jueves, 22 de enero de 2009

El arte de la provocación (y viceversa)


Hace menos de una semana escuchaba un debate radiofónico sobre el arte, su labor educativa, estética y propagandística a lo largo de la historia, su evolución, su influencia... los contertulios, todos ellos, llegaron a una conclusión no por significativamente compartida menos desoladora: el arte ha muerto. Pero vayamos por partes. La raíz de dicha tertulia fue la indignada reacción de Santiago Sierra (conocidísimo artista español del que servidora no tenía ni noticia, Jesús, qué incultura) cuando la prensa le preguntó, en alusión a su último trabajo, si pretendía ser provocativo. Aclaremos que dicho trabajo consiste en un vídeo de cuarenta y cinco minutos de duración en el que se exhiben múltiples combinaciones posibles de penetración anal entre hombres y mujeres, tanto blancos como negros. La obra en cuestión responde al título de "Los penetrados" (no se puede acusar al autor de publicidad engañosa) y, para llevarla a cabo, se realizó un casting entre numerosos candidatos que, además, recibieron una compensación económica de doscientos cincuenta euros por cabeza.

Bien. No he visto el vídeo pero puedo imaginármelo. La explicación que Sierra hace de su propuesta me resultó un tanto enrevesada, así que pido disculpas de antemano por los errores que seguramente contendrá mi versión del asunto. Era algo así como la fascinación por el porno, el miedo a la multiculturalidad, no sé qué del racismo y no sé cuántos de la política. Lo juro, no entendí nada y no logré retenerlo. Supongo que el mensaje original puede encontrarse fácilmente en la red de redes, pero lo cierto es que no interesa mucho para lo que pretendo comentar. De entrada me centraré en lo previsible. Obra de arte (digamos) con alto contenido sexual. Polémica. Preguntas, teorías, intenciones. Escándalo, provocación. Era ese su objetivo? Cabreo superlativo de Sierra que, indignado, aseguró estar harto de ser tildado de provocador, tras una trayectoria muy seria y profesional de veinte años. Y estaba harto, sobre todo, de que toda aquella expresión artística que no ensalzara las virtudes del poder fuera inmediatamente tachada de provocadora. En qué se basa este hombre para afirmar tal cosa, lo ignoro. Confieso que me he perdido.

Supongo que el debate es estéril. No sé si el arte ha muerto porque ni siquiera me veo capaz de definir el arte. No sé quién decide que una cosa es un manchurrón y otra parecida una obra única, parida por el genio de una mente privilegiada. No llego a tanto, ni lo pretendo. Quizá por eso no logro entender que un señor que llama arte a cuarenta y cinco minutos de sodomía, que pretendió una vez llenar de monóxido de carbono una sinagoga (según él, para condenar la barbarie del Holocausto y lograr que cualquier espectador pudiera empatizar con las víctimas sintiendo lo que ellos sintieron), o que construyó no sé cuántos módulos con heces humanas (el mensaje de esto último lo ignoro por completo), se agarre un cabreo de mil pares cuando le llaman provocador. De verdad pretende otra cosa que no sea provocar? El arte debe ser provocador, ir siempre contra lo establecido? Contra qué exactamente pretenderá ir el darse por el orto o los excrementos? Dónde quedó la estética del arte? Será por su ausencia clamorosa por lo que tantos dicen que ha muerto?

Mi conclusión es que, para más inri, los periodistas andaban de lo más desencaminados. Provocativo el sexo? A estas alturas? Hombre, por favor. Con la indigestión de cine porno, de publicidad explícita, de culto al cuerpo, de documentales, programas, artículos e investigaciones sobre el tema (increíble lo que da de sí la actividad más antigua y natural del ser humano), con la cantidad de debate que ha provocado, la de lecciones que nos siguen dando (queda alguien sobre la faz de la tierra que no sepa lo que son las bolas chinas?), el interés y el morbo que aún despierta (y eso que desde Calígula no hemos inventado nada, es más, corderitos somos al lado de aquellos lobos), cómo puede ser que aún se considere provocador? Y más en estos tiempos de libertades, lascivias, vicios confesos y exhibicionismo, ahora que todos somos tan modernos, tan chachis, tan erótico festivos! Provocador el sexo, con la que está cayendo, que nos lo meten hasta en la carta de ajuste? Qué va. Provocadora sería una muestra fotográfica de personas que, en medio de esta juerga, han decidido ser castos. Eso sí que es nadar contra corriente. Con un par. No se me ocurre nada más anti sistema. A mí, francamente, me dejaría con la boca abierta. Y puede que también se quedaran pasmados algunos artistas (esos que tanto se enfurruñan cuando se les acusa de polémicos) si, de repente, sus obras pasaran desapercibidas, sin provocar escándalo. Si se les aplaudiera unánimente. Os imagináis? Peor aún, si se les abucheara por aburridos!!! Quizá más de uno se indignaría de verdad entonces, dejando más que claras sus intenciones originales. Seré pérfida, pero lo que pagaría por verlo.


