE que tú no pudieras manejar nada de aquella casa, que se te vigilara y que se cerraran filas en torno a la matriarca, cuya palabra era ley divina. Y le nombró a él por oveja negra, por anarca, por ateo. Por tocarle los cojones. Porque no logró convertirle nunca, así que se "vengó" dejándole esta penitencia al más despegado y al que siente mayor urticaria por el rollo familiar. Porque en los últimos años, llegaron a entenderse, quererse, admirarse y respetarse de un modo que ni ellos mismos habrían creído posible. Y porque aunque al tío Julius debía haberle correspondido la tarea, como mayor de los varones y puro de corazón, el Jero sabía que contigo haría falta una dosis de mala hostia y un conocimiento profundo de la parte más chunga de la vida, de las malas artes del yonki. Y en eso, el "ordenanza" está licenciado Cum Laude).

Total, que ha entrado en barrena. Privada de las llaves de casa (de la casa de sus padres, en la que ella sigue fagocitando y creyéndose ama y señora), puesta al hilo, con hora de llegada y sin acceso a la pensión de la abuela, se ha visto acorralada. Por eso esta explosión de ira, por eso estos ataques a la desesperada, por eso ha llegado a la estúpida e infantil bajeza de esconder pequeños objetos sin valor que el abuelo nos prometió a los nietos (el diccionario de latín del seminario, o aquella absurda flanera en la que preparaba la espuma de afeitar). Por eso ha soltado sapos y culebras, acusando a todos de ladrones, de querer echarla de SU casa (¿¿¿????) cuando SU padre la dejó a ella al mando de todo, claro, y le legó sus pequeños tesoros A ELLA. Oh, sí, ahora que el Jero no está, estos rufianes quieren desterrar a su favorita!!! (¿¿¿???)

Lenka dijo...

Por eso se ha vuelto loca acusando a sus cuñadas de putas (de putas de profesión, aclaro), a sus hermanos de yonkis y proxenetas, a unas y otros de traficantes de droga y de mujeres (cielos... o sea, que lo de poner como tono de móvil para el grupo "La Familia" la banda sonora de El Padrino, ha resultado profético! Somos una mafia! Y yo sin saberlo! Mi pregunta es: por qué coño seguimos siendo todos pobres????)

Y es tal su mala baba que se ha atrevido a amenazar (bueno, y a rayar coches, pero eso es lo de menos) con mandar al otro barrio a algunos bebés del clan, para joder a sus respectivos abuelos (hermanos de ella). Y no. Por ahí no. Justo ahí se me acabó la comprensión. Aunque me consta que es una puta bocas incapaz de semejantes atrocidades, el mero hecho de que lo haya puesto por escrito públicamente deja clara su calaña. Por ahí no, hijaputa. Cómo te atreves a encomendarte al Jero para que proteja a los bebés del clan (sus bisnietos, zorra tarada!) de posibles "accidentes"??? Cómo te atreves????

De ahí mi cabreo, mis pesadillas, mi agotamiento de estos días y mi necesidad de escupirlo todo. Y menos mal que conseguimos convencer a la abuela para aliviarse un poco el luto reciente largándose con la hija que vive en el campo. Me consuela saberla ajena a este cristo. Lo que no sé es cómo podemos seguir protegiéndola de la basura ahora que todos hemos llegado al límite.

Así que, calculad cómo está el patio. Pero en fin, poder cascarlo todo ayuda. Es un alivio. Y, por descontado, ni siquiera es necesario que os molestéis en leeros todo el serial. De eso quedáis dispensados, obviamente. Me basta con largarlo a los cuatro vientos y con la certeza de que estáis por aquí. Gracias a todos!

Juan dijo...

Vaya regalito Lenka.

Creo que está malinterpretado eso de "aceptar" a los demás. Aceptar jamás se conjuga con el verbo consentir. Y me temo que a esta gente tóxica, manipuladora y chupasangre se les consiente todo, por eso pueden seguir eternamente por el mismo camino.

