martes, 15 de enero de 2008

Lo del cosmos ya es un cachondeo


Pero además, es un cachondeo manifiesto. En fin, vayamos por partes.

Te dije que te llamaría y te llamé. No las tenía todas conmigo, claro. Había que estudiar reacciones, ya sabes cómo odio ser inoportuna. Así que gracias por la respuesta. Todo está bien en el mejor de los mundos... o casi. Me encanta que todo esté saliendo bien, que estés animado, que sigas peleando. Me encanta que hayas disfrutado de tu baño y del vino (por nostálgica que me pusiera imaginarlo) Me encanta que hayamos hablado por primera vez desde la despedida y que todo haya sonado tan normal. Que me preguntes por mi vida y por mis cosas y tu voz suene interesada, y amistosa, y dulce. Gracias, Bicho. Lo pones muy fácil y muy difícil, pero gracias. Porque sé que tu intención es la mejor.

Salgo de trabajar y uno de los coordinadores de uno de los múltiples proyectos de la fundación para la que curro se ofrece a llevarme a casa. Se trata de J.C, compañero de universidad, amigo de Larón y de mi Dalai-Lama, mi primer jefe en esto de lo social, aunque, por azares de la vida, ni recordábamos haber sido compañeros, ni sabíamos de las amistades comunes, ni nada de nada. El mundo es un pañuelo, y esta ciudad, más. Caminábamos hacia su coche cuando observo que cojea. Le pregunto qué le ocurre. Y su respuesta me desencaja la mandíbula: "es que tuve un accidente de moto". Juas. Perdona? Cómo dices? Le expreso mi rotunda sorpresa. "No sabía que tú también eras motero". Me maldigo por ese "también". Qué discreta. No se percata del detalle. Menos mal. "Sí, sí, me encantan las motos desde siempre". Fíjate. Qué cosas. Charlamos de mi infancia motera, de mi viejo, de su tribu, de mi hermano, de mis tíos, mi primo, los colegas, los accidentados... Cuántas cosas en común! "Y cómo fue?" "Pues nada, que soy muy chulo y embestí un coche". Los ojos fuera de las órbitas. No puede ser. Venga ya. Un poquito de seriedad, hombre. Te parecerá gracioso, encima. "Por cierto, era una burra muy grande?" "Una Yamaha 1.200". Dios. Dioses. Santa Rita Hayworth, ten piedad. Sí, ya sé, ya lo sé, es una Custom. Reniego de mi casta. Me oigo a mí misma decir con mi mejor tono macarra: "Eso ni es moto ni es nada, eso es un caldero. Un fierro. Esas no corren". Afortunadamente, la vocecilla sólo ha sonado en mi cabeza esta vez. Loado sea el cielo y el diluvio que nos persigue por la autopista.

Mirá vos. El J.C. Quién iba a imaginarlo? Con esa carita de muñeco rubio, esa melenita y esa barba, esos ojitos claros, esa pinta de no haber roto un plato en su vida... Y resulta que es motero. También. Y me entero tal día como hoy. El cosmos es un cachondo sí o no?

5 comentarios:

Guaja dijo...

¿Una Yamaha 1200?, ¿una Custom?. Le, presentame a J.C. porfiiiiiiiiiiiii !!!!!!!

Lenka dijo...

A la cola, perra!!!!!

;-)

Alberich dijo...

Mas que un cachondeo,es una puta mierda

Lenka dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lenka dijo...

No creas, Doc, no creas. Te hace llorar y te mata de risa. Cabroncete, el cosmos.

;-)