martes, 9 de diciembre de 2008

Los nuevos viejos ritos


No es que me lo esté tomando muy en serio, pero confieso que tiene su miga eso de resucitar las viejas tradiciones de los míos. Y más, hacerlo en nuestra casa. Había prescindido de toda la parafernalia mientras viví sola, pero ahora me apetece de nuevo. Tengo el árbol, que, por primera vez, es tan grande como siempre había deseado. Tengo las velas, claro. Y el muérdago, pero ese siempre está sobre mi puerta. Cada nuevo hogar tuvo su rama de muérdago. Espero que esta vez sea definitivo. Me falta el acebo, las piñas y el caldero de cobre con las manzanas. Me falta la guirnalda en la puerta y, a su debido tiempo, la escoba al revés y el ritual del agua. Las pequeñas magias heredadas de mi gente. Lástima que ya no se pueda quemar el tronco adornado. Desventajas de la vida en ciudad, de la era del plástico. No importa, la magia también entiende de estos pequeños contratiempos modernos. No por ellos funciona menos ni se pierde la ilusión.

Hay mucho que agradecer este año. Pocas lágrimas, vidas nuevas, buena salud para el clan. Comeremos y beberemos, como siempre. Y disfrutaremos del prodigio de seguir juntos un año más. Aún me falta mucho pero tengo lo esencial para recibir el invierno, el nuevo año, lo que tenga que venir. Se han cerrado muchas puertas y se han abierto otras. Es grandioso, por una vez, no echar nada de menos. Tal vez por eso sienta tantos deseos de revivir los viejos ritos. Porque esta vez será distinto, será nuevo en realidad. Y, seguramente, todo cobrará otro sentido.

8 comentarios:

Eli dijo...

Ritos viejo, nuevas esperanzas...

Cuando se comparten, siempre parece la primera vez.
Y quizá cada vez sea la primera, no sé.

En cualquier caso, Feliz Ritual y Próspera Renovación.

Sra de Zafón dijo...

Eso de que tengas por pirmera vez un árbol tan grande como siempre habías deseado me parece muy sintomático: creo que por primera vez te consientes ser feliz y eso Lenka...¡es para mandarte un montón de besos de enhorabuena!

Ina dijo...

Feliz árbol :)
¿Véis cómo los ritos tiene sentido para todos?

Lenka dijo...

Naturalmente, Ina. Sólo que los ritos pueden ser muy distintos para cada clan. Los del mío, por ejemplo, no tienen el menor tinte religioso (entendido como cristiano). Serán cuestiones geográficas o pura casualidad, qué sé yo. Supongo que por eso cuando oigo comentar que nuestras tradiciones son católicas y no podemos ignorar tal evidencia, lo respeto y sé que es así, pero no puedo dejar de sentirme un bicho un poco raro. Porque, por la razón que sea, mi realidad siempre ha sido otra, mucho más pagana e incluso supersticiosa si quieres. Desde luego, ni mejor ni peor que cualquiera. Y, naturalmente, esa influencia católica también ha llegado hasta mi entorno, pero la mayoría de las veces es tan leve, tan difuminada, tan contaminada con la versión pagana que apenas es un poso reconocible.

El caso es que casi siempre me siento un poco excepción a la regla en estos temas de las festividades. A lo mejor por eso me cuesta un poco entender la otra realidad, aunque sea la mayoritaria. Me choca, es la verdad. Se me hace extraña. No puedo renegar de su existencia, claro, pero me es ajena por completo. No la siento como algo mío, como algo propio, ni me identifica en absoluto. Y se me hace muy raro cuando intentan incluirme en algo que no me identifica, que nunca ha sido parte importante de mi vida. No sé si me explico, para variar!
:(

Ina dijo...

Pero es que yo no he dicho nada de religiosos.

Lenka dijo...

Ya, pero es uno de nuestro eternos debates ;)

Además, si alguien defiende a muerte los ritos soy yo. Anda que no doy la coña con ellos!!! Excesivo celo tengo con esas cosas, incluso.

Katha dijo...

Hola Lenka,

Para las castellanas ignorantes de las costumbres astures: ¿Por qué la escoba al revés? ¿Un caldero de cobre para las manzanas? ¿Para cocinarlas? ¿No es malo el cobre para cocinar?
Me produce curiosidad, me gustaría conocer el lado "mágico" de los ritos antiguos. Como dices tú, la vida en la ciudad te hace perder un poco de las costumbres antiguas, viejas, que en el fondo tienen su porqué misterioso, brujo, casi siempre perdido, olvidado en el tiempo.
En cualquier caso, me alegro de que te hayas animado a seguir los viejos ritos y, sobretodo, de tu nueva energía.

Besos

Lenka dijo...

Las escobas al revés colocadas en la puerta ahuyentan espíritus y brujas, pero vaya usted a saber de dónde viene esa tradición. Las manzanas en el caldero de cobre son todavía más curiosas. No son para cocinarlas, sólo es una ofrenda que, al parecer, se hacía a una diosa muy antigua. Los primeros pobladores de mi ciudad fueron llamados Cilúrnigos (caldereros) por los romanos. Se dedicaban, entre otras cosas, a hacer calderos de cobre y bronce. Y ya se sabe que la manzana es la frita típica de aquí.

No se sabe mucho de la religión antigua, parece ser que los dioses eran muy "locales". A parte de dioses celtas importantes, como Lug, Taranis o Belenos, cada zona tenía los suyos, cada bosque, cada río, cada clan se regía por su deidad.

Un día me lío la manta a la cabeza y os cuento más cosas de las leyendas de mi tierra.