9 comentarios:

Eli dijo...

¡Buffff! Estás tocando un tema del que, francamente, yo sólo puedo opinar como espectadora.
Yo no entiendo de arte, no distingo una obra de arte actual o pretérita de una mediocridad y muchas veces ni siquiera soy capaz de pillar lo que el artista intentaba expresar. Simplemente me paro frente a los trabajos y dejo que me invadan las sensaciones que me provocan. Si éstas son intensas (ya sea por fascinación o repulsa) esa obra, según mi criterio, ha cumplido su función.
Con el arte moderno y su tan cacareada misión provocadora me ocurre una cosa: tristemente casi toda me deja indiferente.

La verdad, ver un montón de caca, gente jodiendo o inhalar CO2 me parece aburrido. La provocación, por repetida, se ha convertido en algo tan habitual que por muchas extravagancias que inventen serán todas versiones de la misma mierda.

"Y puede que también se quedaran pasmados algunos artistas (esos que tanto se enfurruñan cuando se les acusa de polémicos) si, de repente, sus obras pasaran desapercibidas, sin provocar escándalo".
Amén, nena. Yo también pagaría por ver sus caritas, juaas!

Sra de Zafón dijo...

El arte, para mí, es un universo que reside entre la genialidad más íntima y el exibicionismo más narcisista.

Los lindes entre lo artístico y lo "jetístico" ¿quién puede delimitarlos? No lo sé, pero sé que yo delimito y califico con mi criterio lo que considero o no considero arte, pero también sé que sto no siginifa que lo sea o no.
Hace mucho, cuando caí por estas tierras, sonreí ante un vaso enmarcado y expuesto en una exposición colectiva de pintores gallegos. Era "un cuadro" de un profesor de dibujo que ama el vacío.
El vacío queda precioso emarcado en madera, piedra, hierro, cristal,... Otros lo han hecho muy bien y a sus obras puedo considerarlas arte, pero a aquel "cuadro" me resulta imposible meterlo en el mismo saco, por mucha filosofía que tenga detrás. Sí puedo considerarlo un acto filosófico, pero no una obra de arte.

Pero ya digo que creo que el poner límites de lo que es arte, o no lo es, entra dentro de la sensibilidad intima de cada uno, pienso yo, porque no existen criterios tangibles, medibles para poder hacerlo de modo generalizado.
Hay evidentes e indiscutibles obras de arte, por supuesto que sí, pero en la frontera, donde la evidencia se desdibuja, justo ahí, lo que para mi es arte para otros es una estupidez y viceversa. Otra de las cosas que me hacen gracia es lo artistas que suelen considerse estos seres que pueblan la frontera.


Una foto de un vaso vacío, o el mismo vaso, sin más, podría resultarme una obra de arte...pero aquel cuadro con aquel vaso pegado no. O unos tíos dándose por el orto si y otros no.

Ya se que no he aclarado nada, jajajajajaa pero he disfrutado contándote como vivo yo lo que es o no es arte.


Un beso.

Ado dijo...

Para mi la pregunta no es si es provocador, para mi la pregunta al aludido es: ¿Esas cosas que hace se le pueden llamar arte?. Porque lo del gas y la caca...

Anónimo dijo...

Estimada Lenka, no sufras más por no saber definir el arte. De toda la vida el arte no ha sido otra cosa que morirte de frío. ;-)

Katha dijo...

Buenas noches,

Yo me confieso una inculta total en el mundo del arte. ¡Del moderno no digamos! Parea mí los manchurrones normalmente son sólo eso: manchurrones. Jamás he entendido, por ejemplo, que los grabados de Miró se denominaran arte. Puedo intentar entender el arte de Dalí, pero los manchurrones...

A mí lo que nos cuentas me parece que pretende eso: "provocar", llamar la atención. Puede que el arte, el que entendemos por tal la mayoría de los mortales, no se le de bien al hombre y busque métodos alternativos de llegar al público. Lo de que se escandalice por llamar al pan pan y al vino vino... Dos trabajos tiene, como se suele decir: enfadarse y desenfadarse.

Y no, a mí el vídeo, las deposiciones y el gas... Repito ser una inculta en temas relacionados con el arte, pero yo los calificaría de cualquier otra manera salvo arte.