Todos nos equivocamos y no podemos ir apartando de nuestras vidas a la gente que comete algún error. Pero cuando del error hacen su forma de vida entonces sólo cabe apartarse para siempre, sea tu madre, tu padre, tu hermana o tu tía.

Existen los manipuladores porque hay demasiada gente dispuesta a dejarse manipular y, muchas veces, se dejan en función de unos lazos de sangre que, bajo mi punto de vista, están sobrevalorados. No quiero a mi lado a una persona así y tener que transigir en base a lazos que no significan nada. Los lazos sanos no se establecen en base a la sangre sino en base a relaciones sanas.

Lenka dijo...

Justamente. Nosotros hemos aceptado siempre lo que nos parecía tan aceptable como irrelevante: su sentido del humor, sus gustos, sus ideas, su orientación sexual, sus manías... en fin, todas esas cosas que forman parte de cualquier persona y la hacen ser quien es. Ya está, sin problema. Era una más, y punto.

Para mis abuelos fue más difícil, por su educación, sus creencias... por sus prejuicios, vaya. Ellos, supongo, nunca entenderán, pero sí aprendieron a respetar y aceptaron. Por alguna razón que no alcanzaban a entender, una de sus hijas era diferente. Pues bueno, listo, se la querría tal y como era. Y en eso tuvieron mucho que ver esos hermanos de los que ahora ella reniega, que les explicaron a los padres que, dijera lo que dijera quien lo dijera, como Bebe había millones (hombres y mujeres) desde el mundo es mundo, y a nadie sensato se le podía ocurrir que la preferencia sexual y afectiva de nadie te convirtiera en peor persona. Los abuelos lo encontraron razonable, pasaron de beaterías y se quedaron con aquello de amar al prójimo y de quien esté libre de pecado. Que juzgara Dios, si quería. A ellos no les correspondía.

Se la aceptó, se la quiso, se la defendió de palabras malintencionadas de cotillas ociosas y puercos machistones. Su lesbianismo dejó de ser un problema en aquella familia cuando yo ni tenía conciencia. De hecho, desde que tengo uso de razón sé que Bebe es lesbiana tanto como sé que las otras siete no lo son. No se escondía, formaba parte de la historia familiar.

Cuando empezaron los problemas, mi bendito y santo Jero llegó a ponerla de patitas en la calle, porque él siempre fue bueno, pero no idiota. Porque respetaba, amaba y aceptaba a todo el mundo, pero su sentido de la honradez y de la responsabilidad le impedían malcriar, consentir y tragar lo intragable. Prefería no verla a padecerla. Prefería alejarla de la madre que oír llorar a la madre. Y pensaba que una lección de realidad le vendría bien.

No supo aprovechar ninguna lección. Se arrastró sistemáticamente por la mierda, tomando buena nota de todo para luego echárselo en cara al clan. Siempre se la perdonó, siempre se le abrió la puerta cuando volvía, porque aunque Obo no estaba de acuerdo se habría dejado matar antes que contrariar a su mujer, y la mujer no vivía sabiendo que su hija estaba en la calle (qué bien explotó ella siempre el amor visceral y la culpa de su madre!!)

Todos, en realidad, tragamos por la abuela. Aparentamos normalidad por ella (no sabe ni la décima parte de las hazañas de su hija) y dimos un millón de oportunidades confiando en que a la siguiente, quién sabe, tal vez...

Tal vez, mis cojones. Lo dicho, está demasiado cómoda en su papel de víctima, supongo que ha llegado a creerse las descaradas mentiras que cuenta y prefiere seguir viviendo a caballo entre Cocaland y El Universo Paralelo. Al menos el Jero ha dejado de sufrirla. Nos queda la abuela, y de ahí nuestro supino cabreo. Nosotros podemos cortar. Podrá ella?

Lenka dijo...

Portada del Muy de este mes:

http://4.bp.blogspot.com/-wriohRlxehM/UDkd6V0L3hI/AAAAAAAAIS4/ek16xS_Dh9k/s1600/Muy%2Binteresante%2BSeptiembre%2B2012.png

Impresionante... coincidencia????