miércoles, 3 de junio de 2009

Buenas señales


No sé por qué, pero vuelven a acosarme sueños extraños. Llevaba una buena temporada de insomnio y duermevela, con noches sin recuerdos. Cosa rara en mí, que desde que tengo uso de razón siempre puedo recordar mis aventuras oníricas. Pues bien, han vuelto y más raras que nunca.

Lo mismo me da por seguir a Sawyer por la selva (eso sí, fijándome en que el susodicho lleva puesta la camisa de leñador del Trasto) que demando a mis vecinos por injurias cuando éstos me acusan de robar en las tiendas del barrio! Jamás había soñado cosa semejante, aunque me sirvió para remerorar a compañeros del pasado. Y es que, hablando en mi nombre, se presentaron como adalides de mi honradez los integrantes del equipo de natación de mi infancia. Ahí es nada.

Enrevesamientos nocturnos aparte, debo confesar que ha habido un sueño que me ha hecho feliz. Uno que aparece siempre, tarde o temprano, con cada nueva relación, y que hasta ahora ha resultado revelador sobre los resultados de las mismas. Y es precisamente ese en el que una mujer aparece en lontananza, reclamando altanera los favores de mi pareja. Y mi pareja, invariablemente, se va con ella más ancho que largo, asegurándome que todo aquello en lo que yo creía era un mero pasatiempo o, directamente, una burla. Así ocurría cada vez, haciéndome despertar angustiada y sorprendida por la crueldad que mi contrario demostraba en los desvaríos de mi letargo. Y llena de dudas, para qué negarlo, sobre si aquello sería una señal de mi subconsciente, que hubiera visto cosas que yo me negaba a aceptar.

Miedos y dudas eternas sobre la indiferencia, quizá la más dolorosa expresión del desamor, del desprecio. Pavor a ser repudiada, rechazada, abandonada y herida. También en mi orgullo. Terror a ser burlada y humillada. Hasta hoy. Porque vaya usted a saber cuántas vueltas le reservan los dioses a este presente mío, pero al menos en mis sueños se ha roto la temida maldición. Esta vez, y es la primera, mi amado no escapó con la bruja malvada de mis noches. Al contrario: la encaró, rechazó sus exigencias, declaró contundente la realidad de nuestra historia y la echó sin miramientos de mi pesadilla que no resultó tal. Y yo me desperté feliz y asombrada, riendo por lo bajo y, sí, es cierto, murmurando insultos de verdulera dedicados a la dragona impertinente que abandonaba el campo de batalla de Morfeo llevándose mis fobias con ella.

7 comentarios:

Lal dijo...

:D

Lenka dijo...

Soy rara, rarita, rara, que no??

Rogorn dijo...

Igual no es que tus sueños se hagan realidad, sino que las decisiones que tomas se convierten en sueño. Es como hacerte tu propia peli, jeje.

Katha dijo...

Hola Lenka,

Llevo mucho tiempo desconectada, sin espacio para nada. Por eso hace mucho que no me pasaba por aquí.

Me alegro de que esta vez el final del sueño distara del acostumbrado. Dicen que en los sueños prolongamos nuestras preocupaciones. Otros sin embargo otorgaban a los sueños "poderes" reveladores.

Si yo te contara de sueños... Mis sueños son siempre agitados, me paso los sueños corriendo, con problemas, con historias raras. No sabes lo que desearía tener un sueño tranquilo... "feliz". Un sueño sin correr, sin angustias, sin estrés. En fin, parece que mi vida es puro correr. Así es imposible que mis sueños sean calmados.

Tengo que dejarte, mañana sonará el despertador antes de las 7.

Buenas noches.

Besos

Anónimo dijo...

Jajaja, nena, vas a tener que escuchar a tu subconsciente pa enterarte de una vez que no hay nubes en este horizonte.
Relájate, guapa, y vive ese momento estupendo que estáis compartiendo.
Besos

¡Ah! Soy la Eli noctámbula desde el curro ;-)

Salem6669-Satori6669 dijo...

Estoy seguro de que más de un@ sonreímos con tu relato y de que nos hemos reído por lo bajo ( por eso de las horas que son ) leyendote ;o).

Besinos y Dulces Sueños Len
(Nunca mejor dicho )

Lenka dijo...

Pos no sé, Ro, pero hay que tener en cuenta que muchas cosas no dependen sólo de una. A veces ni de dos. Ya me puedo jartar a soñar que me haré vieja con el Trasto, que vete a saber. Lo que está claro es que al menos mi subconsciente confía más en él que en otros que hubo por ahí. (Tan pesimista que creía yo a mi subconsciente, mirá vos!)

Katha, te deseo que pronto te llegue la paz y el descanso, a tu vida y a tus sueños. Un besote!!

Jajaja, hola, Eli! Ya ves que soy más confiada y optimista dormida que despierta. Cuando me quedan dudas ya me las confirman o espantan los sueños. Me alegro de que esta vez me los hayan espantado!!!!

Hoooola, Salem! Tendrías que ver cómo me reí yo. Al menos al final, porque al principio del sueño menuda tensión!!! Tú calcula: abro la puerta de casa y me entra una gacela rubia con cara de muñeca y ojos verdes de serpiente (puñetero mi subconsciente, coño, que encima se imagina top models pa ponerme de los nervios!) y va la penca, se me mete en casa, se me sienta en el sofá y se pone zalamera con mi hombre. Habrase visto tamaña desvergüeeeeeenzaaaaaaa! Y yo más rabanera que un puma con un nudo en el rabo: "oye, zoooooorraaaaaaaaaa!!! Que te pires de mi casa que te arranco los pelooooooooooos!!!!" (Madre, madre, qué vergüenza, qué momento choni verdulera! Pero es que este sueño me persigue y ya estaba muy hartita)

De repente... momento de tensión supina. El Trasto que se pone todo fino y comedido y me dice: "Quieta, quieta, déjame a mí". Y yo pensando: "ayyyyns, que ya la hemos cagao, que se me va con la rubia esta, ya verás, como siempre, ya está mi coco avisándome de que se masca la tragedia". Y nooooooo, lo estupendo que estuvo, que la largó a tomar pol sacooooooo. Qué descanso, oiga!!!!!
XD

(Amos, que soy vaca burra hasta en sueños)

Así que nada, todo arreglao. Ahora más vale que no me encuentre a una rubia como esa por el barrio, porque según se acerque a pedirnos fuego le meto una coz. Porsiaca.
;)

(Próxima entrega del blog: cómo una mujer que jamás fue celosa se puede volver gilipollas cuando encuentra al hombre de su vida. By Lenka)