No tiene mucho, tal vez nada, que ver, pero según leía me vino a la mente el nombre de cierto "diseñador". Siempre he tenido la sensación de que en Cibeles sólo pretendía provocar (las modelos con capuchas en la cabeza, como si fueran condenadas, atadas...), que pretendía llegar a través de la provocación porque su talento no se lo permitía de otro modo. Para mí, por lo poco que he visto, sus "diseños" no son gran cosa, nada más que trapos una tanto extravagantes con los que cualquier mortal, no modelo, parecería un pingajo. Es mi opinión personal, que no tiene porqué ser la correcta.

Creo que los verdaderos artistas no necesitan provocar, ni llamar la atención: su obra habla por sí sola. Todos distinguimos lo que nos parece arte y lo que no. A mí una visita al antiguo museo de arte contemporáneo, hace años ya, me dejó fría. Estar delante del Nacimiento de Venus o en la Capilla Sixtina me dejó con la boca abierta y ensimismada. Para mí ambos eran arte. Vi muchos otros cuadros en aquel viaje, prácticamente el único que he hecho en mi vida, pero recuerdo esas dos obras y al resto no. El resto sólo eran un cuadro más de los muchos que había, obras de arte, no lo niego en modo alguno, pero otra obra de arte más, pintadas con mayor o menor genialidad.

Lo siento, me enrollo, soy así de pesada.

CHAO

Leiael dijo...

Desde mi humilde punto de vista, y al igual que comenta Eli, yo solo veo el arte como los toros, desde la barrera. En primer lugar por la sencilla razon de que no me gusta y no valoro ese arte moderno que nos vienen vendiendo desde hace mucho tiempo -me atrevería a decir que desde mucho antes del cubismo o del surrealismo dejó de ser arte, no se que fue primero, ya os digo que soy un completo ignorante en arte- y en segundo lugar, porque a mi modo de ver un artista es alguien que es capaz de maravillarme, me explico. Cuando uno va de vacaciones por un poner a Roma y se queda tonto observando cualquiera de los frescos que en su interior atesora la Capilla Sixtina, te das cuenta de golpe que esa autentica obra de arte la hizo un igual a tí, sí, es igual a mí en el sentido en que tiene dos brazos, dos manos, etc, etc, pero al mismo tiempo que piensas eso recapacitas acerca de la inmensa capacidad que tenia aquel ser -más bien seres- para pintar y voy más allá, que es lo que para mí en realidad es un artista, para transmitir.
Acortando un poco mucho el comentario, yo veo un artista en quien es capaz de hacerme sentir sensaciones que a mi parecer son agradables, bien sean de placer por escuchar el Canon de Pachelbel, por quedarme maravillado imaginandome la majestuosidad de las pirámides egipcias en todo su esplendor, en los cánticos entonados por 3000 aficionados del sporting a coro en un estadio ajeno y el speaker dándoles las gracias por haber sido una afición modelo, -aquí viene la pelota....- por leer blogs tan llenos de contenido como el tuyo o simplemente por disfrutar como un enano de mojar pan de hogaza en un huevo frito de casa frito por mi señora y amada madre, quizás seré un poco iluso en ese sentido, pero esa es mi definición de artista.
Podria seguir pero ya me parece excesivo para ser la primera vez que te escribo. Mucho animo con los papelajos ;)

Lenka dijo...

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios (ah, y bienvenido, Leiael)

Algunos sabéis que hace tiempo colaboré con una modesta revista de arte. Mi trabajo consistía en ver exposiciones y comentarlas, desde el punto de vista de la calle, sin más, el gran público, los que no somos entendidos. Vi muchas cosas y aprendí un montón. Conocí a gente del mundillo y, como en todas partes, hay de todo. Vi jetas, snobs, intelectualoides, iluminados, vi a gente con pasta y sin criterio apadrinando a peña que se reía de ellos en la cara, vi a mucho nuevo rico comprar arte al peso (y que nos haga juego con el sofá), a mucho ignorante hacerse el entendido, a mucho artista de medio pelo vendiendo humo, mucho peloteo, envidias... pero también vi a gente llena de talento, de creatividad, personas honestas.

Para mí la cuestión no es tanto si alguien plasma una catedral o manchas de colores. Es más el mensaje. Me explico. He conocido a gente que se expresa de forma diferente, con sus manchas y sus colorines. Y que, al preguntarles, no vendían humo. Te decían llanamente que les gustaba experimentar con colores, o con texturas, o expresar con aquellos tonos su estado anímico, o incluso, sin más, que les gustaba aquella combinación de colorinos. Y ya. Esa gente siempre me pareció honesta. No pretendían decir nada, sólo hacer algo bonito. Si gustaba bien, si no, pues nada. Y si les preguntabas "qué significa?" te decían: "nada. O lo que cada cual quiera".

Y luego conocí a peña de esa que te quiere convencer de que un pegote negro y una raya roja representan la inevitable desesperación intrínsecamente humana en contraposición a la vorágine de la era de la tecnocracia. Y claro, lo siento, pero yo no soy de las que abre la boca y dice: aaaah, claro, no, si es evidente. Soy más bien de las que se aguenta la risa.

Los primeros me parecen artistas, sí. Lo son, porque son leales a sí mismos, no se las dan de nada y asumen que su obra puede gustar o no. Los segundos, lo siento, me parecen jetas. Tío, dime que te gustan los colores, que es eso lo que deseas pintar porque te sale, no sé, dime que te pones discos de Chopin y pintas la música tal y como la imaginas, pero no pretendas venderme la moto ni tomarme por idiota usando un lenguaje que ni tú entiendes, sólo para que yo me sienta tonta y me pasme de lo listo que eres tú, oh, el genio incomprendido.

Personalmente, por mera cuestión de gustos, reconozco que prefiero ese arte en el que sabes lo que estás viendo. Un paisaje, el mar, una mujer bordando o los tejados de Praga. O incluso una corte imperial formada por mendigos, bufones siniestros y damiselas ajadas con remiendos que adoran a un papagayo. Dime que es una burla a la banalidad y al menos lo entiendo, se entiende, llega. Puede gustar o no, pero es honesto.

Ojo, que también me gustan los manchurrones y colorines, sobre todo cuando el artista es tan valiente como para decir: "es lo que ves y lo que te inspire". Perfecto. De uno o de otro cada cual decide qué le transmite y qué no.

Pero hay cosas, para mí, que son falta de talento suplido con mucha jeta, no es nada, es vender el vacío poniéndole nombres rimbombantes. Y sobre escandalizar... me parece bien que el arte sirva también para remover conciencias. Me encanta el arte "bonito", la estética, la belleza, pero también aplaudo a quien se atreve a pintar cómo nombran Honoris Causa a un pingüino (o pájaro bobo), o quien me muestra unas fotos crudas sobre la miseria en el mundo, quien es capaz de construir un esperpento que, seguramente, yo aplaudiría también en una novela o una obra de teatro. Pero sin chuminadas, por favor. Sin galimatías.

En cuanto a escandalizar?? En fin. Siempre se usa lo mismo. Hasta los provocadores terminan siendo aburridos, se repiten, se acomodan. Qué cansino. Personalmente, encuentro mucho más provocador que Caravaggio usara a una prostituta como modelo para pintar la muerte de La Virgen. Si lo hizo por escasez de medios y candidatas o con pérfidas intenciones, no lo sé. Pero miro ese cuadro y no tengo la menor duda de que es arte.

Dicho lo cual, paso a la siguiente entrada para contaros mi azarosa noche, jejejeje. Veréis qué risa...

(Juas, único foro en el mundo con intriga incorporada!!!)

Continuará...

Rogorn dijo...

Lo del Sierra se puede ver en su página:

http://www.santiago-sierra.com/200807_1024.php

Supongo que a lo que Sierra se refería es a que hay gente que por arte entiende sólo una catedral gótica o Las Meninas, es decir, obras encargadas por los poderes dominantes, como la iglesia y la realeza, que podían pagarlos. Y que desde entonces, desde el punto de vista de mucho público de hoy, el arte de verdad ha muerto y los artistas sólo son unos carotas que pintan manchurrones, exponen meaderos, ponen actrices porno en crucifijos y pretenden vivir de ello. Y si por un lado parte de eso es verdad, por otro no deja de ser cierto que en un caso como éste (que podrá ser una 'obra' más o menos artística, pero es una creación personal), el autor debe estar un poco hasta los mismos de que sus trabajos pasen desapercibidos si no tocan el sexo o la religión, a ambos a la vez, y cuando no pasan despercibidos le preguntan que a qué viene esto de provocar con tono incriminatorio.

Dicho lo cual, de acuerdo contigo.

Lenka dijo...

Pues no me parece que haya pasado desapercibido jamás, porque tiene un gusto clarísimo por lo escatológico, lo sexual y lo religioso. A los datos me remito.

Y en fin, hay cantidad de gente que tiene poco que ver en lo que crea con Las Meninas o las catedrales góticas, y, aún así, logran que se hable de su trabajo y se les respete. O son mejores, o se venden mejor, o no tienen que recurrir a lo de siempre para escandalizar (y luego lamentarse) Chico, que nos conocemos. Un vídeo con gente dándose por atrás va a dar que hablar y lo sabes. Si lo haces es precisamente para obtener eso, así que luego no llores. O píntate unas Meninas y peléalas, si es que eres tan artista y tan poco amigo de escándalos. Digo yo.